Respuestas inesperadas

1268 Words
¡Rayos! Todo salió peor de lo que imagine, pero no me voy a rendir. Todo mundo tiene un precio y Summer no es la excepción a la regla. Solo... tengo que averiguar cual es el de ella —. Pienso mientras aparco en el estacionamiento de CANDY'S, edificio que compré por ser la sede de Espectacular 91.6, emisora radial que también me pertenece. —¡Buenas tardes señor! —exclamó muy animado el guardia de seguridad después de abrir la puerta para mi. No contesto, me limito a mirarlo y hacer un pequeño movimiento con mi cabeza a modo corresponderle el saludo. Sigo caminando hacia el elevador, me adentro en la caja metálica, marco el último piso y coloco mi mano en el capta huella para que con ella el sistema autorice mi acceso a la oficina que comparto con mi hermana, la gerencia general. Parece algo extremo tener un ascensor con seguridad de punta, pero luego del intento de secuestro contra mi hermana Gretchen todos hemos reforzado las medidas de seguridad... bueno, casi todos. Yo todavía me rehusó a contratar guardaespaldas, en su lugar opte por cargar siempre un botón del pánico conectado directamente a la central de la policía; como dije, tecnología de punta. —Llegas tarde —es lo primero que escucho después de que las puertas del ascensor se abren dándome la bienvenida a la oficina. —No empieces, Katrina. Aún faltan diez minutos para que inicie el programa—. Contesto al dejar mi chaqueta en el perchero— ¿Cuál es el tema que me preparaste para hoy? —Deberías conseguirte una asistente —se queja, pero sé que es en broma. Siempre lo hace. —¿Y quitarte el privilegio? —Tonto —. Replica antes de extenderme una hoja doblada a la mitad. Antes de tomar la hoja, la miro con desconfianza; pero como no hacerlo cuando una sonrisa insidiosa tatua su rostro. —¿Qué esperas? Agarra la hoja, ¿o qué?... ¿tienes miedo? —suelta retadora. Niego divertido y agarro la hoja, la desdoblo y leo las letras que están centradas en mayúsculas y en negritas: "matrimonio: ¿A favor o en contra?", la miro con mis ojos entrecerrados. — ¿Qué significa esto? ¿estas en un frente unido con papá? —inquiero con un dejo de molestia. —¿De qué hablas? ¿Qué frente unido? Me acerco a ella y la observo de cerca, pero solo percibo confusión por mi actitud. —Nada —suspiro pesado — yo me entiendo. ¿Sabias que papá ordenó darle lectura a su testamento? Me dijo que repartirá la herencia en vida. —Si. Lo sé. Antonio le dará lectura mañana, papá me aviso por mensaje —. Comenta mientras toma unas carpetas del escritorio y se levanta de la silla. —Ya sabes como es papá. —¡impredecible! —decimos al unísono— pero suficiente de papá, hay un programa en vivo que no se conducirá solo —habla mientras me empuja hacia fuera de la oficina. A mi hermana no le gusta usar el ascensor, no si no es necesario, y por ello es que siempre terminamos bajando dos pisos usando las escaleras. El piso quince es exclusivo para la estación, y mi burbuja para escapar de mi realidad. —Entramos al aire en cinco minutos— grita Germán impaciente desde la cabina de control. —Si, si... ya llegue. Ah... lo que te voy a decir tomalo como una única advertencia, German: Se puede estar cayendo el mundo, pero si vuelves a alzarnos la voz te despides de tu empleo —amenazo sereno. —D-Disculpe jefe. No volverá a ocurrir. Katrina rie sonoramente por lo que le hago mala cara. —No sabía que había dicho un chiste —farfullo. —Es que te pareces cada vez más a papá —asegura entre risas. —Mejor preparemos todo, ya casi estamos al aire —. Ordeno ignorando su comentario. —Señor, si señor —suelta Katrina burlona antes de comenzar a dar ordenes de un lado a otro. En cuanto a mi, me dirijo a la cabina de grabación, me acomodo frente al micrófono, me coloco los auriculares y cuando la luz roja enciende ya sé que estoy al aire... entro en mi burbuja, y la magia comienza. —¡Muy buenas noches Berlín!... bienvenidos a una emisión más de "Sin corduras". Al micrófono, quien les habla, Dominico Snyder. En los controles, Germán Kowalski. Y todos bajo la dirección de Katrina Snyder. Ahora, suficiente de presentaciones, vamos a lo que vinimos...a pasar una hora agradable, escuchando buena música y hablando de temas que son controversiales para el adulto del siglo XXI; temas interesante como el de hoy—guardo silencio y Germán pone de fondo un redoble de tambores — El matrimonio. Si señores. Escucharon bien. Hoy hablaremos del matrimonio: ¿A favor o en contra?... sé que muchos me conocen, incluso conocen mi historia, asi que no les ha de extrañar que soy más del team, en contra. Pero vamos, la vida es corta, y quien sabe, puede que un dia de estos los sorprendo a todos y me caso —. Expongo en tono divertido a pesar de recordar con amargura cuando me dejaron plantado en el altar. En las r************* del programa no se hacen esperar los mensajes. Leo unos cuantos, pero cuando comienzan las preguntas sobre la novia fugitiva mi humor cambia y la noche promete ser una de esas en las que desearía que la tierra me tragara y me escupiera en mi cama. [...] No lo voy a negar, el programa me dejo un muy mal sabor de boca. Trate de disimularlo pero de vez en cuando mi malhumor me delataba. Un par de veces mi hermana me ordenó hacer una pausa y Germán me sacaba del aire colocando alguna canción del momento para evitar que insultara a más de uno por sus comentarios mal intencionados. Para cuando por fin termine el programa no tenía ánimos de salir a beber como acostumbro hacerlo todos los viernes por la noche. Preferí irme a mi departamento sin despedirme ni siquiera de Katrina. —¡Maldición! —golpeo el volante mientras manejo — ¿es que nadie piensa olvidar lo que Jerrica me hizo? —mascullo mis pensamientos en voz alta. Mi teléfono suena por la llegada de un mensaje. Por el sonido de la notificación sé que es Katrina quien me ha escrito. Me detengo a un lado de la carretera, agarro el teléfono, lo desbloqueo y leo el mensaje: "LO SIENTO, En verdad no creí que aún te afectara tanto lo de Jerrica, ya han pasado cuatro años, deberias pasar la pagina... En fin, solo queria aclararte que escogí el tema del matrimonio como una broma. Una muy pesada, lo sé, pero no más que eso. Hermanito, lo que no quería era reabrir la herida. ¡perdoname!" No respondo el mensaje, es mejor no hacerlo estando enojado. [...] Al llegar a mi departamento no hice mucho, solo cene y me bañe... bueno, también estuve mensajeando a Summer largo rato, pero ella dejo todos y cada unos de mis mensajes en visto. Intenté ver televisión pero a cada rato miraba la pantalla de mi teléfono esperando por una respuesta que evidentemente no obtendría. No sé cuando me quede dormido, pero al despertar vi la notificación de un mensaje de Summer; lo leí y lo que allí estaba escrito me sorprendió: "Acepto, me casare contigo. Dime cuando y donde podemos reunirnos para acordar los términos del contrato y firmaré".
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