16

1535 Words

Sebastián No esperaba que Facundo me invitara a almorzar, pensaba que me terminaría echando, pero me alegraba que me tolerara un poco más ahora. Me pidió que fuera a sentarme en el banquito que estaba atrás del mostrador, mientras él iba a la parte de la fiambrería. Un rato después de cortar un poco de fiambre para hacer sánguches, agarró una botella de gaseosa y vino conmigo. Se paró contra el mostrador y me extendió uno de los sánguches. Comimos en silencio un rato, no sabía qué decir y él tampoco parecía tener interés en hablar conmigo. Me sorprendí de mí mismo, normalmente no podía estar en silencio mucho tiempo, pero con él cerca, lo único que sentía era tranquilidad. Hacía tiempo que no me sentía así, no desde que me di cuenta de quién era en realidad. Le di un mordisco a mi sánguch

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD