Después de tomar la decisión de dejarlo todo atrás y empezar una nueva vida con Mateo, mi relación con él cambió de manera radical. Nos estábamos conociendo mejor, día a día, y con cada momento que pasábamos juntos, sentía que nuestra conexión se fortalecía. Aunque el miedo aún rondaba en el fondo de mi mente, lo que tenía con Mateo parecía más sólido con el paso del tiempo. Comencé a pasar más tiempo en el gimnasio, entrenando con él. No era algo que hubiera imaginado haciendo antes, pero estar con Mateo hacía que todo pareciera más divertido. Me gustaba cómo me miraba mientras me esforzaba, cómo sus ojos brillaban de orgullo cada vez que completaba una serie. Me gustaba cómo me animaba con una sonrisa, y cómo sus pequeñas palabras de aliento me hacían sentir que podía lograrlo todo. Lo

