POV: SEAN
Me siento en la mesa de la cocina y observo el alboroto frente a mi, con la cara apoyada en mi mano, el ceño fruncido en mi rostro. Mi cuñada Miranda, esta ocupada poniendo la mesa. De repente se detiene frente a mí y me dice.
-Te pareces a tu hermano cuando haces eso- su boca se estremeció en una sonrisa burlona.
-¿Con el que te casaste o con tarzan?-
-Escuche eso- dice Noah entrando en la habitación con tres bolsas de Chow Main, del mejor local de comida china de la ciudad. Se me hizo agua la boca al ver la bolsa de papel dentro de una bolsa plastica con una carita feliz que decía "QUE TENGAS UN BUEN DIA".
La novia de Noah, Melanie, lo siguió adentro, con una botella de vino en cada mano.
-Hola Mel- saluda Miranda, colocando el último lugar. ella toma una de las botellas y gira la etiqueta.
- Oh, buena elección- dice.
-Es uno de los favoritos de los clientes, o lo era, cuando servía en el bar. Melanie me dirige una mirada rápida y luego la desvía. Todavía no se siente segura acerca de mí, y por una buena razón. No hemos convivido mucho. Y yo no había sido exactamente calido y amable desde que regrese a casa. Erick se filtro detras de ellos, todavía con su traje de trabajar. Miranda se estiro y tiró del nudo de su corbata para aflojarla, poniendose de puntillas para presionar un largo beso en sus labios.
-Hombre sexy- murmura
- Mujer hermosa- Erick murmura, ahuecando su trasero con una mano.
Con la paciencia perdida, hize un gesto hacia los platos en la mesa y grito. -¿Alguien me puede explicar por que no podemos comer el Chow Main de los contenedores como seres humanos normales en lugar de lidiar con esta mierda?-
Cruzo los brazos sobre mi pecho y miro fijamente a mi familia, los cuales habían puesto los ojos en mi. Miranda chasqueo la lengua. El labio de Erick se curvo con leve irritación, Melanie se mordió el labio inferior y se acerco a Noah, quien la rodeo con un brazo, abrio la boca y dejo escapar una carcajada.
Ante esa risa, el tono de la habitación volvio a la normalidad y la charla continuó mientras Melanie y Noah descargaban la comida sobre la mesa. Parecía que a la únicas personas que podía asustar era a mis asistentes. Mi familia era completamente inmune a mi.
-Estamos aquí- llego una llamada desde el otro lado del almacén. Mi padre Leonard, y su asistente durante años, Heather, entraron juntos, su mano entrelazada con la de él. Recientemente se había descubierto que mi padre y Heather eran "socios" en algo más que negocios, y dado que mi padre estaba jubilado desde hace ya algún tiempo. Supuse que mi padre y Heather eran "socios" la mayoria de las veces en un asunto personal. El amor está en el puto aire, pongo los ojos en blanco.
-Hola Sean- Heather se quita la bufanda del cuello,‹aún era septiembre, por lo que no tengo idea el porque esta usando una bufanda› y me sonríe brillantemente. Levanto una mano y saludo brevemente. Heather se unió ala charla, arrullandose con el vino mientras Miranda se disculpaba por no saber que iba a venir mientras sacaba un juego extra del armario. Un suspiro bajo se abrió atraves de mi pecho.
Felices, cada uno de ellos, rodeados de tanto amor. Una fuerte racha de soledad me atravieas, maldita sea si pudiera entender por que. Últimamente había sido un bastardo de mierda.
-¿Cerveza, hermano?- Noah pregunta, colapsando junto a mi en una silla. El cabello de mi hermano estaba suelto en ondas de color marron dorado, su barba era tupida como la mía, pero cuidadosamente recortada, no como la mía, yo me dejaba crecer el vello facial y el pelo de la cabeza y algunos dias parecía un perro sin hogar. No como mister comercial de champú aqui a mi lado...
Tomo la botella - Hago un gesto hacia la mesa de centro, en la cuál descansaba un cuenco lleno de narajas que me había traído mi última asistente. Probablemene Erick le había indicado que controlara mi ingesta de vitamina C. Eso era otra cosa, desde que había regresado, me habían atendido, mimado y cuidado en exceso. Me había roto el culo levantandome y moviendome para no depender de nadie. Como hombre completamente independiente y capaz, me molesta el alboroto.
- Ha pasado mas de medio año Sean- dice Noah, recostandose en la silla y bebiendo un poco de su propia cerveza.
-Vas a tener que acostumbrarte a que estemos en tu casa. Te extrañamos- Esto último lo combinó con un codazo y gruño, sabia que me habían extrañado. Demonios yo los habia extrañado.
Mis hermanos y mi padre habian encontrado la felicidad, Admito que eso me chupaba el alma, pero eso no significa que yo no estuviera feliz por ellos. Sólo deseo que sean adorablemente juntos en otro lugar muy, muy lejos de mi santuario.
-Puedo salir en público, saben- me quejo, dejando la botella de cerveza al lado de mi plato en la mesa, sin portavasos.
-Ustedes no tienen por que venir aquí a servirme- Soy muy bueno en mi nuevo papel de bastardo miserable, y como todos los esperaban, ahora estoy decidido a sobresalir.
-Oh pero lo hacemos, Lord Thompson- Miranda sonríe recatadamente mientras se inclina y me entrega un vaso.
-Sabemos que no quieres que te vean ahí todavía. Creeme pase suficiente tiempo con los medios de comunicación respirandome en el cuello. No te culpo-
-¿No era esa la verdad? Aparte de un breve artículo en el LA times que me mencionaba como un héroe de guerra y una citación que había dicho por teléfono completamente fuera de contexto. Había evitado con éxito ser el centro de atención. Erick y Miranda no lo habían hecho, pero ese había sido el plan. Y les ha fucionado bien para ambos, a pesar de la aversión inicial que tenían el uno por el otro.
La actitud de Miranda me gusta. Ella es dura, audaz y claramente tiene suficiente fuerza en el antebrazo para sacar el palo del culo de Erick. Al menos en parte. Yo nunca había visto a mi hermano mayor tan... en paz. Y ahora que Erick estaba viviendo una existencia utópica con sus mayores sueños hechos realidad, el quiere que yo suba a bordo para caminar de putillas entre los girasoles junto a él.
Pero, no. Erick, no había terminado de presionarme para que volviera a Hoteles Thompson a tiempo completo. Él ya se ha relajado, como lo demuestra ahora, paseando de regreso al área del comedor sin corbata ni chaqueta. A diferencia de Noah, Erick siempre fue adecuado. Noah es todo lo contrarío, por lo general en pantalones cargo con una camiseta señida para mostrar sus bíceps que siempre estaba bombeando en un tamaño ridiculo.
Yo estoy tan comodo con un traje como sin uno. Podría ponerme uniforme, vaqueros y una camiseta, o un Armani de tres piezas y sentirme yo mismo. La ropa, en mi caso, no hacía al hombre. Incluso mi cuerpo no hizo al hombre, aunque trabajo duro para mantener el mío. No puedo hacer todas las cosas que solía hacer, pero cuanto mejor me sentía, mejor me sentía acerca de mi pierna.
-A los medios les importo una mierda- digo, y asi me gusta.
- Lo harán cuando te nombremos Director de operaciones- intervino Erick. Le envió una mirada de muerte. Erick siendo el hermano mayor, no se inmuto. Incluso con una manga de tatuajes y una actitud osca. No intimide a mi hermano mayor. Erick me había visto cuando fui sonámbulo a la casa del vecino, por lo que Erick no estba dispuesto a dejarse intimidar por un ex soldado de guerra gurñon.
-Te enocntramos una nueva asistente personal- anuncio Erick
-No-
-Comienza la próxima semana- continuó, como si yo no hubiera hablado.
-Bien hecho, Erick- mi padre tomo asiento frente a mi. Doblo los dedos sobre su barbilla y sonrió a travss de una barbilla tan blanca como la nieve, pareciendo muy "El hombre más interesante del mundo" del comercial de la cerveza de dos equis.
-Estas perdiendo el tiempo- digo a Erick. -Te he dicho repetidamente, no estoy interesado en ser Jefe Empujador de lapices, pero si insistes. Clip...
