Llegué a casa, bueno más bien Thiago me llevo en su coche a casa, estábamos en silencio, aunque intente disimular mi incomodada con él, en ocasiones no podía disimular que me incomodaba que me incomodaba que fuera primo de Valentino Bianchi, cuyo padre dejo a mi padre en silla de ruedas, suspire. —Espero que te lo hayas pasado muy bien—comento Thiago. Le mire. —Me lo he pasado bien—le dije. Thiago aparco el coche enfrente de mi casa, donde el coche de mi hermano estaba ahí. —Hablamos mañana—le dije sin despedirme. Que mi hermano estuviera en casa significaba muchas cosas, pero ninguna de ellas era buena, salí corriendo del coche para entrar a la casa, ahí me encontré a mis padres y mi hermano con caras de susto. —¿Qué pasa?—les pregunte sorprendida. Todos me miraron sorprendidos.

