Rowdy tuvo una dura infancia. Nunca supo quién fue su progenitor, ya que su madre era una mujer de la vida alegre, y el secreto se lo llevó a la tumba cuando él apenas tenía diez años. No tuvo una familia, hasta que de pronto una tarde en el granero de su casa en los suburbios de Dublín aparece Cian Byrne, y le informa que desde ese momento será su tutor y lo llevará a América.
Sin tener nada que perder acepta cada palabra que dice el recién llegado. Quien siempre fue estricto, implacable, le obligaba a dar el máximo de su esfuerzo. En pocas ocasiones simpático. Con el tiempo, Rowdy se convierte en uno de los integrantes más resaltantes de la organización Byrne. Le entrenó para ser un hombre comprometido con la familia, darlo todo por ella. Nunca hizo diferencias entre su hijo Ryan y él. Antes de morir, le dejó todas sus posesiones a ambos incluyendo su apellido.
Sin embargo; para Rowdy su vida no está completa hasta que logre convencer a Arlene que es su mujer, la dueña de su alma, y de su vida. Aguardó el tiempo necesario hasta que madurara. Pero ya ha pasado más de un año, y no soporta más la lejanía entre ambos.
A través de una llamada telefónica pidiendo ayuda. se entera en que parte del globo terráqueo se encuentra, y no pierde tiempo en ir por ella. Pero todo se complica sin explicación alguna.
Mentiras, traiciones, discordias y secretos de familia son algunos de los obstáculos que esta pareja debe afrontar. Sin embargo, él mantendrá la promesa que le hizo cuando la hizo suya por primera vez. ¡Siempre te encontraré!