capitulo uno "La primera noche"

4471 Words
-Sabes que te amo, verdad?- -Como no saberlo, si has aceptado mi proposición- -Tu me amas?- -Acaso lo dudas- -No, pero me gusta escucharlo- -Y a mi me gusta decírtelo, te amo y siempre te amare- -No hay un solo día en el que no piense en nosotros- -Pronto corazón, pronto...- Abro mis ojos y me doy cuenta que aún todo se encuentra en penumbra, la claridad es inexistente, no hay luz, ni nada que alumbre este lugar y no deseo que la haya, desde aquel día no hay, ni volverá a existir la luz para mí, me siento absurda al recordar, en estos años no había permitido que ningún recuerdo se colara de nuevo en mi mente y ahora este llegaba como si nada pero al igual que como en un principio en cuanto comenzó esto deseche aquel recuerdo como si nada, no dejaría que nada volviera afectarme porque ahora todo era diferente, ya no soy aquella persona ingenua, inmadura y manipulable. Se que aun es temprano más sin embargo el sueño no regresara, como todos los días decido salir a correr, no será la primera vez que lo haga a esta hora, a sucedido en otras ocasiones cuando no logro conciliar el sueño por asuntos laborales. Llego hasta el parque al que suelo venir, la gente es mínima, sin prestar demasiada atención comienzo con mi andar, me coloco los auriculares que no reproducen ningún sonido pero que me ayudan a evitar el contacto con las personas, no soy muy sociable, ni quiero serlo, no tengo amigos pues no creo en ellos, mi familia solo consiste en mi hermano Francisco quien vive en el extranjero; mis padres murieron cuando yo cursaba la preparatoria, no niego que fue difícil pero tampoco imposible de superar. -Sakura- dicen mi nombre pero hago caso omiso, continuo con mi andar con la vista al frente, no me importa descubrir a la persona que me llama pero ya lo conocía, muy a mi pesar lo hacia. -Sakura, hey espera- Siento como toma mi mano deteniendo mi andar, me resigno a tener que escucharlo y me detengo no sin antes zafarme de su agarre, lo miro detalladamente, sin dudarlo es guapo, tiene un cuerpo apetecible y trabajado, su rostro sin dudarlo es la mejor parte de él con aquellos ojos color azul y su cabellera de color marrón pero aun con esto no llegaba a sentir nada. -Que es lo que quiere? Pregunte sin aparentar nada que no fuera, así que como siempre fui directa. -Me gustaría invitarte a salir, que dices?- Aquello ocasiono que una sonrisa se formara en mis labios algo que él malinterpreto ya que también sonrió. -No te niego que pasamos un buen rato pero solo fue eso, un buen rato, eres bueno en la cama pero aunque seas el mejor yo ya no repito así que te aconsejo que te olvides de mí como ya lo hice yo de ti- dije y sin esperar nada más continúe con lo mío. Al llegar al trabajo me encerré en mi oficina para preparar la presentación del día de hoy, soy la encargada del área de publicidad en las empresas Kennedy, comencé a trabajar aquí desde que comencé la preparatoria y con tan solo unos meses fui ascendida y ahora a mis 25 años ya me encargaba del área de publicidad. En realidad si me preguntaran si tengo amigos diría que no ya que a Monica no la consideraba mi amiga si no mi hermana, la llevaba conociendo desde la infancia, ella me había ayudado a entrar a las empresas Kennedy, prácticamente ella era la dueña, ella y su primo pero él vivía en el extranjero, más sien embargo ella no ocupaba ese rol si no que simplemente se encargaba de la vicepresidencia. Monica no era mi amiga, era mi hermana, ella al igual que yo sufrió la perdida de sus padres lo que nos acerco aún más. -Sakura- dijo Monica entrando a mi oficina sin avisar. -Buenos días- dije sarcástica por su forma abrupta de entrar. -Te marque esta mañana- tomo asiento enfrente de mi- pero como siempre no contestaste al momento sino deje pasar unos segundos lo cual sabía yo que la fastidiaba. -Lo siento, he salido temprano esta mañana- -Temprano? Por dios Sakura era prácticamente de madrugada pero bueno eso ya es normal en ti- Sonreí- Y se puede saber para que me requerías? Porque para que tu estés despierta a esa hora debe ser algo urgente- -Que graciosa te has vuelto pero necesitaba hablar contigo- -Dime?