capitulo1
Mi nombre es Matsuyama Akiko y me vi obligada a escapar de mi palacio y de mi atacante que se convertiría en mi esposo.
Me refugié en el monte Mitake, ya que mi vida y el futuro de mi reino dependía de eso…
Me adentre en el monte cuando empezó a llover y escuche un estruendo que me erizo la piel, a lo lejos unas cuevas donde podía refugiarme de este diluvio.
Ya refugiada en esa cueva y temblando de frio, escuché un rugido gutural que me que me atravesó por completo, era un rugido de dolor, como si un animal estuviera herido, como pude fui a investigar de dónde provenía ese rugido.
Mi vista se fue adaptando a la oscuridad y avance unos metros hacia adentro de aquella cueva y vi una gran sombra, me acerque poco a poco y vi a un enorme dragón de piel azul metalizado, me quedó petrificada al ver a esta preciosa criatura, pero no huyo, por alguna razón no siento miedo, me quedó al darme cuenta que estaba lastimado; corto un trozo de mi hermoso junihitoe y le limpio la herida y me doy cuenta que era una herida de flecha
- ¿Qué te paso? - doy un paso a tras esperando a que me contestara
–Debo de estar loca, estoy hablando con un dragón que no debería existir y lo peor estoy esperando a que me responda- Niego con la cabeza sin dar crédito a lo que estaba haciendo.
- ¿Por qué entraste a esta cueva? - dejo de limpiar la herida y doy unos pasos hacia atrás para poder ver los ojos del dragón
- ¿Puedes hablar? – El dragón asintió
- ¿Cómo te llamas? –
- Ryūjin – Asiento y sigo limpiando su herida
- ¿Cómo te llamas princesa? -
- ¿Cómo sabes que soy una princesa? –
- Por el vestido que traes, solo la realeza los usa-
-Sabes mucho de vestidos, siendo un dragón- Ryūjin soltó una ricilla burlona
–Aun no me dices tu nombre princesa- Suelto un suspiro
–Me llamo Matsuyama Akiko-
-Creo que ya estoy bien Matsuyama-sama-
–Solo dime Akiko- Ryūjin asintió, pasamos un rato en silencio
–Akiko… Tú también estas sangrando-
Volteo a ver mi brazo derecho que estaba sangrando por una cortada
- ¿Qué te paso? -
-Debí cortarme con alguna rama mientras corría a refugiarme de la lluvia- La mirada del dragón se oscureció al ver mi herida
– Bueno querida princesa yo nunca he visto una rama de acero- volteo a verlo bruscamente, su mirada se oscureció aún más y a luz de las llamas de la pequeña fogata que hicimos se vio su mirada de un gris, Ryūjin contuvo la respiración y abrió tanto los ojos que podía verme claramente reflejada en ellos.
– Intentaron matarme…- Eso hizo que Ryūjin regresara a realidad y bajo la mirada para verme el rostro, asintió para animarme a continuar
- Soy la primogénita del terrateniente de Nagano y otros terratenientes han pedido mi mano en matrimonio, ya que mi padre tiene unos de los más grandes ejércitos en toda la región-
Volteo por completo para quedar cara a cara con Ryūjin y nuestras miradas chocaron, mi mirada azul como los mares y el gris cobalto en la de Ryūjin.
Mi corazón comenzó a latir muy rápido al ver los hermosos ojos del dragón que tengo frente a mí, es una creatura hermosa, no siento miedo al estar con él en esta pequeña cueva, me siento más segura en esta cueva con él que en mí palacio.
– Mi padre está enfermo y no saben cuánto tiempo vivirá, soy la única hija que le queda, Ya que a mi hermano y hermanas se los llevo una terrible enfermedad; mi padre pensó en algo para mantenerme segura y dentro de nuestro linaje, así que me comprometió con mi primo ya que mi tío es terrateniente de Yamanashi-
La mirada de Ryūjin se oscureció al escuchar que estaba comprometida, el asintió para que continuara
- Cuando Izumi Katashi Me cortejaba, era muy atento, me conocía bien ya que mi primo paso una temporada con mi padre para aprender sobre las guerras- Ryūjin solo asintió y ya no pude detenerme.
- Pero hoy se hizo oficial nuestro compromiso y se hizo una gran fiesta y es por eso que huso este ridículo kimono- tome las doce capaz del junihitoe y las dejo caer con desprecio
-A mitad de la fiesta no me sentía bien y pedí retirarme, mi tío le pidió a Izumi que me acompañara a mis aposentos y mi padre no tuvo otra opción que acceder- Ryūjin se tensó tanto que la herida se volvió a abrir, corto otro pedazo de mi vestido para volver a limpiar la herida
– No deberías seguir arruinando tu hermoso kimono princesa, sano rapido-
Mi mano se quedó a medio camino y lo miro a los ojos y el dejo de respirar ya que en mi mirada había un sentimiento, sufrimiento la veía reflejada en su mirada y él sabía que atendiéndolo a él me distraería y al negármelo la cruda realidad me inundaba, el suspiro y se dio por vencido
–Continua con tu historia Akiko- asentí y tomo una gran bocanada de aire y continuo
- Al llegar a mis aposentos el me tomo por el brazo, lo que me sorprendió, pero paso una de mis damas y me soltó y en cuanto lo hizo me hice a un lado, le di las gracias por acompañarme y su mirada se oscureció, me vio de una manera tan grotesca-
Tiemblo al recordarlo, Ryūjin abrió los ojos y extendió una de sus grandes alas alrededor de mi como si me cobijara, volteo y le muestro una débil sonrisa, me muevo un poco para poder limpiar la herida de su cuello
- Le di las gracias por haberme acompañado y el dio un paso hacia la entrada de mis aposentos y yo di uno hacia atrás, me dijo que era un placer, me tomo del brazo más fuerte y le pedí que me soltara porque me hacía daño-
el cuello de Ryūjin se tensó, dejo de limpiar y lo miro a los ojos él los abrió mucho al ver que lloraba, con uno solo de sus dedos me limpio las lágrimas, tome su dedo y le dedique una débil sonrisa, me conmovió tanto ese simple y dulce gesto.
