(4)
Tres días después.
La llegada de Demian a Maldivas fue bastante ruidosa, el helicóptero que lo trae me despeino demasiado, pero sus cuatro hijos estaban tan contentos de que su padre llegará al fin. Por mi parte estaba más que confundida, ¿acaso la plática que tuve con Austin hace algunos días me afectó? Creo que sí.
Por otra parte, Austin nos tuvo que dejar, ya que el hombre siempre esta de paso por todos lados.
-¡Pequeños!-Grita Demian corriendo a abrazar a sus hijos.
-Padre.-Corean los cuatro niños al mismo tiempo.-¡Te extrañamos!
-Yo lo extrañe mas.-Los abraza a todos con fuerza, mientras ellos disfrutan de su padre.
-Cariño.-Me dice caminando hacia mí, después del gran abrazo que les dio a los niños.
-Hola.-Él se acerca a mí para darme un beso, pero yo un poco torpe, puse una mano en falso, golpeándole la nariz.
-Auch.-Me dice después de recibir el golpe, mientras que los niños están sorprendidos del golpe intencional que le di a su padre.
-¿Estas bien?-Le dije al verlo a los ojos.
-Si.-Me contestó no tan adolorido.
-¿Por qué mejor no entramos?-Me dice algo cansado. Así que subimos a fuimos a nuestras cabañas, mientras que unos hombres cargaban el equipaje de Demian.
-¿Que pasa, Alice?-Me pregunta, puesto que me ve pensando de más, mientras los hombres de recepción se iban.
-Nada, ¡qué bien que estas aquí!-Le digo dándole un beso en la mejilla.
-¿Que fue eso?-Me pregunta algo extrañado, mientras se desabrocha la corbata.
-Creo que un beso.-Le contesté, ya que solía darle besos en los labios sin ningún problema. Así que si estaba actuando algo extraño.
-No me gusta ese tipo de beso.-Me dice mientras deja caer la corbata sobre la cama.
Después me abraza cariñoso, para lamer mis labios.-Estoy tan caliente.-Me susurra al oído, mientras no puedo evitar oler su perfume, para estar caliente como él.- ¿Por qué no nos recostamos un momento?-Me dice jalándome con él sobre la cama.
-Los niños Demian, están afuera ¿qué tal si entran?-Le dije desconfiada de los niños, porque simplemente son niños.
-Traje conmigo a una niñera, no nos molestaran. –Lentamente pasa su nariz por mi cuello, mientras yo empiezo a temblar.
-Demian quiero decirte algo...-Le digo separándome de él bruscamente, mientras él me mira y me sonríe.
-Porque no mejor dejamos de hablar y dejamos que la ropa vuele.-Demian lentamente pasa sus manos por mi camisa, rompiéndole los botones.
-Demian insisto...-Le contesté, tomando sus manos con las mías.
-No quiero, solo quiero besarte ahora.-Lentamente pasas sus labios con mis labios, para quitarme por completo la camisa.
-No puedo más.-Le dije parta quitarnos la ropa como unos locos. Queríamos hacer el amor, era nuestro deseo y lo teníamos que hacer.
*
Después de tener a Demian dentro de mí un tiempo, él se levanta de la cama, camina al baño para después salir con una caja color rosa.
-¿Qué es eso?-Le pregunté peinando mi cabello, que estaba enredado por las envestida Demian me dio.
-Un regalo.-Se arrodilló enfrente de la cama.- Sé que te decepcione esta vacaciones y no quiero hacerlo más.-Me dice siempre luciendo muy lindo, mientras su sonrisa es tan linda.
-Demian…-Intento decir, pero él me calla abriendo la caja.-Es para ti.- Era un retrato de mi padre y yo antes de morir.-¡Demian!-Lentamente las lágrimas salieron de mis ojos, para sentarme sobre la cama, cubriéndome con las sabanas.
-Sé que lo extrañas, así que estuve algunos meses preparándolo, no quiero que se te olvide nunca.-Me dice mientras mis lágrimas salen, como un río. No podía creer que el talento de mi esposo, haya sido tan grande, como para que me hiciera tal retrato. Pero al mismo tiempo sabía que Demian, siempre llegaba una hora más tarde de lo normal, eso significaba que estaba trabajando en este.
Después dejo el retrato a un lado de mí, para abrazar con fuerza a Demian.
-Es perfecto.-Su cuerpo se junta contra el mío, haciendo una conexión fantástica, no puedo describir lo feliz que soy al lado suyo, ¿pero será que quiero decirle a Demian lo que en verdad siento?
-¿Qué es lo que querías decirme?-Me dice tomándome de las piernas.
-¿Qué?- Es hora Alice.- Te amo.-Ok, no lo logre. No pude decirle nada, después de que me sorprendió con ese regalo que es invaluable. Era uno de los mejores regalos que he recibido.
-¿Es eso lo que querías decirme? Eres tan dulce.-Me aferra entre sus brazos como si fuera un oso de peluche, es las pocas veces que Demian me dice algo tan dulce, ya que él no es un hombre de mucha sensibilidad.
¿Qué voy a hacer conmigo misma? No sé lo que quiero, porque con Demian me siento tan completa, pero sin él me siento tan vacía.
-¿Quieres comer algo?-Me pregunta mientras me mira fijamente.
-No, no tengo apetito.-Le contesté con el estómago revuelto, al igual que la cabeza.
-Qué raro, siempre que tenemos intimidad comemos, ya que la energía se gasta.-Dijo extrañado de que mi hambre, no sea más grande que yo.
-No, no tengo apetito.-Estaba pensando mucho en la plática que tuvimos Austin y yo, así que sabía que tenía que ser sincera con mi esposo, no podía mentirle.-Tengo algo que decirte.-Él de inmediato se sorprendió, pero estaba dispuesto a escuchar.
-Dime.-Me dice prestándome toda su atención.
-En estos últimos días me he..,-Pero me detengo, quizás sea mala idea. Y de pronto vuelvo a ver ese retrato que hizo.
-Sigue....-Me dice poniéndose una toalla alrededor de su cadera.
-Estos días me he sentido...-Pero tenía que decirle.-Tan miserable.
Él ahora me mira desconcertado, sus ojos de alivio han desaparecido.
-¿Miserable?-Pregunta algo sorprendido de escucharme decirle tal cosa.
-No sé qué me pasa Demian, tengo todo lo que siempre quise, pero por alguna razón, me he sentido algo vacía.-Digo sin más, mientras que ahora me sentía un poco más libre. Si me estaba afectando.
-¿Vacía?-Repite mientras no sabe que responder.
-Sin ti en la casa, es una tortura. Y más aparte, sabes que cuando no estoy en casa, estoy viajando, haciendo entrevistas, haciendo sesiones de fotos, reuniones y es algo loco.-Respiro profundamente.-Demian soy algo joven y...-Iba a proseguir pero Demian me para con su mano.
-Lo que quieres decir es que...¿estas aburrida?-Me pregunta mientras me mira con sus ojos avellana.
-No me malinterpretes Demian yo...-Intento componer lo que dijo, pero era una realidad, quizás a pesar de que mi vida no suene tan aburrida, lo es para mí un poco.
-¿Tan harta estas de mí?-Me pregunta dolido, porque sabía que yo estaba trabajando en tantos proyectos, porque era nuestro negocio, por lo tanto tenía que ver con él.
-Demian no, yo te amo.-Intentó tocar su cara, pero él se aleja.
-Te perdí por mucho tiempo Alice, no pienso alejarme de tu vida. Si es necesario te atare a la cama pero no te perderé.-Me dice agresivo, mientras quizás piense que yo quiero el divorcio o algo parecido. ¡Tan extremista!
-Demian no quiero dejarte.-Le contesté antes de que diga otra estupidez.
-¿Pero porque te sientes así?-Me pregunta sin entender nada.-Tenemos todos hecho, tu ahora eres una gran empresaria, eres todo lo que una joven desearía ser a tu edad.