- -Pero préstame atención... Sakura deja eso- dice quitándome mis instrumentos de trabajo, ocasionando así que toda mi atención fuera para ella. -Te recuerdo que la presentación es para dentro de 2 horas- -Lo sé pero solo tomara 10 minutos de tu tiempo- -Monica, sabes que bromeo eres mi hermana y para ti tengo todo el tiempo- -Gracias- -Entonces cuéntame- -Es algo referente a la empresa, mi primo Sebastián vendrá para tomar la presidencia- -Y eso es malo?- pregunte desconcertada. -No, por el contrario estoy muy feliz de que lo haga- -Cuando llega?- -En poco tiempo estará aquí, lo único que me preocupa es que Sebastian es diferente- -Diferente? Acaso es gay?- Esto hizo que Monica comenzara reír- No, no es gay, por diferente quiero decir que es muy exigente en lo laboral, tu entiendes- -Pero a eso no le veo nada malo- -No pensaras eso después, ustedes dos son algo parecidos y temo que no se lleven bien- -Eso no pasara, no tienes nada de que preocuparte te aseguro que entre tu primo y yo no habrá ningún problema- -En verdad eso espero Sakura- La presentación fue todo un éxito, los clientes quedaron muy complacidos con el trabajo así que prácticamente tenia el resto de la tarde libre pero para ser sincera no me apetecía salir. Me fui directo a casa a pesar de saber que ahí no habría nadie esperándome pero esto en lugar de ponerme mal me parecía lo mejor. Decidí retomar mi lectura, "cien años de soledad" era sin duda uno de mis libros favoritos y a pesar de ya haberlo leído en varias ocasiones nunca me cansaba de hacerlo, de cierto modo me sentía un poco identificada aunque muchos no entendía porque. El teléfono comenzó a sonar, en un principio deje que sonara la contestadora pero pensé que tal vez se trataría de Monica así que decidí tomar la llamada. -Bueno- -Sakura- escuche esa voz tan familiar para mi. -Francisco- dije. -Es bueno escucharte, ya me estaba acostumbrando hablar con tu secretaria o Monica para saber de ti- -No exageres Francisco- -Exagerar? Sakura, si cada vez que hablo a tu trabajo estas ocupada y en casa nunca contestas- -Eso no es del todo cierto- -Sakura por dios, claro que es cierto, prácticamente para ti lo más importante es tu trabajo- -Eso no es cierto, me importas tu y Moni, ustedes son mi familia- -Demuéstralo Sakura, no me molestaría que fueras tu la que me llamara de vez en cuando- -Yo... Te lo prometo- -Una última cosa, puede que suene raro viniendo de mi pero debes hacer algo más, sal a divertirte con Monica o con alguien mas en esta vida no todo es trabajo, quiero que seas feliz- -Cuídate- fue todo lo que dije y lo escuche suspirar al otro lado. -Tu también Sakura, te quiero- Con eso se dio por terminada la llamada, entendía lo último que me había dicho más sin embargo yo ya no podía ser feliz, nunca más podría serlo y para que serlo si al final aquella felicidad que pudiera llegar a sentir se transformaría en una terrible tristeza y agonía. Sin importarme que apenas fuera jueves llame a Moni para decirle que saliamos y aunque en un principio se negó logre convencerla. -Insisto en que deberíamos dejarlo para mañana- me decía. -Monica, ya estamos aquí pasemos un buen rato- Entramos al centro nocturno "Strar night" el cual no se encontraba muy lleno por ser jueves, nos acercamos a la barra y enseguida pedimos unas bebidas. -Me sorprendió que hayas querido salir, sobretodo entre semana-dijo tomando de su bebida. -A mi también- dije y ella me miro interrogativa- He hablado con Fran-Le di un trago a mi bebida pero al mirarla me percate que un ligero rubor aparecía en ella. -Qu...que te ha dicho?- -Lo mismo de siempre- tome otro poco- que no le llamo, que solo sabe de mi por ti o por Renata, que debería distraerme y descansar un poco del trabajo, que debería ser feliz... Ja puras tonterías- concluí terminando mi bebida y pidiendo otra. -Sakura, el tiene algo de razón- -Moni, se que mi hermano te gusta pero no por eso quieras darle la razón- -Sakura, no digas eso pero sabes que yo también tengo razón, ambos la tenemos- -Que te hace pensar eso?- dije terminando mi bebida y pidiendo de nuevo otra- -Esto- dijo apartando mi recién llegada bebida-si no tuviéramos razón no estuviéramos aquí, tomando para ponerte borracha- -Por favor Monica- hable tomando mi trago de nuevo- solo quería distraerme y celebrar que hemos conseguido el contrato con los chinos- -No te mientas, se que desde aquel día no eres la misma, no te atreves a tratar de ser feliz- -Eso de que sirve?...de nada, es mejor así- -Por dios Sakura solo sales cuando llegas a recordar aquello, de ahí solo te la vives en el trabajo- -Eso no es verdad- dije terminando mi tercer vaso y pidiendo el cuarto. -Deja de tomar- -Te quiero demostrar que aquello ya no me afecta- me tome el cuarto vaso de jalón- otra- pedí y aquel sujeto me miro como dudándolo. -No, ni una más- dijo tomándome de la mano para levantarme, al hacerlo todo se movía tan rápido que volví a sentarme de inmediato-Eso te pasa por tomar de esa manera- volvió hablar. Me levante aún con aquel mareo que sentía pero no le daría el gusto, caminamos hasta mi carro en un principio me empeñe en manejar pero al final fue Monica quien lo hizo. Me llevo hasta mi casa y me ayudo a entrar. -Mañana paso por ti-fue lo único que la escuche decir antes de quedarme dormida. Esa mañana me levante como siempre, aún sintiendo aquel terrible dolor de cabeza que me taladraba pero no podía romper con la rutina porque la rutina es lo que me mantenía viva. El aire que se sentía esta mañana me hizo sentir mejor, recordé que mi carro lo tenia Monica así que supuse que pasaría por mi, al llegar a casa me duche y me vestí casual ya que hoy era viernes, no me apetecía comer nada así que no lo hice solo quería tomar una pastilla para aliviar el terrible dolor. Escuche el timbre sonar y supuse que se trataba ella. -Buenos días- dijo entrando a mi departamento. -Buenos días Monica- -Pero que carita traes hoy- dijo en son burlón. -Lo mismo digo, es demasiado raro verte tan feliz siendo tan temprano- -Di lo que quieras pero esta vez por nada me quitaras la dicha con verte con resaca, algo casi imposible de ver- -Será mejor irnos- -jajajaja...toma aquí están las llaves de tu carro o te sientes mal y prefiere que yo maneje- -Dame eso- dije y la escuche reír. En ese momento cualquier ruido aunque fuera mínimo me torturaba, no es que hubiera tomado demasiado, si no que rara vez lo hacia y cada vez que lo hacia esto pasaba. -Renata, ven por favor- llame y en tan solo segundos ella pareció. -Dígame señorita Santana- -Necesito pedirte un favor, ve a la farmacia y pide que te vendan una pastilla para el dolor de cabeza, la más efectiva que tengan- dije sobándome con las manos aquel lugar. -Algo más?- -Eso es todo- -Enseguida se la traigo, con permiso- En verdad que me sentía mal así que deje aun lado el trabajo que realmente no era mucho, no debí tomar, no debí levantarme a correr, no debí venir a trabajar en realidad no debí hacer nada. Renata entro después de unos minutos a mi oficina con la pastilla y una botella de agua, agradecí aquello y después volví a recostarme en el sofá, cerré mis ojos con el propósito de relajarme y sin planearlo me quede profundamente dormida. -Sakura- escuche que me llamaban pero me rehusaba a despertar. -Sakura- volví a escuchar y sin más remedio abrí mis ojos encontrándome con Moni. -Que pasa?-dije sentándome. -Has olvidado que hoy tenemos una cena con Küül, los inversionistas nos esperan- -Es verdad, lo había olvidado, dame 5 minutos y estoy lista- Entre al baño y me aliste por suerte el dolor de cabeza que sentía se había calmado, salí y me despedí de Renata y me fui con Monica. Prácticamente la cena trato de como se llevaría acabo nuestro trabajo, aclaramos los puntos importantes para Küül como para nosotros pero era necesario que una de nosotros viajara a Canadá por suerte fue Monica la que se ofreció aunque en un principio se negó hasta saber al lugar a donde tenia que ir, Canadá donde se encontraba Küül y donde vivía Francisco, mi hermano. -Solo me iré por una semana pero de todos modos sabes que te quedas a cargo- me dijo. -No te preocupes, yo me are cargo pero también quería pedirte un favor- -Dime?- -Como iras a Canadá y puede ser que te encuentres con mi hermano me gustaría que si lo llegas a ver le des mis saludos- sonreí al ver su cara. -Yo...yo- comenzó a decir nerviosa. Comencé a reír aún más. -Yo se los daré- dijo. -Quieres que mañana te acompañe al aeropuerto?- -Me harías el favor?- -Claro- Como acorde lleve la lleve al aeropuerto, desde hace mucho tiempo sabía lo que sentía ella por mi hermano pero el parecía no darse cuenta y luego decía que yo era despistada, mi hermano se fue antes de que mis padres murieran, se fue a estudiar la universidad pero cuando ellos murieron él regreso más sin embargo antes de graduarme el tuvo que regresar a pesar de no querer hacerlo pero hable con él y le dije que no desaprovechara aquella oportunidad, que yo estaría bien, se fue sin que Monica le confesara lo que sentía, se que le dolió pero estaba feliz por él, su amor nunca murió y para ser sincera me gustaría que ella y mi hermano estuvieran juntos. Por esa misma razón había llamado a mi hermano la noche anterior con el motivo de avisarle de la llegada de Monica, ambos era buenos amigos así que acepto gustoso ir a recogerla, esperaba que a ella le gustara mi sorpresa. "Espero que disfrutes del viaje y no todo se te vaya en trabajar. Te quiero" Escribí en un mensaje para ella. Los días comenzaron a pasar y estos se me hacían verdaderamente largos, extrañaba mucho a Moni pues era la única con la que solía sentirme bien, al principio me había reprochado el porque le había pedido a Francisco que fuera recibirla pero sabía que en el fondo eso le gusto. La semana había pasado y por suerte era ya viernes, esta semana en verdad fue agotadora, incluso para mi que estaba acostumbrada a trabajar demasiado. Preferí ir directo a mi casa y tomar una larga ducha para así poder descansar. -No, no así no sé hace- sonreí. -Entonces como?- -Primero tienes que dejar que se caliente- -Es muy complicado, mejor lo envió a la tintorería- -No es tan complicado como crees- -Claro que lo es pero mejor dejemos eso y vayamos a descansar, me encanta estar contigo y convertirnos en uno solo, me encanta hacerte el amor- -Te amo- -Yo también te amo...- Abrí los ojos rápidamente sentándome de igual manera en la cama, me aparte mechones de cabello que me caían en la cara, de nuevo había soñado con él...esto no podía ser bueno, en cuestión de una semana había vuelto aparecer en mis sueños así que era hora de actuar. Decidí salir esa noche, opte por usar algo atrevido y arreglarme un poco más de lo normal. Al llegar el centro nocturno como era de esperar estaba repleto de gente. -Una limonada- pedí al encargado de la barra. -Nos conocemos?-escuche que me preguntaba alguien atrás de mi. Me tome mi tiempo para voltear a verlo pero al final lo hice. -Si es así yo no te recuerdo- dije. -Entonces permíteme recordarte quien soy-dijo él. -No te garantizo recordarte, suelo olvidar con facilidad- -Aun así quiero hacerlo-sonrió-Puedo sentarme? -Claro- -Me llamo Kuno Yatzimira- -Soy Sakura- respondí estrechando su mano. -Un placer, pero dime que hace una hermosa chica sola en este lugar?- -Digamos que me gusta estar sola- -De donde eres Sakura?- -De todos lados- -Una hermosa gitana entonces- -Eso crees?- -Estoy seguro que si pero dime no te gustaría dejar un hermoso recuerdo en este lugar que se rinde ante tu belleza- -Tal vez sea alguien más quien desea un recuerdo de esta gitana- dije mordiendo mi labio inferior. -Me encantaría-dijo y roso mis labios pero no era el beso que yo esperaba, no en ese momento, así que me separe enseguida de él. -Que te parece si nos vamos a un lugar más intimo?