Noah, suelta otra carcajada, orgulloso de escuchar el apodo de Erick sea utlizado por alguien que no sea el mismo.
-Eres mas como yo Sean- dijo mi padre, comenzando el discurso familiar.
Debido a que ya lo habia escuchado una docena de veces en los últimos nueve meses, mi visión comenzo a volverse borrosa en los bordes. Hablara del legado y la historia de la familia y como deberíamos de seguirla.
-Erick sabe lo que hago en los negocios- dice mi padre, orgulloso con una gran sonrisa -Estaba hecho para ser ejecutivo- cosa que estaba muy de acuerdo. Erick sangro por Hoteles Thompson.
- Noah, es mi espiritu libre, perfecto para el sector del entretenimiendo de Thompson. Siempre está ganando corazones-
-El ganó el mío- dice Melanie, mientras se desliza en el regazo de Noah en lugar de sentarse en su propia silla. Miro más alla de las cejas bajas, para verla acariciar a Noah, quién sonrie como un estúpido enamorado. Debe ser bueno.
-Pero tu Sean- continúa mi padre -Tienes mi sentido del deber. Tienes el corazón de un león. Ese mismo sentido es lo que me impulsó al servicio- mi padre se suve una manga par mostrar su tatuaje a juego. Tenemos eso en común. Lo que no teníamos en común es que mi padre era un heroe de guerra que salvaba gente, y yo, aunque había sido alabado como tal, no había salvado a nadie.
-Pero ahora tu deber esta en otra parte, hijo- ‹Aquí viene, no lo digas, no lo digas›.
-Es hora de ser el hombre que Hoteles Thompson necesita que seas- Junto a mi Noah resopla. Erick incluso esbozó una sonrisa. Me refería esto como al discurso de "Batman" de papá . Siempre terminaba con la misma frase.
-Estoy ocupado papá- lo esquivo, por que malditamente había sonado tan sensible.
- Ya veremos-
Mi padre y yo nos miramos al los ojos durante unos segundos antes de que se interumpiera nuestra mirada.
-Está bien, comamos- Miranda hizo un gesto hacía la mesa. Típicamente, Noah comia tres platos principales por su cuenta, pero Miranda prefería tener un bocado de todo lo que había en la mesa. Si yo no fuera rápido, ella hubiera metido mano en mi plato sin preguntar.
-Oh, Sean. Tu Pad Thai de camarones se ve increible-
-Tu tienes que darme un ragoon de cangrejo extra si me robas mi comida- señalo
Ella deslizo su mirada hacia Erick -¿El solía ser mas agradable?- pregunta arqueando su ceja.
-No- dijo Erick inexpresivo.
Erick y yo inercambiamos lo que podría interpretarse como leves sonrisas. Erick lo sabía mejor. Yo solía ejercer un encanto afable como un arma. Antes de que la guerra me hubiera endurecido.
Mis amigos murieron porque no había podido salvarlos. Pero eso era en el pasado, y esto era ahora. Mi nueva normalidad era la presencia de mi familia cada dos viernes desde que regrese, después de dejar partes de mi mismo en Irak, Si mi pierna, pero también dos muy buenos hombres. Mientras estube fuera me habían pasado muchas cosas, y otras tantas les habían pasado a mis hermanos. Erick estaba casado, por segunda vez con la misma mujer; Noah, estaba prácticamente casado; y papá lo que sea que este pasando alli con su asistente.
Entendí que, todos asumieron que me colaría en el espacio marcado para mi en Hoteles Thompson en el momento en que estuviera bien. Pero, para mi, las cosas no eran tan simples. Los amo demasiado como para fallarles. Erick sirvió un poco de mi carne mongol en el plato de Miranda, mientras ella le robaba un sorvo de vino. Melanie se deslizo del regazo de Noah con una sonrisa y Noah levanto su mano y le beso los dedos.
Heather desenvolvió un par de palillos y se los entregó a mi padre, quién le sonrió, lo mas feliz que habia estado desde la muerte de mi madre. Me recorde a mi mismo que no quiero lo que ellos tienen. Me niego a querer algo que no puedo tener. La vida ha hablado y yo la he escuchando.