-Porque ya me canse Demian.-Le contesté con amabilidad.
-¿De qué demonios estás cansada?-Me pregunta tomándome de los hombros y jalándome un par de veces.
-De que mi vida no es la misma.-Le grite mientras trataba de hacerlo a un lado.
-Tienes cuatro hijos que te aman, y un esposo, ¿qué más quieres?-Sé que está dolido, ya que me ha dado tanto pero también necesita escucharme a mí.
-Te necesito a ti.- Él me toma de los brazos y me jalonea un par de veces más, para después arrodillarse enfrente de mí.
-Haré todo lo que quieras, no trabajaras más, no te quiero en la empresa mas.-Ahora piensa que esa es la solución.
-¿Que estás haciendo Demian?-Le pregunté mirando lo patético que se está poniendo las cosas.
-Te traeré dinero, te daré una mensualidad con 2 millones de libras, pero te pido no me abandones.-Su petición, me ofendió completamente.
-¿Crees que es por el dinero? ¿Quién demonios crees que soy?-Grité enojada.-Yo gano mi propio dinero.-Estaba molesta, ya que cada trabajo que he hecho, se me ha pagado por a mí completo, realmente tengo acceso a todo el dinero, no sé de qué estaba hablando en este momento.
-No sé qué más decir.-Dice sin palabras, ya que se estaba poniendo una soga al cuello, que no era necesaria.
-Te necesito a ti, no a tu dinero, idiota.-Grité enfadada que hablara del dinero que los dos habíamos ganado.
-¿Entonces qué quieres que haga? Te amo tanto que haré lo que me digas-¿Qué demonios estoy haciendo? Ahora yo me veo como toda una bruja, aquí hay hombre que me ama y yo lo amo a él, ¿qué demonios hice?
-Demian no quiero tu dinero, te amo, no debí decir nada.-Ahora digo arrepentida.
-Ya lo dijiste, te sientes miserable.-Dice parándose del suelo.
-Es duro Demian, lamento haber dicho eso.-Ahora me retracto.-Te amo y amo a mis cuatro hijos no lo olvides, quisiera haber aprovechado un poco mi vida de adolescente.-Ahora trato de darle unas cuantas pistas.- A pesar de eso no me arrepiento de ser madre y esposa. Demian te amo tanto, jamás te abandonare ¿que no lo entiendes?-Le pregunté algo preocupada, puesto que hemos pasado tanto juntos, que el divorcio o algo parecido ni siquiera es una opción.
-Pero no eres feliz.-Me abraza con fuerza, mientras aún sigue de rodillas.
-Solo quiero estar más tiempo contigo, cuando estás tú en mi vida, es perfecta. Pero cuando te vas, soy yo y los niños. Ellos me necesitan, pero yo aún necesito a mi padre hasta a mi madre, pero como ellos no están, tu eres mi hogar, tu eres mi vida. Te amo tanto que sin ti no puedo respirar.-Demian me envuelve entre sus brazos.-Pero también hay que darnos cuenta, que es una locura lo que estoy haciendo. Soy la cara de todo lo que brinda la empresa Volkova, no me había dado cuenta que estaba haciendo tantas cosas al mismo tiempo. Es una locura.-Él ahora toma mi mano con fuerza.-He ido por todo el mundo, pensando que quizás estaba haciendo lo correcto, por nuestro hijos y por nuestra relación, que se me olvido que aún sigo siendo tan joven.-Yo misma sé que he hecho todo eso por amor, por a veces también lo hacía para mantener mi mente distraída, mientras Demian trabajaba. Sabía que tenía que hacerlo, ya que así no me sentiría como un mueble.
-Creo que ya se la solución.-Me dice besando mi cabello.
-¿Cuál es la solución?-Él mira a lo lejos y me dice:
-Tú no te preocupes, yo me encargo.- Me dice limpiando algunas de las lágrimas que ha derramado ¿que estará planeando Demian?