–No es necesario que sigas- aun tomando su dedo niego con la cabeza y suelto un gran suspiro
– Me dijo que no esperaría a la boda, que tomaría lo que ya es suyo en este momento, me tiro sobre mi futón y rompió la primera capa de mi vestido, me defendí y Salí llamando a los guardias, pero me tomo del brazo y me dio una bofetada-
Ryūjin quito su dedo y pudo ver el moretón que resaltaba mucho, una mancha roja invadiendo mi piel blanca
- Como me defendí sabía que no se saldría con la suya y que además de eso perdería el ejército de Nagano, así que desenvaino su katana y trato de matarme, una de mis damas nos vio y grito eso hizo que la música se detuviera y que mi guardia personal viniera a mis aposentos, mato a mi dama y se dirigió a hacia mí, sentí que me roso con su katana, le rompí un jarrón que alcance a tomar y Salí huyendo, sabía que mi propio palacio ya no era seguro así que vine aquí-
Me encogí de hombros como si eso lo explicara todo, Ryūjin asintió y volvió a recostarse, me levanté y vi afuera de la cueva y aun llovía
– Lloverá toda la noche- Ryūjin me dijo un poco adormilado volteo a verlo, doy unos pasos, pero comienzo a marearme Ryūjin extendió una de sus alas, di un paso más y me hundí en una tranquila oscuridad.
Al despertar no vi a Ryūjin, me levantó bruscamente cuando escucho la voz de el
– No Akiko podrías abrir la herida- Su voz se escuchaba a lo lejos la escuchaba a través del eco de la cueva, pero sabía que era la suya, Me recosté de nuevo y ve que me cubría un hermoso Kimono de hombre
- ¿De dónde sacaste esto? – Le pregunto tomando el kimono con la mano
– Es mío- y Ryūjin salió de una de las grietas de la cueva, pero su apariencia ya no era la de un enorme dragón, sino la de un humano alto de piel morena con cabellera cobriza recogida en una cola de caballo
- ¿Quién eres? ¿Qué le hiciste a Ryūjin? - Él se acercó poco a poco a mi lado con las manos un poco arriba tratando de calmarme, se acercó lo suficiente para que sus ojos se distinguieran a la luz de las llamas, se sentó a un lado de mí y me explico
– Esta es mi apariencia humana- El soltó un suspiro
– Aquel enorme dragón que viste y curaste en esta cueva era yo – Al enderezarme pude distinguir la herida del cuello ahora más grande
- ¿Cómo es eso posible? - Ryūjin guardo silencio, podía ver en su rostro que pensaba con cuidado las palabras que quería decirme para poder explicar como paso de ser un enorme dragón a un humano joven y atractivo
– Tú me contaste tu historia y ahora yo te contare la mía – asiento y se sentó, Ryūjin tomo su kimono y me lo puso sobre mis delgados hombros
– Veras mi clan reina en este monte, en lo más alto de este monte esta mi palacio – Voltea a verme y puedo ver la duda en él.
– Mi linaje desciende de los antiguos dragones que algunas vez gobernaron estas tierras y los aires, mi tátara abuelo se enamoró de una humana pero paso lo que pensaron que nunca sucedería, tuvieron a su primer hijo, para sorpresa de ellos nació con apariencia humana, años después tuvieron una niña igual de apariencia humana, pero un día los quisieron asaltar, al sentirse amenazados el mayor de tan solo unos quince años se transformó en un dragón, era pequeño, aún tenía apariencia de un cachorro pero más fuerte que aquellos humanos, solo un golpe de su cola basto para derrotar a esos ladrones, tomo a su madre quien llevaba en brazos a su hermana y voló hasta este monte, mi tátara abuelo los siguió al detectar el olor de ellos en el aire y se escondieron justo en esta cueva-
Estoy tan atenta al relato de Ryūjin lo miro embelesada mientras cuenta su historia- Mi tátara abuelo se los llevó a la cima de este monte y les construyo un palacio para que su amada y sus hijos pudieran vivir tranquilos
– Espera esa historia me la contaba mi abuela cuando era una niña, ella me decía que tuvo el placer de conocer a la princesa del monte Mitake, pero pensé que solo era un cuento – Ryūjin Asintió
– Si, mi tátara abuela era la misteriosa señora de ese palacio que apareció de la nada en la cima del monte- Ryūjin sonrió de oreja a oreja al ver lo fascinada que estaba y de cómo me brillan los ojos al escuchar su historia