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1589 Words
Cuando llegó al punto de encuentro Chan le mandó un mensaje al cliente para hacerle saber que ya estaba ahí. Había llegado 10 minutos antes de la hora acordada, prefería ser él el que espera que al que tienen que esperar. Chan aprovechó esos minutos que tenía libres para seguir en la composición de una pista nueva que tenía para 3RACHA asi que se sentó en un banco cercano y se sumió en su propio mundo. Hacía días que estaba atascado con la parte del pre-chorus, no encontraba ninguna melodía ni ningún ritmo que le convenciera totalmente. De repente mientras tocaba por enésima vez en el teclado de su móvil un ritmo nuevo, media pantalla fue ocupada por el inminente mensaje de @chickenmylove. @chickenmylove En 5 minutos llego Okay  Chan se levantó y miró a ambos lados buscando al cliente cuando se percató de un detalle muy importante, ¿a quién buscaba exactamente? No sabía nada; si era hombre o mujer, rasgos faciales o físicos en general, ropa, pelo... Volvió a sacar el móvil y le envió un mensaje. Ey, una cosa Podrías hacerme una descripción de lo que llevas puesto hoy?   Es que me he dado cuenta de que no sé quien eres jeje @chickenmylove Ooh es verdad Uhm... Llevo una sudadera amarilla y unos pantalones negros rasgados  por la rodilla Verás que llevo también una  mochila roja Vale ^^ Perfecto Chan levantó la vista de nuevo y ahora se centró en buscar personas que encajaran con el perfil que le había dado. Había varias personas con pantalones negros pero ninguna llevaba la sudadera amarilla. Pasaron varios minutos hasta que vio unos pantalones negros y una sudadera amarilla entrando en el parque en el que habían quedado, era un chico rubio. Sonrió al haber descubierto ya su cliente y lo saludó desde la distancia. Sin embargo enseguida se jactó de ello al ver el rostro más claramente. ― ¿Woojin? ―se le heló la sangre al descubrir que acababa de saludarlo, especialmente efusivo. Woojin hizo como que no lo vio y evitó el contacto con Chan. ―Bien hecho, solo sabes que empeorar la situación ―se dijo a él mismo mientras volvia a sentarse. @chickenmylove Ya he llegado Al recibir eso siguió buscando con la mirada, era lo mismo que antes. Mucha gente con sudadera amarilla, mucha con pantalones negros, mucha con mochila roja sin embargo nadie llevaba las tres cosas combinadas. Bueno, nadie no. Había una persona que sí, y ese era Woojin. Chan se quedó pensativo mientras lo observaba de lejos. Estaba sentado unos bancos más allá de él. Llevaba la sudadera amarilla y los pantalones rasgados, debajo de sus pies reposaba su mochila roja flamante. Estaba revisando su teléfono compulsivamente y miraba a los lados también. Se lo veía nervioso, no paraba de mover la pierna, parecía como si estuviera esperando algo. ¿Podría ser él? No, imposible, se decía Chan. Woojin era uno de los chicos más masculinos que había en la universidad aparte de ser uno de los más mujeriegos también, y después de lo que pasó entre ellos dos estaba claro que no era muy fan de lo homosexual. Pero... ¿Podría ser que haya cambiado? ¿Que haya aceptado que hay gustos para todo? Se lo pensó varias veces y después de unos largos minutos decidió seguir esperando para ver si aparecía alguien con esa descripción, eso solo una mera casualidad. Pasaron 10 minutos de la hora acordada cuando recibió otro mensaje. @chickenmylove Dónde estás? Llevo 10 minutos esperando Al leerlo Chan no pudo evitar revisar que es lo que estaba haciendo Woojin en esos momentos y comprobó que, efectivamente, estaba escribiendo al teléfono. Enseguida recibió otro. @chickenmylove Tengo otras cosas que hacer Si no puedes hoy me lo dices y quedamos otro día Chan volvió a mirar a Woojin. Se estaba levantando, parecía molesto. Entonces decidió hacer una prueba de fuego que demostraría o desmentiría su teoría. No, no te vayas Estoy aquí yo también Cerca de una estatua de un sargento montando un caballo Después de enviar el mensaje Chan miró que hacía Woojin. Si se giraba hacia esa estatua confirmaría que Woojin compra mangas yaoi, si no todo había sido una coincidencia o una mala pasada de la vida. El coreano revisó su teléfono y giró repentinamente su cabeza hacia la estatua. Todo eso bajo la atenta mirada de Chan. No se lo podía creer, Woojin era un fanático del amor entre chico y chico. Se sintió raro, ¿decepcionado? ¿Sorprendido? ¿Alegre, tal vez? Teniendo eso asegurado caminó en su dirección más seguro hacia él. Woojin sintió unos pasos yendo en su dirección y se giró de inmediato, tenía ganas de recibir su paquete. Sin embargo una cruda sorpresa lo esperaba. ― ¿Chan? ¿Qué haces aquí? No tengo tiempo, estoy esperando a alguien ―respondió seco Woojin y volviendo su mirada a la estatua. ―Por ahí no encontrarás a quien buscas ―le respondió lo más sereno que podía. Era la primera vez que volvían a hablar después de tanto tiempo. ― ¿Eh? Que sabrás tu de quien busco y quién no. Anda hazme un favor y esfúmate ―pidió, bueno, más bien exigió. Chan formó una fina línea con sus labios y prosiguió a sacar su teléfono. Estoy detrás de ti Gírate Evidentemente Woojin se giró y le molestó el hecho de que Chan siguiera allí. Tenía que deshacerse de él antes de que viera que estaba a punto de recibir un paquete que llevaba esperando durante días. ― ¿Sigues aquí todavía? Te he dicho que te vayas, no me hagas empeorar la situación ―espetó Woojin tratando de mirar por detrás de Chan para ver si veía a alguien con algún paquete. Háblame bien No te he hecho nada malo ― ¿Qué...? ―miró confuso hacia la pantalla leyendo otra vez el mensaje. Woojin no entendía lo que decía, ¿de qué estaba hablando? ― ¿Buscas esto? ―preguntó Chan sacando un paquete de tamaño de un papel A4. Claramente pudo leer que en la etiqueta que había pegada figura su nombre de usuario de twitter. El coreano lo miró estupefacto y aunque al principio se quedó sin palabras no tardó en estallar contra él. ― ¿Qué haces tu con eso? Dámelo ―dijo molesto intentando arrebatarle el paquete. ― ¿Qué qué hago? Pues, si me hubieras dejado explicarme sabrías a estas alturas que yo soy quien te tiene que entregar el paquete ―respondió con serenidad Chan. Woojin se lo quedó mirando boquiabierto, esto debía ser una broma pesada. ―No, mientes, ¿cómo sabes que recibía un paquete? ―preguntó agresivo Woojin. ― ¿Me acosas? ¿Todavía te gusto no? Es por eso que vigilas todo lo que hago ¿verdad? Te voy a denunciar por invasión del espacio personal. ―Eres un estúpido ―escupió Chan con desprecio. Había intentado ser lo más tranquilo posible, sin perder los estribos, pero su paciencia estaba llegando a su límite. Puso el paquete de vuelta en su bolsa y levantó las manos al aire. ―Está bien, lo que tu digas. Si no me crees quédate aquí esperando tu paquete. Dio media vuelta y empezó a caminar de regreso a su coche. La verdad es que no le importaba dejarlo ahí tirado, los mangas estaban pagados ya y el hecho de que tuviera sentimientos por él no le impedían nada. Woojin suspiró de frustración, no podía ser. ― ¡Espera! ―gritó. Chan se quedó parado pero no se giró. ― ¿De verdad eres tu...? ―Ya te he dicho lo que pasaba, si me crees o no ya es cosa tuya ―dijo Chan girándose hacia él. ―Está bien, te creo... ¿Me das el paquete? ―pidió Woojin tendiendo la mano hacia Chan. El australiano lo miró poco convencido, se cruzó brazos y se quedó ahí parado. Woojin enseguida captó de qué se trataba. ― ¡Oh, venga ya! No fastidies. ― ¿Lo quieres o no? ―preguntó sacando el paquete y sacudiéndolo delante de él. ― ¡Aaah...! ―gritó exasperado. Se pasó una mano por el pelo y volvió a mirarlo, con un poco de rabia tal vez, de que por una vez él fuera el dominado y no el que domina. ―Me puedes dar el paquete... ¿Por favor? ― ¿Y...? ―preguntó Chan inquisitivo. ― ¿Y... Perdona por mi actitud anterior? ―dijo Woojin no muy seguro de lo que estaba diciendo. Chan sonrió satisfecho y le entregó el paquete el cual Woojin le arrebató bruscamente. ―Pues... Gracias por comprar conmigo y espero que sigas comprando. Nos vemos ―finalizó Chan yéndose en dirección contraria para salir. ― ¡Espera! ―volvió a llamar Woojin. ― ¿No quieres nada? A ti, pensó Chan pero obviamente no lo dijo en voz alta. ― ¿Si quiero qué? ―preguntó sin entender muy bien a que se refería. ―Sabes mi secreto. Supongo que quieres algo para que te haga callar y no se lo digas a todo el mundo ―dijo con aires altaneros. ―Uhm... Pues... Tu también sabes el mío ―dijo Chan pensativo. Woojin solo lo miró confuso. ―Digo, sabes que vendo mangas yaoi. ―Ya pero bueno... Deberías entender que estamos en situaciones diferentes... Yo soy Kim Woojin, popular, apuesto y bueno, perfecto, en definitiva. Y tu eres... Tu ―acabó mirándolo con cierto desprecio en su mirada. Chan bufó molesto. Antes Woojin no era tan hipócrita y... Gilipollas como ahora. ―Piensa lo que quieras. No se lo voy a decir a nadie si es eso lo que te preocupa ―dijo despreocupado Chan dejando, esta vez si, el parque. Woojin siguió llamándolo a sus espaldas pero él solo lo ignoró. Había tenido suficiente espectáculo de esa función llamada "Quiero aparentar lo que no soy". Todo era distinto. Antes podías hablar confortablemente con Woojin de cualquier tema y eso era lo que le gustaba a Chan. Sin embargo pareció olvidarse de ello cuando empezó a juntarse con los populares y cambió hasta su propia mentalidad. A pesar de todo Chan no podía olvidar el Woojin que conoció una vez y en su interior deseaba y sabía que ese Woojin seguía ahí, simplemente no pudo dejar de quererlo después de todo.                                     
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