- pregunto pero después de aquel beso supe que no era lo que yo estaba esperando y estaba dispuesta a negarme pero en ese momento apareció una chica, muy guapa pero que no lucia nada contenta. -Se puede saber que haces aquí? Y con esta- dijo mirándome de arriba abajo. -Sofía, yo puedo explicarte- dijo. Me había equivocado, este sujeto tenia pareja y pretendía pasar un buen rato conmigo? No es que fuera de las personas que se espantaban por esto pero era algo que simplemente no toleraba. -Sofía, ella no es nadie, ni siquiera la conozco-dijo. -No te creo Kuno, no es la primera vez que lo haces y tu- dijo esta vez señalándome acusadoramente- Zorra, acaso no sabes que tiene novia- Sonreí con burla pues su comentario en lugar de afectarme me causaba gracia. -Zorra? Por dios te lo ha hecho más veces, mejor date cuenta que este imbécil no vale la pena- dije dándole la espalda a ambos. -Maldita- escuche que me decía pero no preste más atención solo se que después de unos minutos deje de escucharla y aquel tipo desapareció también, cosa que agradecí. -Patético- escuche que me decian. -Pocas veces suelo estar de acuerdo con algo pero esta vez a sido la excepción- dije sin moverme, sin buscar a la persona de la cual provenía aquella voz. -Un Martini para la señorita-dijo de nuevo sentándose esta vez a mi lado aunque esta vez si dirigí la mirada hacia él para saber de quien se trataba. Un tipo bastante atractivo, calculaba yo que tal vez tendría entre 25 o 27 años, un tipo fornido por lo que se veía, su cabellera en un tono castaño, sus ojos eran de un color parecido pero diría yo que son marrones ya que no los veía bien por la falta de luz pero eso no importaba. -Acaso intentas emborracharme?- pregunte. - Y si así fuera, habría algún problema?- -Mmmm...eso depende, con que fin es el que deseas ponerme en ese estado-dije y él sonrió, una sonrisa perfecta. -Me llamo...- comenzaba a decir pero lo interrumpí. -Prefiero ponerme borracha a escuchar tu nombre, así por lo menos si alguien viene a reclamarme no tendré la menor idea de quien me hablan-dije, lo que ocasiono que sonriera aun más. -Eso hubiera servido antes, no crees?- -En efecto pero como no fue así esta vez tendré más cuidado- -Chica lista- -Preventiva diría yo- hable y después tome un trago de aquel Martini. -Entonces sin nombre?- pregunto. -Sin nombre- respondí. -Pero he de ser sincero, yo he escuchado tu nombre así que no creo que sea justo- -Tal vez pude mentir y no me llame así- -Eso es una posibilidad, tal vez podría llamarte gitana-dijo en son burlón. -Y yo podría llamarte Kuno- -Esta bien, esta bien ya entendí, entonces que te parece Afrodita- -Te ves listo, creo que se te puede ocurrir algo mejor- -Gracias, no sabes en verdad cuanto deseaba que alguien me llamara listo- Sonreí-He dicho que pareces listo más sin embargo no se si lo seas- -Eso dolió pero que te parece Yin Fa, es el nombre de aquella flor que se da por aquí pero….- -Sakura? Pero si es lo mismo- -Claro que no, es diferente- -Es verdad como pude ser tan tonta- dije en son burlón. -Y luego dices que no soy listo- Me mordí mi labio inferior y lo mire aun más detalladamente, en verdad que llamaba mi atención. -Quieres bailar?- pregunto pero eso era lo que menos quería, me acerque hasta él y lo bese. Ardiente, pasional, sensual la manera exacta para describir este beso, sentí como comenzaba a querer abrirse paso entre mis labios para así profundizar el beso lo cual permití gustosa, no sé exactamente cuanto duro el beso solo se que tuve que pararlo ya que el aire comenzaba a faltarme pero solo fue por unos segundos ya que enseguida volvió a besarme. -Que te parece si vamos a un lugar más intimo- pregunte contra sus labios. -Podríamos ir a tu apartamento- comento haciendo que me separara de inmediato. -No, a mi departamento no. -Pasa algo? He dicho algo que te molestara?- -No, nada de eso, es solo que prefiero que fuera en otro lugar, cualquiera a decir verdad- -Entonces vamos a mi auto- -Me parece perfecto- dije tomando mi bolso. -Solo bromeaba- dijo. -Pero yo no- -Sera una de mis fantasías hecha realidad- -Apuesto a que si-dije tomando su mano para salir de aquel lugar. Salimos de aquel lugar hasta llegar a su auto, pensé que todo pasaría en ese momento pero me equivoque ya que al subirnos él dio marcha hacia un lugar desconocido. -A donde vamos?- pregunte. -Tu solo espera, oh es que acaso piensas que voy a secuestrarte?- -Dios como no pude pensar aquello, es decir por mi mente paso la posible idea de que quisieras asaltarme y después aventarme algún acantilado o venderme aun importante líder de la mafia pero el que me secuestraras eso si que no lo pensé- dije sarcástica y él sonrió. -Sabes tienes mucha imaginación pero ahora que lo dices suena tentador- Llegamos hasta una casa dentro de una zona residencial que me era algo familiar. -Sera mejor que guardes tu carro, no crees?- Él no respondió pero opto por hacerme caso. -Ven- dijo tomando mi mano para salir del carro. -No- -Porque? Es mi casa, vivo solo, hay algún problema?- -Creo que tu y yo habíamos acordado algo-dije sentándome en sus piernas. -Cierto, mi fantasía- dijo posando sus mano es mis piernas. Lo bese de nuevo y mordí su labio inferior, sentí sus manos recorrer mi cuerpo mientras las mías se dedicaban a desabotonar su playera y a tocar su pecho, comenzó a besar mi cuello y más abajo de este, esto se sentía tan bien, nos mantuvimos entre besos y caricias durante un tiempo, hasta que ya no lo soporte más y menos cuando en un moviente que hice lo sentí, me aparte un poco para que así él pudiera bajar un poco su pantalón, tome mi bolsa y saque de ahí un condón. Él se lo coloco y me ayudo acomodarme sobre él,lo sentí entrar, tan duro que un gemido salió de mis labios ocasionando que el sonriera, desde el principio fue rápido pero extasiante, delicioso una sensación única que me hizo temblar por completo, yo termine primero que él pero en cuestión de segundos me alcanzó, me quede ahí unos momentos más esperando para regularizar mi respiración. No sé exactamente que me pasó pero al verlo así, con los mechones de pelo pegados en su frente por el sudor, sus ojos resplandecientes y sus labios hinchados, lo volví a besar y lo sentí crecer de nuevo dentro de mi, el me aparto lo cual me desconcertó pero solo fue unos momentos para cambiar el condón, las ventanas de su carro estaban empanadas, no sé en qué momento ambos terminamos en la parte trasera del carro, solo se que ahora el estaba sobre de mi, lo sentí entrar de nueva de una forma más gentil pero yo no deseaba aquello y el pareció darse cuenta pues sus embestidas comenzaron a ser más fuerte, lo sentí besar mis pechos, mi cuello mientras yo apretaba sus nalgas con mis manos y es que su trasero era algo que me había encantado. Lo escuché gemir y maldecir al mismo tiempo y en segundos ambos alcanzamos el orgasmo. Me quedé unos segundos con los ojos cerrados y tratando de normalizar mi respiración y de adivinar que es lo que me había pasado. -Y aún con esto no me dirás tu nombre?- pregunto cuando su respiración se normalizo, trayendo me a la realidad. -Ni aun con esto te lo diré-dije sentándome al otro lado y comencé arreglarme, pues había recuperado la cordura y ya había obtenido lo que busca. -Que haces?- -Me visto- -Pero porque?- -Tengo que irme- -Eso parece pero aún no termino contigo- -Lo siento pero esto ha sido todo- dije tomando mi bolsa para así salir del carro. -No estarás hablando enserio, por lo menos dame tu número- -Mira- dije saliendo del carro pero aún sin cerrar la puerta-hemos pasado un rato agradable y hasta ahí, así que no creo que sea necesario que sigamos en contacto, es decir fue cosa de una sola noche- -Directa pero entiendo- Cerré la puerta y fui hasta donde se encontraba. -Serias tan amable- dije pero él no me dejo continuar. -No te llevare a tu casa- dijo burlón, supuse que se trataba de desquitar por lo que le había dicho, había lastimado su ego. -No, yo solo quería pedirte que me abras la puerta para poder salir- Lo vi ponerse serio, lo que me hizo sonreír. -Sera un placer- dijo y abrió el garaje. -Gracias- dije y comencé a caminar. No cerro hasta que me vio tomar un taxi, en verdad que había pasado una excelente noche pero al final por más buena que fuera la noche siempre tendría este final. Al llegar a casa como siempre la oscuridad me recibía, me deje caer en mi cama sin prender ni siquiera la lámpara, que importaba ya estaba acostumbrada a esto, antes de acóstame a dormir tome una ducha, siempre solía hacer esto después de cada encuentro y es que en algunas ocasiones no podía evitar sentirme sucia. Me acosté y esta vez si prendí la lámpara, medite un poco al respecto de lo que había pasado hoy pero al final decidí no darme importancia así que sin más me deje vencer por el sueño, mañana llegaría Monica y tendría que ir por ella
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