la infinidad de lo no creíble.

Descubriendo cosas nuevas.

capítulo 2

Mientras exploraba el enorme terreno q era propiedad de mis abuelos, y a mi corta edad ,empezaba también a explorar algunas cosas extrañas, q a mi corta edad no entendía muy bien pero q tampoco era normal.

Mis dos hermanas menores de tres y dos años eran mis compañeras de vida para ese entonces,compañeras eternas en este mundo q para muchos es difícil de entender y sobre todo de sobrevivir.

Ibamos de arriba abajo y de abajo para arriba, jugando siempre con palos,tierra,hojas de los árboles, perros,gatos,y otros animales q para ese entonces habían en la finca.

Jugábamos con todo aquello q veíamos útil para nuestro entretenimiento.

Un dia escuché a mi abuelo decir q cavarían debajo del trapiche.

trapiche acá en Colombia es en el sitio en donde se lleva la caña de azúcar para procesarla.

Mi abuelo sospechaba de alguna huaca llena de oro en aquel lugar.

Huaca en Colombia,es entierros llenos de riquezas en donde en la antigüedad los indígenas se enterraban con sus riquezas.

Pues mi abuelo creía de q allí había una huaca.

Los próximos días vi llegar hombres q no conocía a la finca,para así poder llevar a cabo los deseos de mi abuelo.

Empezaron a cavar,ya para ese tiempo llevaban varios días en sus labores para encontrar tal tesoro.

Escuche a varios trabajadores decir q si alguien tenía envidia de lo q allí se pudiera encontrar ,entonces los tu eles q llevaban tan avanzados se empezarían a llenar de agua,y siguieron cavando,de repente encontraron artesanías de barro,hechas a mano de los indígenas, y una q otra pequeña piedrita de oro,de repente se empezó a humedecer la tierra debajo del túnel,pero aún así siguieron cavando,depronto llegaron a un límite en donde el túnel se dividía en dos túneles más,ya eran tres túneles,y siguieron cavando, de repente la humedad eras más y más extensa, pero los señores q cavavan y mi abuelo decidieron seguir,pero ya el agua iba subiendo,obviamente había uno o más q envidiaban lo q de allí iba a salir.

Mi abuelo decidió dejar así lo q estaban haciendo,y les pago y les dijo q dejaran así,q no se podía hacer más,ya q la situación se ponía difícil,q no dejaría q se inundará su trapiche.

Pasaron los días y los túneles se secaron, pero mi abuelo dejó todo quieto y no volvió hablar ni a trabajar en el tema de la huaca.

Aquellos túneles eran mi nuevo deleite de juego,para mi y mis hermanas.

Nos pasábamos los días enteros metidas allí jugando.

Obvió mis padres cuidaban de nosotras,y mi madre de vez en cuando entraba a divagar también por los túneles.

Aveces encontrábamos artesanía de los indios q se desprendían de algún lugar de las paredes de esos túneles.