EL PECADO DE ENAMORARSE

Capítulo 6 parte 2

-Es lo mínimo que podemos hacer por usted. Se ha portado excelente con nosotros, estuvo a disposición mía todo el tiempo cuando tuve la caída, y tengo muchas cosas más por agradecerle. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para aclarar la situación pero yo estoy casi segura que esto es obra de Chantelle- Aseguró Louise.

-¿Ustedes creen eso? Si llega a ser cierto, esa mujer está loca. Por favor no me dejen sola acá en el hospital, me da mucho miedo que ella o cualquier persona pueda venir y hacerme algo- Les imploró Annya.

Josef inmediatamente le informó que no sería necesario quedarse en la clínica pues la cuidarían desde casa nuevamente contratando los servicios de su amiga Beatriz. Además, no debía preocuparse tampoco por ningún gasto, pues ellos los asumirían por completo.

Por una parte esto le generaba tranquilidad, pero por otra, sentía que estaba abusando de las buenas intenciones de ellos así que intentó rechazar el ofrecimiento pero finalmente, terminó por aceptar al comprender que era la mejor opción y sería mucho más cómodo para ella.

Las tareas pendientes ahora eran dos: informarle a la familia de la joven lo ocurrido y pedirle a Beatriz regresar a la mansión, pero esta vez para prestarle sus servicios y cuidado a su compañera Annya.

Josef se encargaría de un asunto y Louise del otro. 

Como madre, Louise supuso que tendría más tacto al contarle a la madre de Annya lo sucedido así que ella pidió ser quien anunciara el hecho. 

De este modo, conseguir de nuevo a Beatriz era trabajo de Josef.

La primera entonces en cumplir con su encargo sería Louise contactando a la madre de la joven Annya. Llamó y el teléfono timbró por varios segundos  hasta que finalmente se escuchó la voz de Dennise al otro lado del móvil.

-¿Con quién hablo?

-Dennise buenas tardes, habla con Louise, ¿cómo está?

-Muy  bien sí señora, ¿usted qué tal? ¿Ese milagro?

-Dennise no quiero preocuparla mucho, pero a su hija la atacaron cerca a la casa, la hirieron con un puñal y está en la clínica pero puede estar tranquila; nosotros estamos con ella y ya la estabilizaron, se encuentra fuera de peligro.

Con una noticia de tal magnitud, la madre de Annya quedó en shock y permaneció en silencio por unos minutos. Tomó aire para intentar tranquilizarse y logró responder:

-¡Pero cómo así! ¿cómo que la apuñalaron? ¿Quién, señora?, si mi hijita no se mete con nadie. Ahora dígame qué hago yo desde acá, sin poder viajar porque no tengo plata y con mi niño me queda muy difícil- Refirió angustiada Dennise.

-Aún no sabemos, no se preocupe que como le dije ella está bien. También quería informarle que la llevaremos para la mansión y  allí la cuidará Beatriz; la enfermera que estaba el día de su visita. Si desea puede venir a estar con ella en la casa y nosotros pagamos sus viáticos sin problema.

-¿Ustedes de verdad están haciendo todo eso por mi hija? Muchas gracias, me sobran las palabras de agradecimiento. De verdad aprecio el ofrecimiento pero ya me parecería un poco descarado ir a quedarme allá, además el niño también debería ir conmigo. Yo voy a estar muy pendiente desde aquí y cuando pueda voy hasta allá desde temprano, me mantienen informada por favor.

-Claro que sí, y la propuesta sigue en pie por si se anima. Por ahora, puede estar segura que tendrá la mejor atención posible; además permanecerá todo el tiempo en la mansión y allí estará más cómoda y a gusto.

-De nuevo muchas gracias, le dan saludos míos y de Junior y en un momento la llamo para que descanse ahora.

-No tiene nada que agradecer Dennise, Annya merece la mejor atención, hasta luego y que esté muy bien. - La llamada finalizó.

Posteriormente, Josef se comunicó con Beatriz y  le notificó lo ocurrido. Además, le solicitó nuevamente sus servicios como enfermera y le pidió desplazarse hacia la mansión inmediatamente si era posible pues ellos ya saldrían hacia allá en compañía de Annya.

Sin titubear Beatriz aceptó y rápidamente se encaminó hacia la enorme morada, tan así que cuando llegó aún no estaban Louise y los demás, por lo que tuvo que esperar afuera sentada en el antejardín.

Luego de un rato ya estaban en la mansión y Beatriz primeramente se dispuso a adecuar el lugar para el cuidado de Annya.

Cuando estuvo listo, acomodaron entonces a la joven en el cuarto y le hicieron compañía mientras especulaban sobre lo ocurrido:

-Pero cuente bien pues cómo fue que le pasó todo, yo si quiero saber el chisme.- Expresó como era de esperarse Beatriz.

A pesar de estar adolorida y afectada por lo ocurrido, Annya no pudo evitar reírse con el comentario de su amiga así que decidió contarle a ella, Louise y Josef lo acontecido:

-Todo fue muy rápido pero mire pues lo que pasó; yo salía del supermercado y venía para la casa normal, sin afán y sin pensar que algo malo me iba a pasar, ¿quién se va a imaginar que le va a pasar algo así, y más con sólo salir a la tienda?, bueno, el caso es que ya estaba llegando cuando dos tipos se me acercaron y en un instante sentí un dolor muy fuerte en el abdomen, vi sangre y ellos salieron corriendo. Yo caí al piso  y cuando desperté ya me estaban subiendo a la ambulancia. No se imaginan el miedo que sentí, pensé que me iba a morir, fue horrible.

Sorprendidos por lo que contaba, dieron su opinión al respecto:

-Como le dije Annya, no estoy seguro pero si creo que Chantelle puede hacer algo así con tal de no sentirse humillada, además es mucha casualidad que justo por estos días que vino a la mansión y tuvieron la discusión, le haya pasado algo así- Juzgó el hombre que evidentemente se encontraba muy preocupado al igual que los demás por la situación.

-Yo también pienso lo mismo, porque de verdad está muy raro y es mucha coincidencia. Si ella llega a estar involucrada nos encargaremos que pague por las vías legales si es necesario- Intervino Louise.

-Pues yo lo único que digo es que esa mujer está loca, imagínense entonces qué le podría hacer a usted patrón, tiene que cuidarse también.- profirió de nuevo Beatriz.

Josef hasta el momento no había contemplado ese panorama pero con las palabras de Beatriz reflexionó y se dio cuenta de que tenía razón. Por lo tanto ahora sabía que por prevención era necesario estar muy pendiente de cualquier situación sospechosa, y lo más conveniente sería mantener a Chantelle lejos.