TRANQUILIDAD

1189 Words
Giro sobre mi propio eje antes de caer en un pie escuchando el sonido de la navaja de los patines romper el hielo al tiempo que siento el frio acariciar mi rostro. Sonrió ampliamente mientras continúo patinando ya que es algo que amo hacer desde la primera vez que puse un pie en una pista de hielo cuando era aún una niña. - Maria – escucho mi nombre lo que me hace detener volviéndome en busca de la persona que me llama y me encuentro con Helder, mi novio desde que entre a la universidad. Sonrió ampliamente caminando hasta él que me extiende una botella de agua. - Gracias – digo bebiendo de esta mientras lo observo. - ¿vamos a cenar? - ¿A dónde quieres ir? – pregunta él tomando mi mano ayudándome a salir de la pista abrazándome por la cintura antes de besarme. - Cualquier cosa estará bien – respondo a lo que él se aparta hincándose para desanudar los cordones de mis patines. Cuando me los quita me toma en brazos haciéndome reír, lo veo tomar mi maleta de deporte junto a los patines sacándome de allí. Mientras camina hablamos sobre nuestros estudios, al hacerlo lo observo dándome cuenta lo mucho que amo mi vida. A pesar de que nunca conocí a mis padres desde que tengo memoria me ha criado y cuidado mi nana Manuela, ella siempre me lo ha dado todo y me a tratado de hacerme feliz para que no sufra de la ausencia de mis padres, aunque ahora que lo recuerdo siempre que toco el tema ella lo evade. - Este viernes habrá una fiesta en la faculta – habla él sacándome de mis pensamientos – ¿vienes conmigo? - Por supuesto, no quiero que otras chicas piensen que estas soltero – hablo besando su mejilla haciéndolo reír. - Sabes que solo tengo ojos para ti – responde él poniéndome sobre mis pies cuando llegamos a la entrada de los vestidores. – ve, aquí te espero. - No tardo – lo beso fugazmente antes de tomar mi maleta de deporte entrando al vestidor donde voy a darme una ducha rápida y vestirme. Elijo un pants n***o con líneas blancas a los costados, suéter del mismo color y tenis blancos. Ato mi largo cabello en una coleta alta, para después tomar mi morral y maleta saliendo encontrando a Helder hablando por celular, me acerco silenciosamente a él notándolo tenso. - Entiendo señor – habla a lo que enarco una ceja observándolo – estaré atento a cualquier cosa que se pueda presentar. – sin más cuelga la llamada volviéndose y al verme se tensa aún más. - ¿pasa algo? – pregunto mientras él toma mi maleta. - Algo sin importancia – responde abrazándome por los hombros comenzando a caminar al estacionamiento donde nos subimos en su auto un hermoso Audi R8 en color n***o. Durante el camino escuchamos música y cantamos mientras reímos hasta que llegamos al mi restaurante favorito. Una vez que estaciona el auto bajamos de este caminando al interior del lugar tomados de la mano. - ¿has pensado en que hacer luego de la graduación? – pregunta él luego de que pedimos nuestra comida. - Quiero mudarme a Londres y ejercer allí – respondo viéndolo a los ojos - ¿vendrás conmigo? - Por supuesto – responde tomando mi mano antes de besarla – aunque aún queda un año, para que te gradúes, pero sin importar eso yo estaré a tu lado. Cuando nos traen nuestra comida comenzamos una conversación trivial hasta que algunos amigos se unen a nosotros, comenzamos a beber viendo como Helder como siempre no lo hace hasta que comienzo a sentirme mareada. - Hora de irnos preciosa – dice tomándome en brazos sacándome del lugar. - ¿Por qué eres tan perfecto? – pregunto observándolo a lo que él sonríe – no sabes cuánto te amo. - Estas ebria – dice él divertido - ¿Por qué nunca me lo has dicho? – pregunto un poco triste porque él desde que lo dije por primera vez jamás me lo ha dicho. - No tengo por qué hacerlo si es algo que sabes – responde besando mi cien. - ¿me amas? – pregunto mientras él abre la puerta del auto posándome delicadamente en el asiento del copiloto. - Descansa – responde besándome castamente poniéndome el cinturón de seguridad, mientras lo veo rodear el auto me quedo lentamente dormida Todo a mi alrededor es oscuridad lo que me provoca un poco de miedo hasta que un reflector se posa sobre mi iluminando un poco el lugar dejándome ver que me encuentro sobre una pista de hielo. - Hola – hablo comenzando a patinar notando que la luz me sigue, pero siento mi pulso acelerarse al notar una enorme sombra a un costado de la pista - ¿Quién está ahí? – pregunto acercándome y gracias al reflejo de la luz en el hielo que ilumina un poco el lugar puedo notar como esta presencia pone un pie dentro de la pista, a medida que me acerco la iluminación comienza a subir por el cuerpo de la persona dejándome ver que se trata de un hombre, pero cuando estoy por ver su rostro el sonido de mi celular hace que abra los ojos de golpe notando los rayos del sol iluminar la habitación. - ¿tan rápido amaneció? – me pregunto observando el techo suspirando – que sueño tan extraño – hablo a la nada mientras vuelvo la mirada hacia mi mesa de noche viendo que aún es temprano para ir a la universidad, pero aun así me pongo de pie. Rápidamente voy a mi cuarto de baño dándome una ducha pensando aun en aquel sueño, mientras estoy bajo el agua pienso en la imponente presencia del hombre de mi sueño, pero sacudo la cabeza alejando aquel recuerdo antes de salir de la mampara tomando una toalla para el cabello y una para el cuerpo. Salgo del cuarto de baño yendo a mi closet donde pongo un poco de música antes de comenzar a vestirme. Elijo unos leggins negros al igual que una blusa corta, tenis converse negros con blanco y una chaqueta de jean un poco ancha. Una vez lista me seco el cabello dejándolo suelto, mientras lo peino pienso en lo mucho que me gusta. Este es liso hasta has puntas sonde se ondula de una forma hermosa. Me aplico un poco de bloqueador mas no me maquillo, tomo un bolso donde guardo mis cosas antes de salir de la habitación. - Buenos días – saludo al llegar a la cocina donde se encuentra mi nana que de inmediato pone frente a mí un vaso con zumo de naranja y un par de pastillas. - Buenos días mi niña – responde ella mientras me tomo lo que me dio ya para evitar la resaca. – bebiste mucho anoche. - Hace mucho no lo hacía – respondo a lo que ella asiente con la cabeza y la noto preocupada. - ¿Qué pasa nana? - Creo que debemos adelantar el viaje a Londres....
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD