Capítulo 3 parte 3

1025 Words
-No tiene nada que agradecerme, la señora Louise ha sido muy buena conmigo y es lo menos que puedo hacer. Por favor, si hay cualquier otra cosa en lo que pueda ayudar, no dude en llamarme; yo estaré muy pendiente. -Descuide Annya, yo sé que puedo contar con usted para lo que necesite. En un rato iré por la maleta que le pedí y la tendré al tanto de todo- La llamada finalizó. Chantelle  no pasó por alto la situación y encaró a Josef muy enojada por la conversación con su empleada. -No falta la mosquita muerta y oportunista, esa niña ya se te quiere meter por los ojos, de verdad que no la soporto. Esto es un asunto familiar, no tiene ningún motivo para estarte llamando a preguntar cosas, es obvio que tiene otras intenciones contigo. Ofuscado por lo que escuchaba y por la poca comprensión de su novia frente al accidente de su madre, Josef muy alterado le respondió: -¿Podrías dejar por un momento tus celos de niña pequeña? Por Dios Chantelle, mi mamá estuvo a punto de morir por lo que le pasó, es obvio que Annya va a preocuparse por ella, y tú sólo piensas esas tonterías de que tiene otras intenciones. Estás loca en serio, si no vas a aportar nada en este momento lo mejor es que te vayas y yo me quedo acá en la  clínica.  -¡Ahora me decís loca!, pero sabes que tengo razón. Si eso quieres está bien, me voy a largar de aquí ya mismo, y que te acompañe la sirvienta esa que por lo visto te entiende más que yo- Mencionó mientras desaparecía de la vista de su novio. El joven decidió seguir en la sala de espera, a la expectativa de noticias nuevas sobre su madre, y en efecto, un médico salió a comentarle las novedades: -Por ahora ya se encuentra fuera de peligro, está estable. Sin embargo, deberá permanecer unos días acá en la clínica para analizar como evoluciona del golpe en la cabeza. Emocionado por esto decidió preguntarle al profesional si sería posible tener a su madre en casa y él correría con todos los gastos que fueran necesarios, a lo que el doctor contestó que sí pero que necesitaría vigilancia constante,  mucho reposo, una dieta estricta y debía evitar situaciones que le produjeran estrés.  Con todas estas precauciones y aprovechando que en el momento Louise aún dormía, Josef decidió ir a la mansión por algunas de sus pertenencias y  de paso poner a Annya al tanto de la salud y los  cuidados que su madre iba a requerir. La conversación no se prestó para tocar otros temas. Era obvio, y Annya realmente comprendía lo ocurrido. En ese momento no le importaba nada más que mostrarle su apoyo  a Josef y Louise. Además, se comprometió a cuidarla debidamente cuando estuviera en casa de regreso. -No sé qué haría sin su ayuda ahora. No tengo cabeza para nada que no sea mi madre y para completar tuve una pelea con Chantelle, parece que le importara poco lo que pasó. Sorprendida al oír esto, le preguntó con curiosidad: -¿De verdad están peleando ahora? Es increíble,  yo no pienso preguntar porque no es de mi incumbencia pero  no creo que sea más importante que su mamá.  Josef cada vez estaba más fascinado con la sencillez, humildad y el carisma de Annya, al escucharla, le tomó una mano mientras le mencionó: -Usted es un ángel, de verdad no sabe cuánto me gustaría que Chantelle me entendiera un poco más y me apoyara como lo hace usted. Estoy muy agradecido,  y sé que mi madre también. Por favor también tenga la certeza de que tendrá la ayuda de nosotros desde que esté a nuestro alcance y le podamos servir. Y luego, en gesto de agradecimiento le dio un beso en la mejilla y se marchó de nuevo a la clínica.  Por su parte, Annya se paralizó por unos momentos por la emoción y suspiró mientras apretaba fuertemente la mano que le había tomado Josef. Era inevitable para ella ocultar lo que sentía, además estaba a gusto con la manera en la que poco a poco fluían las cosas, teniendo así más oportunidades de conquistar y enamorar a Josef. Pasaron algunas horas hasta que Annya decidió ir a dormir, esta vez un poco más temprano de lo habitual pues sabía que le esperaban días pesados y de mucho trabajo con su patrona.  Tan pronto se despertó lo primero que hizo fue llamar a Dennise a contarle el incidente y a informarle que no podría ir a visitarla a ella y a su hermano Junior porque debía dedicarse por completo a los cuidados de Louise.  -No se preocupe hija que ya tendremos otro día para verla. Por ahora mire cómo puede ayudar a esa pobre señora que de milagro está viva. Ahora que se despierte su hermanito le digo porque él estaba muy contento esperando su visita de esta semana. -Sí mami yo me imagino cómo se va a poner Junior ahora que le diga pero le prometo que tan pronto pueda voy y los visito. Me hacen mucha falta. Voy a colgar ya que no demoran en llegar con ella de la clínica y tengo que tener todo arreglado. Siendo las 9:00 a.m, pudo observar por uno de los balcones de la mansión cómo se acercaba la ambulancia y detrás uno de los autos de Josef. Bajó rápidamente y estuvo lista en la puerta para el momento de la entrada.  Louise tenía muchos moretones, traía vendas en la cabeza, un cuello ortopédico y algunas otras lesiones leves en el resto de su cuerpo. Con ella, entró su hijo y junto a Annya prestaron mucha atención a los cuidados y precauciones que debían seguir para evitar complicaciones. Agradecieron al equipo médico por la atención  y se encargaron de instalar a Louise en su habitación mientras llegaba una enfermera particular que contrató Josef para atenderla. Mientras tanto, la joven empleada demostraba estar atenta a lo que se le ofreciera o pudiera necesitar  y Louise no dejaba de agradecerle por su gesto tan amable.      
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