Mila´s POV (Punto de vista)
-Oye tú, ¿no te da vergüenza?-Me quejé al ver al malnacido de Adrián, durmiendo la siesta a plenas ocho de la mañana en su oficina, acabando de llegar lo cual era un completo descaro, pero no se podía esperar nada de ese bueno de este infeliz si bebió anoche hasta las 2am sabiendo que hoy debíamos trabajar. Mi hermano a veces es todo un cretino, pero ¿qué puedo hacer? Lo debo sólo tolerar porque no es como que lo pueda matar solo por ser un vago de poca monta, pero eso sí, con alto status económico.
Llegué a mi oficina después de saludar a mis hermanos y a las empleadas (nuestra empresa tiene mayormente empleadas mujeres) e ingresé a la oficina. Encendí el computador, porque teníamos mucho por hacer ante los eventos que tendríamos la semana entrante, pero algo me llamó la atención, la fecha de hoy: 12 de enero, así que oficialmente ya hoy eran cinco años desde su partida. Suspiré y decidí apagar el monitor. Podría trabajar al menos un par de horas más tarde. Me puse de pie, tomé una botella de vino de la despensa propia que tengo en la oficina, la abrí, me serví una copa y bebí.
Sí, hoy eran cinco años desde que Camilo se había quitado la vida y lo peor, lo peor por lejos por tan estúpidos motivos.
Él y yo tuvimos una relación corta, pero muy buena. Nos conocimos en la universidad, estando estudiando literatura y a las solas semanas, empezamos a salir y me entusiasmé demasiado, tanto que todos mis hermanos lo conocieron al igual que mis padres y de inmediato, les agradó. No sé si es porque era bastante decente comparado a mi relación anterior, el infeliz de Damián que me puso los cuernos con mi propia secretaria, qué mierda, pero Camilo era genial. Tenía el pelo largo, era delgado y blanco, tocaba en una pésima banda de metal que era preferible no cagar en tres días que tener que escucharlos, porque sonaban muy mal, ninguno tenía talento y él, cantaba como la mierda. Para lo único que servían era para que los arrestaran, porque en eso sí tenía una amplia experiencia profesional, pero de resto, al menos en lo musical, les iba muy mal.
No sé por qué se decidió a estudiar esa carrera, yo lo hice porque siempre amé escribir, era completamente lo mío y lo que amaba hacer, pero él no estoy segura de por qué la escogió, pero fue algo fortuito porque así lo pude conocer, aunque eso sí, desistió bastante rápido y se dedicó solo a trabajar en la empresa de su papá, la cual él dirigía, teníamos eso en común, pero la empresa de mi familia era un grupo editorial, la de la suya, era una petrolera. Sí, Camilo se cagaba en plata, pero eso nunca me importó, no me fijé en él por ese motivo, porque yo tuve la fortuna de haber nacido en una familia en que me dieron muchas comodidades, pero nunca me dejé influenciar de esto para ser una persona agrandada, no sería como mis hermanos mayores, quiénes siempre lo fueron (excepto Adrián, o bueno solo un poco), quiénes eran bastante clasistas y andaban en rollos con la policía, al querer evadir siempre la ley, por eso acumulan tanto historial criminal que a la final quedará en nada, pasarán plata a los tombos como siempre y se saldrán con la suya, pero más adelante relataré más sobre eso, sobre mi familia.
Me presento, me llamo Mila Delagorreli, tengo 27 años y justo hoy, cumplía cinco años de haberme quedado sola, por segunda vez en mi vida y esta vez, en definitiva, porque ya ni me molestaría en volverlo a intentar.
Soy la menor de cuatro hermanos varones, los mayores tienen unos 34, 35 y 28 años. Mia padres ambos son escritores y periodistas, se conocieron en este ámbito y desde jóvenes, siempre fueron prósperos al ambos venir de tan buenas familias. Gracias a eso, fundaron una editorial que ahora era un grupo editorial, el cual yo manejaba hoy en día y no ninguno de mis tres hermanos como siempre se hizo, porque ninguno de los tres era escritor, no tenían ni puta idea de la estructura de un libro y si bien trabajaban en la empresa familiar, era meramente por el hecho de tener acciones y la burocracia, son burgueses en todo el sentido de la palabra y no me explico cómo al tener tan buenos padres como los nuestros.
Mis padres eran geniales, se querían entre sí y nos dieron la mejor educación posible, buenas escuelas, salud, viajes y en mi caso, me permitieron elegir siempre qué quería para mi vida, no como mis celosos hermanos, quiénes siempre querían evaluar a la persona que me gustara, pero con mis padres no era así. Tal vez por esta libertad, fue que hace años, tuve una historia que es tan buena para recordar, que quisiera escribir sobre eso, pero aún no me animo porque me da mucha melancolía porque no tuvo nunca un cierre, quisiera poder ponérselo, pero… supongo aún mantengo la esperanza de saber qué fue de ese niño quién fue mi primera alegría y también, la primera vez que tendría el corazón roto y bien en serio, fue un trauma horrible que preocupó mucho a mis padres, pero bueno, no es que pudiesen haber hecho mucho más al respecto de lo que hicieron.
Si mañana cuando esté en el cielo me encuentro a Dios por ahí, sin duda lo único que le preguntaría es si cumpliste con tu promesa, si aún te acuerdas de mí, Danilo, porque yo siempre me acordaré de ti.