ZANE
ZANE: Espero que con esto sepas que no te vas a escapar tan fácilmente de mí.
Caminé por el pasillo lleno de empleados que me iban saludando a cada paso que daba rumbo a mi oficina. Me dolía la cabeza porque la reunión que tuve con Leonardo había sido todo menos pacífica. Me había costado lidiar con él, pero al menos tuve la certeza de que se quedó satisfecho con los resultados y el secreto del verdadero avance seguía seguro.
CHANTAL: Me gustan los retos, pero debo decir que esta vez me atrapó, señor Blackford.
Me detuve ante la puerta de la oficina, antes de entrar, con una sonrisa que la plática con mi chica volcánica, me estaba provocando. Nunca nadie me había hecho sonreír por solo platicar. No era solo el interés que tenía en volver acostarme con ella, que era obvio que es
