NARRADOR OMNISCIENTE
Ya era de noche cuando la familia Hayes se encontraba en el auto camino a la mansión. Finalmente habían dado de alta a Olivia luego de unas largas semanas en el hospital llenas de revisiones y algunos estudios.
La nombrada se encontraba en el asiento de copiloto y el pelinegro conducía, mientras su hija se encontraba en el asiento trasero durmiendo. Ambos estaban callados, no había mucho de qué hablar; Olivia miraba por la ventana y él mantenía su vista fija en el camino.
-¿Me odias?- Preguntó de repente, haciendo que Sebastian se sorprendiera.
-¿Por qué lo haría? Trajiste al mundo a nuestra hija sana y salva.- Respondió calmado, pero también confundido.
-Entonces, ¿por qué querías desconectarme de lo único que me mantenía viva?- El pelinegro suspiró.
-¿Quién te
