Me quedé de pie en ese pasillo del hospital sin moverme, la imagen de la mujer con el niño no se me iba de la cabeza, era ella, tenía que ser ella. Helena, y ese niño... no podía dejar de pensar en él, era muy parecido a Lisandro, tenía el mismo mentón, los mismos ojos. El mundo se volvió confuso de repente. Si Helena estaba viva, ¿Por qué todos creían que estaba muerta? ¿Por qué había desaparecido? ¿Lo hizo para proteger a su hijo de Lisandro? ¿En verdad él le había pedido perderlo? No sabía qué hacer, sentía que las piernas me temblaban, la taza de café por poco cae de mi mano, mi estómago era un nudo, quise correr tras ella, que resolviera todas las dudas que me atormentaban en ese momento, pero para qué. No podía arriesgarme a ponerla en peligro, si ella se fue, si se escondió, d

