Señor Luthor

¿Te gusto?

Patrick decidió invitar a Aurora a una cita, si iba a establecer reglas y él iba a decidir si vengarse o no a través de ella, por sus últimas interacciones con el nuevo dueño de su empresa, parecía que su hija estaba siendo tan atormentada como él estaba de estar casi prostituyéndose a esas edades, la verdad no le importaba nada, quería empezar de cero e intentar estar feliz. Si algo le había enseñado la muerte de su esposa era que la vida se estaba acabando y si no te esfuerzas por ser feliz, por disfrutar no va a suceder en soledad.

Era necesario que la conociera.

Aurora había estado demasiado ocupada la siguiente semana, entre el refugio, su trabajo e intentar granarse un puesto en alguna de las empresas de su padre. Para convencerle de que no estaba loca y le importaba la vida de los empleados a quien él amenazaba con despedir si no se casaba. Se sentía molida, como si fuese poco había decidido ir a cenar con Patrick, lo cual podía dar como resultado una pelea y estaba cansada de ello.

Él tocó su puerta y ella abrió.

Aurora se había esforzado por verse bien, Patrick había ido a la salida del colegio con café y un pastelillo de arándanos riquísimo, el gesto había estado acompañado de una invitación para salir las noches más tarde, ella había tenido tiempo de depilarse lugares que no planeaba que nadie conociera, pero igual se depiló, se arregló el cabello en hondas muy monas e intentó vestir casual, pero, sexi, había estamos enseñándole su armario a sus amigas y ella estaban de acuerdo en que el trajecito que llevaba era una especie de provocación y un mensaje de no puedes tenerme.

—¿Voy bien?

Patrick la ve de pies a cabeza, está muy guapa, lleva un enterizo corto y blanco, con un escote en forma de corazón, encima un blazer de colores pálidos y las ondas le dan un aspecto de juventud aún más marcado, él llevaba jeans y una camisa de vestir manga larga, se habían vestido casual porque le parecía que una primera cita muy formal no le demostraría nada de la personalidad de Aurora, al final la formalidad era una forma de disfrazarse y de ocultar imperfecciones.

—Vas guapa —respondió y le entregó un ramo de flores.

Ella sonrió y le dio las gracias, fue a ponerlas rápidamente en agua y tomó su bolsa y salieron juntos de su departamento y Patrick le preguntó cuál era su comida favorita mientras iban hacia el auto. Aurora sonrió y se detuvo, él le miró a los ojos y le preguntó si estaba bien.

—La verdad estoy muy cansada. ¿Podemos comer pizza de barrio y un helado de postre mientras hablamos?—Patrick vio el agotamiento en el rostro de Aurora y ella explicó rápidamente que era tradicional aburrida por definición que adoraba los viernes meterse en la cama y saber que nadie la despertara incluso si tenía mucho que hacer en la tarde o la noche.

—Excelente, pero ya hemos comido pizza con anterioridad.

—No es lo mismo la pizza de supermercado que la de los barrios, esta se hace con amor—Patrick ríe y conduce al barrio favorito de la señorita Bradford. Y ella pide un slide de pizza en taza para ambos y un par de pizzas normales, además vino en vaso de plástico, vino barato. Patrick ve el vaso y a Aurora antes de brindar.

—Porque nos llevemos bien —anuncia y ella acepta el brindis.

Comparten una cita tan normal como la que podrían tener si ella no fuese porque están siendo forzados a casarse por dinero. Ella se ríe de algunas de sus anécdotas, pero Patrick nota que Aurora evade hablar de su vida o verdaderamente lo único que tiene por contar es sobre sus estudios.

—En dos fines de semana, mi familia va a un viñedo, hay una feria en el pueblo. Vienen todos. ¿Quieres venir?

—Estoy disponible.

—Perfecto. —Patrick lo medita un par de minutos y anuncia: —Voy a aprovechar y pedirte matrimonio.

—Tu familia me odia.

—No te odian y mis hijos creen que eres divertida.

—Algo es algo.

—Sí.

—Bien, entonces… ¿Puedo volver a mi casa?

—Tenemos que hablar sobre nuestro propio acuerdo.

—¿Cómo qué?

—Bueno, esperas fidelidad, por lo que celosa que te pusiste el otro día. —Aurora se recuesta contra su silla y ríe. —Tendremos un bebé, tan pronto como sea posible o en seis meses. ¿Ya fuiste al ginecólogo, dejaste las pastillas?

—No tomo anticonceptivo.

—¿Te caen mal?

Ella planteó decirle que no tenía una vida s****l activa, que incluso, no se le podía llamar vida s****l a lo suyo, pero, era demasiada información para un jugador tan hábil como él, darle tanta información, que podría incluso resultar un arma cargada.

Hay mil maneras modernas de tener un bebé y un matrimonio por conveniencia efectivo. También se ahorró esas palabras en específico.

—Patrick, estoy muy preocupada porque no puedo acostarme y abrirme de piernas para que pongas un bebé en mi útero, yo necesito cierta estimulación física y emocional.

—¿Qué te parece si probamos qué tan compatibles somos? —Dice Patrick mientras se inclina sobre la mesa y extiende su mano hacia ella. Aurora le mira a los ojos asustados y Patrick intenta no parecer tan rudo como dicen que se ve, mientras le explica: —Vamos a ser esposo durante cinco años y seremos padres de alguien toda la vida, más vale conocernos, si en un año no funciona o nos damos cuenta antes que no nos gustamos, buscamos otras opciones como casas separadas o un vientre de alquiler.

—No sé…

—¿No te gusto ni un poco?

—Eres guapo, pero… no sé, no soy tu tipo.

—Eres una mujer, eres totalmente mi tipo—respondió mirándola con intensidad a los ojos, se acercó a ella y le acarició la barbilla, ella sintió la piel erizarse y también los pezones contraerse. Patrick notó el cambio de respiración en la joven y decidió romper la poca distancia que quedaba entre ellos y se rozó un poco contra el cuerpo y le tomó de la mano, la llevó a su sexo para demostrarle que era totalmente su tipo, era una mujer sensual, guapa, joven, inteligente, educada y de alguna forma u otra no solo desataba sus sentimientos más primitivos, sino los más sensibles, cuando le veía a los ojos porque estaba cansada o porque el chiste era demasiado bueno no quería concentrarse en cualquier otra cosa, era intensísimo lo que sentía por Aurora, amor definitivamente lo tenía descartado, pero de que la deseaba, la deseaba, todo de ella y un poco más.

Patrick se inclinó un poco más, ella movió su mano hacia el hombro de Patrick para no perder el equilibrio y los dos rieron mientras él aseguraba su agarre ñor la cintura de la joven.

—Deberías probar besarme, Aurora, tal vez así descubras si soy tu tipo.