—Por fin estamos solos, pequeña— dijo mientras sigue sujetándome, pero esta vez quitó la mano de mi boca. Quise gritar, pero no me animé a hacerlo, no tengo idea de lo que él sería capaz de hacer si lo hago. —No entiendo a que se viene todo esto, por favor suéltame— dije intentando razonar con él, pero no sé si podré hacerlo porque está comenzando a asustarme. Sabía que había algo extraño en él, pero no imagine que fuera tan raro, que fuera capaz de acosarme, una cosa es tener una personalidad extraña, una personalidad que no cae en gracia, pero otra muy distinta es ser un maldito acosador. —Me di cuenta durante la grabación de que te morías por estar conmigo, morías porque te tocara. Enseguida comenzó a pasar su mano por debajo de mi falda y a poner una cara asquerosa. Además de s

