SEBASTIAN Saco a Armonía de su asiento para auto y la tomo en mis brazos, también coloco el bolso con ropa, biberones, pañales y chupones en mi brazo. Cierro con dificultad la puerta del auto, poniéndole seguro. Las puertas del hospital se abren automáticamente cuando me paro frente a estas. Personas consolándose mutuamente mientras lloran, doctores y enfermeras corriendo de aquí para allá, es lo primero que veo al entrar. Cómo odio tener que venir, no me gustan para nada los hospitales. -Vamos a ver a mamá.- Le susurro a la pequeña, que se encuentra dormida. Cuando entramos al ascensor, toco el botón del piso 2, en el que se encuentra Olivia. Voy a dejar a la bebé con Alexandra y Dylan para ocuparme de unos asuntos. No me gusta dejarla, pero debo hacerlo; ella no puede ver lo que esto

