19- Desayuno en la cama

2200 Words
ALEXA A la mañana siguiente, no hago ejercicio. Porque físicamente no puedo. Resulta que Nolan tiene una condición medica llamada. “Pollus enormus”. A lo que el cariñosamente se refirió como “reorganizar mis órganos” una vez que llegamos a la segunda ronda en la cama anoche probablemente podrían ser verificados por un médico. Estoy bastante segura de que necesito un quiropráctico después de todos los golpes que recibió mi pelvis. Y no podría estar más feliz por eso. Suaves besos recorren mi columna vertebral. Sonrió, acurrucándome de nuevo en él. Pasamos la noche entrelazados de alguna manera; yo en sus brazos, o nuestros tobillos tocándose, algún brazo ocasional sobre el otro, y despertar con esto hoy envía otra ola de felicidad que me recorre el cuerpo. Esto es perfecto. Es mucho mejor de lo que imaginaba que podría ser. –Buenos días, nena– Su voz áspera en mi oído me hace presionar mis muslos juntos. ¿Cómo puedo estar cachonda después de los increíbles orgasmos que me dio ayer? Apenas vamos por el segundo día y ya hemos perdido la cuenta. –Buenos días– susurro, moviendo mi trasero en su regazo. Deja escapar una siseo bajo, su palma caliente recorriendo mi cadera y el costado de mi pierna. Y un momento después, siento el acero caliente de su polla presionada contra mis nalgas. –Creo que voy a desayunar en la cama– Besa el hueco de mi cuello, y antes de que pueda preguntar qué demonios quiere comer tan temprano en la mañana, su mano se desliza hacia mi coño. Ahhh. Si. Mis piernas se abren para él mientras sus dedos se deslizan entre mis pliegues. Jadeo. Porque anoche, solo nos centramos en los golpes. Y todavía hay mucho por explorar. –¿Qué te parece? – me besa el hombro mientras me aprieta el clítoris suavemente. Me muero de hambre. Mis ojos se cierran de golpe. –Mmm– Ya me he quedado sin palabras, y ni siquiera me he levantado de la cama. Nolan nos quita las sábanas y me acuesta boca arriba. Cuando se coloca entre mis piernas, separándolas, me siento aliviada de que en realidad no se refería a pedir servicio a la habitación a las siete de la mañana. En la tenue luz del sol entrando a través de las delicadas cortinas blancas, parece de alguna manera áspero y crudo. La barba incipiente en su mandíbula, la corpulencia de sus hombros mientras se baja entre mis piernas. Es ancho, poderoso y atento. No estoy segura de que alguna vez haya habido una combinación más sexy. Me presiono la frente con la mano mientras el separa aún más mis muslos. –¿Por qué haces una mueca? – pregunta. –Porque solo estás mirando mi v****a– Se ríe, acariciando el pliegue de mi pierna. –Bueno, es jodidamente preciosa– –Esta maltratada y magullada, después de lo que me hiciste ayer– –¿Estás dolorida? – –Si– Me cubro la cara con ambas manos. –¿Esto es raro? – Su risa es gutural. No. absolutamente no. cubre mi clítoris con sus labios, pasando la lengua por encima por si acaso, y el calor llena mis venas. Mis muslos se abren más, por voluntad propia esta vez. –Esto es lo que he estado esperando– Acaricia mi coño, dando besos lentos alrededor de mi clítoris. Se toma su tiempo, siendo lento y minucioso, lo cual es igual de excitante, si no más, que nuestro apasionado roce de la noche anterior. –Mmmm– Me derrito de nuevo en la cama. Si. Esto es agradable. Esto es lo más agradable que me ha pasado en la vida. –¿De verdad has estado esperando esto? – –Oh, Dios mío– Aplana su lengua sobre mi clítoris, su mirada azul hielo me clava en mi lugar. –No tienes ni puta idea– Me rio débilmente, pero mi voz se apaga cuando el roza mi necesitado nudo con sus dientes. –El otro día, cuando te vi inclinada en el baño– El sorbe mi coño y yo arqueo la espalda, necesitando más. –Casi te como en el acto– –Ojalá y lo hubieras hecho– Cierro los ojos con fuerza. Se siente tan extraño, pero tan bien finalmente admitir estas cosas. –He estado soñando con ello durante meses– Hace una pausa frunciendo el ceño. –¿Hablas en serio? – Asiento. Dios, se