Capítulo 3 parte 5

1018 Words
Luego de hablar con su familia y terminar de asear la mansión, Annya fue directo al cuarto de Louise para acompañarla y obviamente  estar cerca a Josef.  Al entrar, su empleadora la invitó a sentarse en su cama pues le agradaba mucho su compañía y su hijo estaba por salir a encargarse de algunos asuntos familiares. Así pues, tan pronto como se fue Josef, empezaron  a hablar de todo un poco e integraron a la enfermera a la conversación.  -Déjeme decirle que tiene una casa hermosa; los adornos son divinos, los acabados ni hablar, espectaculares, todo está hermoso. Por mi me quedo trabajando acá siempre- Exclamó la enfermera mientras sonreía. Halagada por sus palabras, Louise contestó: -Muchas gracias niña, me gusta que le agrade tanto la mansión como a mí. Acá he vivido los mejores años de mi vida. Mi difunto esposo la compró con mucho esfuerzo, siempre quiso lo mejor para Josef y para mí. Es una lástima que ya no esté con nosotros.- Y terminó la oración con un suspiro. -Lo siento por eso, me imagino que debe doler mucho, lo importante es que tiene a su hijo con usted. Eso sí, si no camina con más cuidado por estas escaleras, se arriesga a dejarlo solo doña Louise- contestó la enfermera que ya había entrado en confianza. Annya también quiso opinar, así que agregó:  -Por lo menos ustedes eran una familia feliz, me imagino. En cambio yo nunca conocí a mi papá. Mi mamá me cuenta que él la abandonó estando en embarazo y nunca se preocupó por mí, aunque tampoco me hizo falta, con mi mamá es suficiente.  A esto, Louise contestó: -Nunca me contó esa historia Annya, es muy triste saberlo y la admiro porque a pesar de lo que me cuenta  y lo que puedo percibir, usted no demuestra tristeza ni debilidad frente a nada. Eso dice mucho de usted, y créame que puede contar conmigo para lo que necesite, no dude en pedirme algo que esté a mi alcance. -Doña Louise, usted es siempre tan amable conmigo. Le agradezco por notar y resaltar esas cosas en mí. Quizás yo no le pueda brindar mucho, pero también puede contar conmigo en cualquier momento, yo estoy profundamente agradecida con usted y su hijo- Manifestó Annya y seguidamente se levantó de la cama para traer de la cocina algunas galletas y algo de beber. Cuando estaba subiendo las escaleras hacia la habitación, pudo escuchar que ahora el tema de la conversación era Chantelle, y por lo que alcanzaba a escuchar, su suegra no estaba muy a gusto con las actitudes que traía últimamente.  Pensó que Louise cambiaría el tema cuando la viera acercarse nuevamente a la entrada, pero para su sorpresa, continuó criticando a Chantelle en presencia suya. -A mí ella me agradaba y mucho, pensaba que era la mujer ideal para mi hijo, pero esa niñita a veces hace unas cosas que me dejan sin saber que pensar. Es terca, prepotente, humillante y a veces pienso que sólo le interesa el dinero. Además a veces es muy misteriosa con todo, me da por pensar que tiene a alguien más pero yo mejor no digo nada porque luego me tildan de cizañosa.  Entretenida con semejante chisme, la enfermera no dejó pasar por alto la oportunidad para decir lo que pensaba. -Ni la conozco y ya me cae mal, me imagino que debe ser de esas mujeres que sólo son interesadas, porque de esas abundan y más en  esta ciudad. Ojalá no sea así y yo esté hablando de más- afirmaba mientras hacía gestos sarcásticos con su rostro. -Y eso que no ha visto como me trata a mí. Parece que me odiaba desde el primer momento que me vio y yo no le he dado motivos. Es super chocante y grosera, y eso ha cambiado un poco porque doña Louise y su hijo me defienden.- Le contó Annya a Beatriz. Para completar, Louise añadió: -Yo sí he notado la bronca de ella contigo, supongo que se pone celosa porque eres linda. Ella no quiere que Josef mire a nadie más que no sea ella, no puede soportar que existan mujeres más lindas, siempre quiere ser el centro de atención y se torna muy desesperante.  Annya no quiso opinar más para evitar alargar  el tema, así que optó por cambiar la conversación y pasados unos minutos salieron del cuarto para dejar a Louise descansar un rato. Ambas se sentaron a esperar en la sala y aprovecharon para seguir conociéndose, mientras se volvían a ocupar.  Al cabo de un rato regresó Josef a la mansión y le preguntó a Annya por las novedades de su madre, ella le mencionó que no habían tenido problema alguno y que ahora estaba descansando en el cuarto. Además que había comido sin reparos y la medicina le estaba sentando muy bien. Seguidamente Josef se encaminó a su habitación y cuando estuvo lejos de la vista de ellas, la enfermera no escatimó en referirle a Annya:   -Que no se le note la traga, con semejante bombón yo estaría igual. La joven con sorpresa, un poco intimidada respondió: -¿De qué está hablando? Para nada, jamás me fijaría en él; no ve que se va a casar, además es mi patrón. No vuelva a decir esas bobadas que me mete en problemas-Al terminar, le dio una leve palmada  en su espalda, pues ya se tenían confianza. Capítulo 4  Una traición inesperada Habían pasado varios días desde que no se veía a Chantelle por la mansión, lo que llevó a Annya y a Beatriz a concluir que la relación seguía por mal camino.  -Yo estaría super feliz con el camino libre, aproveche mejor.- refirió la enfermera con picardía.  -Y usted vuelve a lo mismo… Eso a mí no me interesa, es problema de ellos.- respondió tratando de ignorar el tema. Beatriz, riéndose le contestó: -Voy a seguir con lo mismo hasta que usted me acepte que se muere por él. Se le nota por encima, no entiendo por qué lo oculta.  Annya se sintió descubierta, y con una mirada le confirmó sus sospechas.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD