NARRADOR OMNISCIENTE Días antes... Dylan acariciaba con suavidad el cabello de la castaña con una sonrisa triste. Verla conectada a esas máquinas que le permitían seguir viva... dolía. Soltó un suspiro. No sintió cuando Alexandra entró por la puerta con dos sándwiches en la mano y un refresco en la otra. Se quedó mirando a Dylan, esperando que se diera cuenta de su presencia. -Dylan.- Lo llamó, pero el nombrado no volteó. Rodó los ojos por su infantil acción. ‐Dylan, mírame.- Pidió. El castaño sólo seguía acariciando el cabello de Olivia. Alexandra negó con la cabeza y dejó la comida en una pequeña mesa al lado de la camilla, logrando llamar la atención del chico. -Hoy no desayunaste por quedarte aquí. Debes comer algo.- Dylan negó con la cabeza. -No tengo hambre, gracias.- Respon