ve bien ahí abajo, enterrado entre mis piernas. Gruñe y vuelve a su trabajo. Cubre mi montículo con sus labios y mueve su lengua de un lado a otro sobre mi clítoris. un gemido bajo se me escapa mientras me derrito contra él. –Mierda, Alex. ¿Podríamos haber estado haciendo esto durante meses? – Desliza un dedo dentro de mí, su lengua dibujando círculos. El hecho de que me esté mirando, con una intensidad infernal, solo me acerca al límite. –Yo…yo no sabía…– cada vez es más difícil hablar. –Pensé que tú…– –Bueno, ahora lo sabes– introduce un segundo dedo dentro de mí, abrasándome con una sonrisa diabólica. –He estado soñando con follarte durante demasiado tiempo. Ahora eres mía, nena– Entierra su cara entre mis piernas de nuevo, prodigando mi clítoris con toda la atención lenta y arremolinada que he estado extrañando durante toda mi vida. Me balanceo contra su cara, una maniobra que nunca había hecho antes con Andy, ni con mi otro ex, Daniel, con quien Salí durante seis meses, pero con quien nunca tuve sexo. Pero con Nolan se siente bien. Se siente soltarse, sumergirse de cabeza en este remolino travieso y emocionante. Desliza sus manos debajo de mí, apretando mis nalgas. Me mantiene pegada a su cara mientras me come, más rápido ahora. Gimo y me froto contras su cara, completamente desinhibida ahora. Estoy follando su cara, y oh, Dios mío, es maravilloso. Me chupa el clítoris de nuevo, y lo pierdo. Mi orgasmo hace POP, y el calor inunda mis extremidades. Grito, apretando mis muslos alrededor de su cabeza. Rompe la succión y hunde su lengua en mi coño, lo cual es algo suave y sexy que aún no había considerado. Me convierto en un charco de satisfacción y lealtad inquebrantable. Porque esta es la verdad. Estoy enamorada de él. ¿Y ahora que él dice que soy suya? Soy malditamente suya. Cuando Nolan se aparta, su boca brilla y sonríe como si supiera un secreto. Ahora yo también se el secreto. El secreto es que Nolan puede comer coños como una leyenda. Intento hablar y fallo. Lo alcanzo, pero mi brazo cae flácidamente sobre la cama. El solo sonríe con suficiencia y se levanta de la cama. Me da un beso húmedo en los labios, manchado con mis propios jugos y todo, y luego se va al baño con una enorme tienda de campaña en sus bóxer. ¿Esto es la vida real? El agua corre en el baño por un momento. Cuando vuelve a salir, el bulto es su ropa interior se ha reducido ligeramente, pero no por completo. Se reúne conmigo en la cama y me abraza. –Fue un desayuno maravilloso– me dice en la oreja. —Eres demasiado bueno– le digo, dándole un manotazo, pero fallando. Su bíceps se abulta cuando me aprieta contra él. –No tú– Me río y cierro los ojos. Nos quedamos así un buen rato, envueltos en un c*****o de brazos, calor y una seductora sensación de perfección. Finalmente suena su alarma, recordándonos el día que nos espera. Cuando intenta apagarla, recuerdo mi propio teléfono. El hecho de que tengo una vida fuera de esta cama. Me pregunto qué está pasando en ese mundo. Bostezo, buscando mi teléfono, intentando reconectarme lentamente con cualquier cosa que no sea la cabeza de Nolan entre mis piernas. mientras paso las pantallas, fragmentos de lo que dejé atrás, antes de tener sexo con Nolan, regresan a mí. Es decir, el hecho de que ha pasado otro día y mi hermana todavía no me ha escrito ni me ha contado sobre los niños. Abro el hilo de mensajes. Estoy empezando a acecharlo, pero nunca cambia desde los tres mensajes sin respuesta que he enviado durante la ultima semana. Alexa: ¡Hola, Flor! Ya los extraño. Espero que todo esté bien. Alexa: ¿Alguna foto o actualización de los niños? Los extraño mucho. Alexa: ¿Están bien? También inicié una videollamada hace dos días, la cual ella rechazó. En este punto, estoy bastante segura de que no me está hablando. Mi euforia inducida por Nolan baja un poco. No espero que le importe lo que estoy haciendo aquí. Ni siquiera espero que me pregunte como va todo por una fingida muestra de cariño. Esperaba que al menos me mantuviera en contacto con Ricky y Bama Le envió un mensaje rápido a mi mama: Alexa: Hola mamá. ¿Cómo estás? Estamos en Chicago ahora. solo me preguntaba si has hablado con Flor. He estado intentando contactar, pero no me responde. Mi mamá estaba vagamente intrigada por la competencia cuando le dije que me iba, tan interesada como mi jefe. y El lago, de hecho. Una especie de confusión distante mezclada con un ligero desdén, pero con la necesidad de que al menos parezca marginalmente comprensiva. A que, en realidad, soy un pastel de capas descontento. Mi mamá siempre está despierta a esta hora del día, así que responde rápido. Mamá: La vi anoche, están bien. En una escala del uno al comprensivo, mi mamá está en un tres. Prioriza a Florencia y a sus nietos, a lo que estoy acostumbrada. Desde que nació Alabama, mi madre y mi hermana han dejado clara su postura: no tengo hijos, así que mi vida no es tan importante. Reviso el correo electrónico y juego un rato con mi teléfono. Luego recibo otro mensaje de texto. Flor: Lo siento, he estado super ocupada. Su respuesta me dice que mamá probablemente se comunicó con ella y le dijo que estaba preguntando por ella. pero su respuesta es como no responder en absoluto. Ningún reconocimiento a mis preguntas. Ninguna actualización. Ninguna pregunta sobre el hecho de que estoy en medio de un reality show. Suspiro y alejo el teléfono. Nolan se rueda hacia mí. –¿Qué pasa? – –Nada– –Vamos– Me da un codazo. –Acabo de lavarme la cara con el jugo de tu v****a. Puedes decírmelo– Una carcajada sale de mí. –¡Dios, Nolan! Cuando lo dices así. – –¿Y bien? ¿Por qué suspiras? – –Flor finalmente me respondió. He estado enviando mensajes de texto durante días. Incluso intenté hacer una videollamada. Solo quería saber cómo estan. Ver algunas fotos de los niños. Y acaba de escribir. “Lo siento, estoy super ocupada”– Nolan apoya su barbilla en mis bíceps, su mirada cristalina escudriñando mi rostro, –¿Estás sorprendida? – –No. En absoluto. Simplemente no puedo entender por qué todavía me duele– –Porque es tu hermana, y esa es una forma mierda de tratar a tu hermana– dice Nolan. –Le daría mi camisa. Me salto turnos en el restaurante para que pueda llevar a su novio a juicio. Literalmente le he dado dinero, las llaves de mi auto, comida de mi propio refrigerador. Sin embargo, todavía siento que me está castigando por atreverme a irme. Como si me estuviera juzgando por tomar la decisión equivocada– Nolan niega con la cabeza. –Cariño, no estás haciendo nada malo. Si te está juzgando, es porque no está contenta con sus decisiones, no las tuyas. Ella es infeliz. Quiere que tu también lo seas– Dejo escapar un suspiro. Tiene razón. –Ojalá y pudiéramos volver a ser hermanas– Hago una pausa, pensando un poco más profundamente. –Ojalá y dejara a su maldito novio– –No es tu desastre el que debes arreglar o resolver, nena– Me da un beso en la frente. –Tienes que ser tu– Las palabras de Nolan hacen que el mundo se sienta bien de nuevo. Cojeo hasta el baño, ambos nos reímos de lo difícil que es para mí caminar, lavarme la cara, cepillarme los dientes y empezar a prepararme para el día. Cuando vuelvo al dormitorio, veo la papelera, llena de condones usados. La señal de una noche increíble. Nolan se pone una camiseta negra con el logo de su banda favorita. Tiene gustos musicales variados, pero el death metal es uno de sus favoritos no tan secretos. Con pantalones cortos oscuros, zapatillas negras y su cabello castaño oscuro cayéndole sobre los ojos, es moreno, intenso, guapo y provocativo, todo al mismo tiempo. Él es Nolan Él es mi Nolan. Se da cuenta de que le sonrió, lo que hace que una sonrisa tonta se dibuje en su rostro. Pronto, estamos sonriendo juntos, abrazándonos, meciéndonos hacia adelante y hacia atrás. Se siente como si lo hubiéramos estado haciendo durante años… Solo espero que esta fantasía no termine cuando termine la competencia.
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