Capitulo 3 ¿Amigos?

3265 Words
Sakura -Buenos días- dijo Sebastián a todos los ahí presentes. -Muy buenos días- respondieron al saludo. -Muy buenos días- volvió a decir pero esta vez mirándome fijamente. No podía creer aquello, en verdad aquel sujeto era Sebastian? Todo parecía ser una broma más sin embargo yo tenía claro que no lo era, que con aquel tipo con el que había tenido sexo ocasional era el presidente de la empresa donde yo trabajaba pero no le daría el gusto de creer que su presencia me afectaba, menos aquella sonrisa que parecía ser dirigida a mí solo me había tomado por sorpresa pero nada más. -Algunos de ustedes ya me conocen, otros no y uno que otro fingen no hacerlo- esto último lo dijo mirándome sin tapujo alguno y sonriéndome lo que ocasiono que los demás me miraran, incluso Monica quien me miraba interrogante, no preste atención a nada de esto y continúe revisando la información que llevaba. -En estos años la empresa ha estado a cargo de mi prima Monica quien la ha llevado hasta ahora exitosamente, yo no he venido a sustituir a mi prima, yo he venido a trabajar con ella y con ustedes, pretendo que la empresa crezca aún más y con su ayuda sé que esto será posible- -Y así será- dijo esta vez Monica y después se escuchó el murmullo de los demás afirmando lo que dijeron ambos. Eso fue todo lo que se dijo en la junta, en ningún momento se preguntó por el manejo de las áreas de la empresa, del personal de la misma, absolutamente nada. Como siempre en cuanto se dio por terminada la junta fui la primera en marcharme sin mirar a nadie. Llevaba alrededor de 2 horas encerrada en mi oficina trabajando en el nuevo proyecto y en ese tiempo había adelantado mucho, lo que quería decir que lo tendría antes de tiempo y lo mejor es que tendría tiempo para buscar nuevos proyectos. -Ahora entiendo porque eres la encargada del área de producción- Levante la mirada para encontrarme con Sebastian parado justamente en frente de mí y lo único que nos separaba era el escritorio. -Esta puede ser su empresa señor Kennedy, más sin embargo mientras yo trabaje aquí esta es mi área de trabajo, mi oficina así que le agradecería que la próxima vez se anunciara con mi secretaria antes de entrar- -Lo tendré en cuenta- dijo sonriendo. -Supongo que ha venido a supervisar mi trabajo- -Sé que eres buena en lo que haces, Monica me lo ha dicho y los números no mienten, a lo que vengo es a invitarte a comer, que dices Sakura aceptas? – -Llámeme Santana y no, no creo conveniente salir con usted señor Kennedy- dije regresando la atención a los papeles que estaba leyendo. -Solo quiero que hablemos de lo que ha pasado- -Entre nosotros no ha pasado nada- -Por favor Sakura, ya no tiene caso que finjas- -No pretendo ser grosera señor Kennedy así que es la última vez que le pido que se dirija a mi por mi apellido, y si algo tenemos que hablar usted y yo es de trabajo, si tiene alguna duda con respecto a este se la resolveré con gusto- -Eres todo un enigma, no sé qué es lo que te ha pasado pero no parare hasta averiguarlo- dijo lo que ocasiono que dejara aun lado lo que estaba haciendo para mirarlo. -No es nadie para intervenir en mi vida personal , no me provoque, solo dedíquese hacer su trabajo y déjeme hacer el mío- -No deberías hablarle así a tu jefe- -Y usted no debería inmiscuirse en la vida personal de sus trabajadores- -Solo me interesa la tuya- dijo mirándome intensamente con su mirada que desarmaría a cualquiera pero con migo no tenía ningún efecto. -No tolero que nadie se meta en mi vida- -Qué es lo que ocultas?- -Qué es lo que pretende?- -Ya te lo he dicho- -Señor Kennedy no me lleve a tomar decisiones de las cuales puede arrepentirse- -Eso es una amenaza?- -Tómelo como quiera pero de lo que si debe estar seguro es que esto se convertirá en un infierno si no me deja en paz- dije sin importarme que él fuera mi jefe, que pudiera despedirme, incluso en la forma en que me miraba- si no le importa tengo trabajo- Su mirada se tornó completamente sombría pero en ella no se vislumbraba odio o algún sentimiento negativo hacia mí y el cual había visto con anterioridad en la mirada de aquellos sujetos que había rechazado anteriormente. -Necesitare un informe completamente detallado del manejo y funcionamiento de su área y esta demás decirle que lo quiero de inmediato- dijo y sin más salió de ahí. Sabía que mi actitud con el me traería problemas, estaba segura, quizás era hora de buscar un nuevo trabajo, tenía ofertas de otras empresas, incluso una de ellas me ofrecía la vicepresidencia, tal vez... En qué demonios estaba pensando, le había ofrecido prácticamente mi vida a esta empresa y no dejaría que alguien como Sebastián lo arruinara, lucharía si era necesario con uñas y dientes, de eso estaba segura. Paso alrededor de una hora en la cual termine el informe, estuve tentada a mandarlo con Renata pero no le daría el gusto de pensar que su presencia me afectaba así que decidí ir a entregarlo yo misma. -El señor Kennedy se encuentra en su oficina?- pregunte a la secretaria la cual también era nueva, ella me miro de arriba abajo, me miraba despectivamente, como si fuera poca cosa. -Acaso se te perdió una igualita a mí? Porque si quieres puedo darte una foto, duran más- dije y lo que ocasiono que me mirara con odio. -El señor Kennedy se encuentra muy ocupado, así que no podrá recibirla- dijo sonriendo. -Es una lástima- dije fingiendo pesar- no podre entregarle el informe que me ha pedido y que es tan importante solo espero que no sé enoje con nadie y lo corra por no informarle- concluí burlona y comencé a caminar. -Espera- escuche que me decía, me detuve pero no voltie a mirarla - le avisare que está aquí- Sonreí- mi nombre es Santana- Espere un par de minutos en lo que aquella mujer le avisaba y de mala manera me dijo que podía pasar. -Creí que tardarías un poco más- dijo en cuanto entre, se encontraba sentado con unos papeles en sus manos pero aun así me miraba a mí. -Si mal no recuerdo dijo de inmediato- respondí entregándole el informe, él lo tomo y nuestras manos se rosaron pero yo aparte la mía de inmediato - si tiene alguna duda avíseme- volví hablar y sin más me fui de ahí. El resto del día paso, no salí a comer ya que siempre que lo hacía iba con Monica y esta vez no solo iría ella sino que también su primo por lo cual le dije que tenía trabajo y que pediría algo. El reloj marco las 8:00 pm, me había tomado tan apecho terminar el proyecto que a pesar de que habían pasado alrededor de 2 horas de la hora de salida yo me había quedado hasta terminar y lo había hecho. Tome mi bolsa y apague mi computador no sin antes guardar la información, salí de mi oficina y comencé a caminar hacia el elevador, los pasillos solo eran alumbrados por algunas lámparas, llegue hasta el elevador y apreté el botón que tenía la flecha hacia abajo, no tardaron en abrirse las puertas así que entregue enseguida, volví apretar el botón que esta vez tenía la tecla PB, me recargue y cerré por un momento mis ojos, había sido un día difícil, me encontraba cansada, en cuanto abrí mis ojos las puertas comenzaron a cerrarse y antes de que esto pasara por ellas entro Sebastian. En cuanto entro me miro pero enseguida aparto la mirada, el silencio quizás fuera incomodo sin embargo ninguno de los dos lo rompió, en elevador por fin llego a su destino y ambos salimos hacia el estacionamiento y antes de que nos separáramos para que tomáramos nuestro camino hacia nuestros respectivos autos el rompió el silencio. -Buenas noches Señorita Santana y buen trabajo- dijo. -Buenas noches- respondí y sin más me dirigí hacia mi carro. Al llegar a casa la luz de la luna se colaba por la ventana, lo cual era suficiente para alumbrar un poco este lugar, enseguida me recosté en mi cama, no tenía ganas de hacer nada, mi vida era tan monótona y simple, nunca pensé que esto sucedería, desde niña me caracterizaba por ser alegre, espontanea, creativa todo lo que no era ahora, como era posible que una persona pudiera destruirte por completo, no, no quería pensar en eso, hoy solo quería dormir, dormir y dejar de pensar; comencé a sentir mis ojos pesados y supe que el sueño no tardaría en llegar. -Sakura, hay alguien a quien quiero presentarte- -Monica, no me digas que se trata de...- -Exacto, creo que le gustas- -Por dios no digas eso, yo no le gusto- -Sakura eres hermosa, como no le gustarías y además a sido él quien desea conocerte- -En verdad?- -Claro así que ven conmigo- -Monica- grite en cuanto ella me jalo para llevarme hasta él -Quiero presentarte a Sakura- dijo -Yo te conozco, eres Sakura Santana, la chica más hermosa que he visto- dijo estirando su mano en forma de saludo, la cual acepte pero en lugar de un apretón, beso mi mano con delicadeza. Me sonroje no solo por lo que acababa de hacer si no por lo que dijo. - Yo también te conozco- sonreí. -Me gustas Sakura, me gustas...- Desperté enseguida, otra vez había soñado, me senté en la cama escondiendo la cabeza entre las piernas, no podía seguir así, deseaba borrar cualquier recuerdo de mi mente, en especial este, si pudiera borrar aquel día nada de esto estaría pasando. Me quede unos minutos así, esperando tranquilizarme, en cuanto esto paso mire el reloj que marcaba las seis una buena hora para salir a correr. Me mantuve dando vueltas alrededor del parque un buen rato prácticamente hasta estar exhausta y cuando ya no pude más decidí ir a casa y tomar una ducha para después ir a trabajar. El llegar a la oficina era como mi vitamina de energía, el lugar que me ayudaba a dejar todo atrás aunque fueran solo unas horas pero algo me decía que esto no duraría mucho aunque quizá solo es mi imaginación. Los días comenzaron a pasar, mi vida en todo este tiempo solo se había basado en trabajar, en sentir la presión que yo misma me imponía para cumplir con mis expectativas, sin embargo en estos días la presión había aumentado pero ahora no era una presión impuesta por mí, sino por alguien más, lo único que agradecía era que Sebastian por fin me había dejado en paz, en estos días solo lo había visto en un par de ocasiones y esto era algo de lo cual agradecer sobretodo porque gracias a su presión y a la carga de trabajo llegaba tan cansada a casa que no tenía tiempo de nada más. -Dios mío, ya no puedo - dijo Monica entrando en mi oficina y desplomándose en una de las sillas. Sonreí y sin despegar la vista de los documentos que estaba leyendo respondí. -Déjame adivinar, otra vez es tu primo- Dije burlona. -No sé cómo no estas harta, ya no soporto tanta presión, ya no lo soporto al salir de aquí llego a casa completamente muerta de cansancio y lo peor es que apenas han pasado dos semanas. -Monica, no creo que sea tanta presión, incluso creo que a tu primo le falta un poco más- dije. -Estás loca! Acaso no te das cuenta, todo el mundo aquí está muerto de cansancio, tu eres la única que luce como la fresca mañana y como no si eres una adicta al trabajo- -Te acostumbraras- dije. -Sakura, yo no soy como tú, no como eres ahora, yo no puedo seguir este ritmo de vida- -Como sabes si no lo intentas- -Lo intentare cuando dejes de ser algo que no eres, cuando en verdad estés dispuesta a olvidar- Cuando Monica dijo aquello no pude evitar mirarla, acaso no entendía que nunca podría ser la misma y al estar pensando en esto no pude evitar comenzar a divagar en mi mente. -Una hermosa flor para otra aún más bella- -Es hermosa- -No más hermosa que tú, amor- -Nunca creí estar así contigo, en este lugar que para muchas personas es tan simple pero para mí estar aquí contigo lo hacer el lugar más maravilloso que pueda existir- Siento el roce de sus manos sobre mis mejillas y me pierdo en aquella caricia, el suave roce de su boca sobre aquellos lugares que acababan de recorrer sus manos. -No entiendo como no pude darme cuenta de lo especial que eres, todo este tiempo había sido tan ciego- -Shhhh- dije posando uno de mis dedos sobre sus labios- eso ya no importa, lo importante es que ahora estamos juntos- -Tienes razón, te amo Sakura, siempre te amare- -Yo también te amo...- Salgo de a que recuerdo cuando la voz de Monica aturde por completo mis oídos, ella se encuentra al lado mío mirándome, en su mirada percibo culpa y cierta tristeza, no me siento capaz de sostenerle la mirada, no quiero que ella sienta lastima por mí, no quiero que nadie sienta nada por mí. -Sakura, yo lo siento- dice. -Te diré algo Monica, esta Sakura que ves aquí es la única que hay, tú decides si la quieres en tu vida o no porque la antigua Sakura esa ya no existe, no existirá nunca más- -Sakura, no digas eso, eres mi hermana y te quiero en mi vida, en verdad lo siento- -Tal vez el estrés sea el causante de lo que dijiste, olvidemos esto haremos como que nunca paso- -Y que planes tienes para este fin?- -Nada en especial, quizás me quede en casa- -Qué te parece si rentamos películas y las vemos en mi departamento, podemos comer pizza-dijo sonriendo. Lo que las personas dijeran y pensaran de mi me importaba poco, las únicas personas que me importaban eran Monica y Francisco lo que ellos pensaran de mi me importaba y mucho pero era algo que no les hacía notar así que esas palabras de Monica pidiéndome que regresara esa Sakura de antes dolían, dolían por el simple hecho de que eso no pasaría nunca más, también tenía claro que no podía ponerla a elegir, yo no quería perderla, la necesitaba a mi lado pero la simple idea de que esa Sakura regresara me atemorizaba. -Me parece perfecto, yo llevo la pizza- dije. -Entonces te espero mañana, tengo que irme con Sebastian a una comida, te juro que si no se tratara de mi primo ya lo hubiera asesinado- dijo juntando sus manos como si lo estuviera estrangulando. Sonreí- Nos vemos mañana- dije y sin más se fue. El resto de la tarde transcurrió tranquilamente, me dedique a terminar el trabajo pendiente pero ni aun así pude entretenerme por mucho tiempo. El reloj marco las ocho en punto y supe que no podía permanecer más tiempo aquí y sin ánimos de llegar aun a casa decidí que lo más conveniente era ir por un trago. El lugar al que solía ir usualmente se encontraba algo lleno y aunque no tenía ganas de estar rodeada de tanta gente entre, uno de los meseros me reconoció de inmediato y se acercó a mí, le pedí que me diera una mesa retirada del barullo y así lo hizo, ya un poco más lejos de aquel escándalo y de aquellas personas me dedique a ordenar un par de bebidas, quería olvidar aunque fuera por un momento lo miserable que era mi vida. No sé cuántos tragos llevaba solo sé que el alcohol en mi cuerpo comenzaba a tener efecto pero aun así no deje de tomar. -Señorita Santana, te encuentras bien?- Esa voz no me parecía familiar pero aquella persona que me hablaba yo si le era familiar así que me gire para mirarlo y esto provoco que me mirara un poco. -Pero si eres tu Kennedy- dije sonriendo. -Se encuentra bien?- pregunto. -Claro pero no te quedes ahí, ven hazme compañía- dije estirando mi mano y después golpeando el asiento que se encontraba a mi lado. -En verdad que te sientes bien?- -¿Señorita Santana?- pregunto y no pude evitar poner cara de disgusto al escucharlo- llámame Sakura, anda ven- El me miro de forma extraña pero aun así tomo asiento aun lado mío. -¿Qué haces aquí Kennedy?- pregunte tomando otro poco de mi bebida pero al ver esto me la quito. -Vengo de una reunión- dijo. -Sabes, deberías relajarte un poco, tienes a todos bajo mucha presión, deberías irte con más calma- -Pero creí que eso es lo que querías?- dijo tomando de mi bebida lo que me hizo fruncir en ceño. -Yo ya estoy acostumbrada a ese ritmo de vida pero los demás no, no son como yo, una adicta al trabajo- -Sakura- -Es la verdad, así que no los presiones tanto, te lo aseguro que te lo agradecerán pero eso sí, si a mí dejas de presionarme no te lo perdonare- dije arrebatándole el vaso y tomando lo que restaba. Sonrió - Lo hare- dijo y yo también sonreí. -Sera mejor que me vaya- dije poniéndome de pie pero por mi estado perdí el equilibrio por suerte se encontraba al lado mío y evito que cayera. -No puedes irte así- me dijo. -Claro que puedo- dije separándome de él tratándome de ponerme en pie - vez estoy bien- volví a decir antes de perder de nuevo el equilibrio. -Sí, ya lo vi- dijo -Yo te llevare a tu casa- -No te molestes, estoy bien- -Sakura, te he dicho que te llevare- -Eres todo un caballero- dije sonriendo tontamente y sosteniéndome a la vez de su camisa. Él me miro y negando con la cabeza enseguida pidió la cuenta y después las llaves de su carro, me coloco su saco ya que comenzaba a sentir fresco, me ayudo a salir de aquel lugar y al sentir el aire golpearme el rostro me sentí mejor, en algunas personas en estado de borrachera el que el aire les golpeara no era tan bueno pero para mí sí lo era, aun así me ayudo a subir al carro, entre con algo de dificultad y con su ayuda me coloque el cinturón, en cuanto cerró la puerta me recargue en ella colocando mi cabeza sobre la ventana; lo vi dar la vuelta y darle algo al valet parquin y enseguida entro al carro. - En dónde vives?- me pregunto por suerte lo recordaba y fui capaz de darle mi dirección. El trayecto comenzó tranquilo y en silencio pero esto no duro porque se encargó de romperlo. -Sabes creo que comenzamos mal- me dijo pero no respondí no tenía ánimos de hacerlo- Me gustaría comenzar de nuevo, podríamos ser bueno amigos, ¿que dices? ¿Lo intentamos?- -Es ahí- fue todo lo que dije señalando el edificio donde vivía. -¿Puedes subir tu sola?- pregunto ante lo cual asentí, sin decir nada me ayudo a salir del carro y me llevo hasta la entrada del edificio. -Gracias- dije entregándole su saco y comencé caminar pero antes de entrar me gire para mirarlo -Yo no tengo amigos, nunca los he tenido, ni quiero tenerlos- volví a decir y dándole una última mirada entre por completo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD