EL PECADO DE ENAMORARSE

Capítulo 6

Nuevamente las expresiones de Josef provocaban sensaciones en Annya; palpitaciones aceleradas, vacío en el estómago y lógicamente un anhelo de estar con él sentimentalmente.  

No sabía qué pensar y además ya era tarde,  por lo que decidió ir a su cuarto, ducharse y finalmente acostarse para así distraer su mente y no pensar en la situación que momentáneamente le generaba estrés ya que no sabía como manejarla, qué sentir, qué asimilar; nunca había atravesado algo similar y tampoco sabía  a quién pedirle consejos sobre el tema. 

Siendo casi media noche, el sueño se apoderó de ella y logró descansar para levantarse a otro ocupado día en la mansión.

Capítulo 6

Louise había avanzado lo suficiente en los días posteriores a su accidente y en el momento ya era casi que innecesaria la compañía o cuidado de la enfermera, por lo tanto desistieron de sus servicios en buenos términos.

Antes de que Beatriz se marchara, Josef y en especial su madre Louise, agradecieron profundamente a la enfermera por su atención tan excelente y su compañía agradable. Annya con quien había entablado una buena relación laboral en la mansión, se despidió con aflicción y le recordó que estaría disponible para ella cuando la necesitara. También agradecieron por las risas pues no era un secreto que Beatriz tenía un excelente sentido del humor aunque en ocasiones fuera un poco imprudente.

 Luego de las gratificaciones la enfermera salió de la mansión, mientras que Louise ya podía valerse por sí sola.

De este modo, las cosas poco a poco regresaban a la normalidad en la vivienda; Josef y su madre salieron juntos a cerrar algunos negocios que habían quedado pendientes mientras que Annya realizaba las labores domésticas de costumbre.

Terminado el aseo, se dispuso a ir por las compras para el almuerzo, pues suponía que sus patrones regresarían a eso del medio día a la mansión ya que su trabajo no se regía con un horario fijo sino que consistía en asisitir a algunas reuniones ocasionalmente para cerrar tratos de proyectos arquitectónicos pues eran dueños de una constructora e inmobiliara de bienes raíces.

Salió a realizar las compras que le tomaron alrededor de treinta minutos. Quería hacer un almuerzo especial para celebrar la recuperación de Louise así que compró pastas para prepararlas en salsa, pechugas que rellenaría con queso y vegetales y lo necesario para alguna ensalada saludable. 

De regreso a la mansión, caminaba con las bolsas de las compras y desprevenidamente fue abordada por dos desconocidos que se acercaron a ella y sin mediar palabra le propinaron varias heridas en su abdomen con un arma cortopunzante. 

Inmediatamente la mujer quedó tendida en el pavimento sangrando y fue auxiliada por personas que presenciaron el hecho violento y en reacción llamaron a una ambulancia que llegó rápidamente al sitio. 

Annya fue trasladada a una clínica donde lograron estabilizarla y sacarla de peligro; afortunadamente las heridas no comprometieron órganos vitales pero ahora la incógnita era el por qué del hecho. La hipótesis de un robo era totalmente nula puesto que a la mujer no le fue hurtado ninguna pertenencia u objeto de valor.

Tan pronto como despertó la joven afectada, las autoridades ingresaron a la habitación donde reposaba para realizar las preguntas pertinentes a la investigación e intentar identificar las causas del atentado. Pero primero, pidieron un número de contacto para informar la situación y como respuesta Annya otorgó el teléfono de Josef pues no quería preocupar a su madre aún y además sabía que no se podría desplazar fácilmente a la ciudad. 

Transcurridos algunos minutos de la llamada al joven para informar la situación, éste llegó a la clínica en compañía de Louise, ambos preocupados además de impresionados por el ataque. No encontraban motivos para lo que ocurrió; en lo que habían logrado conocer a Annya podían evidenciar que era una joven buena, sin malas intenciones con nadie y que difícilmente se vería envuelta en un hecho violento como el ocurrido. 

El interrogatorio no se hizo esperar:

-¿Tiene idea de alguna persona que pueda estar detrás de esto?- indagó un oficial de policía

-No señor, la verdad no se me ocurre nada. Yo ni siquiera soy de esta ciudad y no tengo inconvenientes con nadie- respondió Annya quien se podía notar muy confundida.

-¿Alguna deuda pendiente o algún motivo que se le pueda ocurrir?- prosiguió el policía.

-No señor, ninguno, no tengo deudas con nadie- contestó.

Al escuchar las preguntas, Josef no dudó en intervenir pues sospechaba que Chantelle estuviera involucrada porque era evidente que odiaba a Annya y en su última visita el trato no fue el más adecuado.

-Yo tengo una sospecha.- afirmó Josef.

-¿De quién sospecha y por qué?- cuestionó el oficial

-De mi expareja señor. Ella y Annya han tenido algunas diferencias desde que se conocieron y mi exnovia siempre ha buscado la manera de ofenderla y tratarla despectivamente. Hace algunos días estuvo en mi casa y surgió una discusión en esta visita donde la principal ofendida fue Annya, conozco a Chantelle que es de quien sospecho y sé que es capaz de hacer eso y hasta más.- informó el joven.

Esta aseveración tomó por sorpresa a la víctima que no paraba de mirar extrañada al apuesto hombre y no encontraba como agradecer por estar presto a ayudar con la investigación. 

Louise sintió la necesidad de expresar su opinión y lo hizo: 

-Yo también creo que esa mujer tenga relación con el hecho. Señor policía, esa tipa guarda un resentimiento incontrolable por nuestra empleada, por favor adelante las investigaciones pertinentes para que se haga justicia.

El policía tomó nota de los datos otorgados para iniciar la pesquisa correspondiente y posteriormente se retiró de la clínica, quedando Annya en compañía de sus patrones.

-¿Cómo se siente ahora? Debió ser horrible, no imagino lo que sintió- Preguntó Louise.

-Mejor pero muy asustada, además esto duele mucho. No sé cómo contarle a mi mamá para no preocuparla.

-Yo me encargo de eso, usted por el momento descanse que lo necesita- mencionó Louise en ofrecimiento a Annya.

-Muchas gracias por estar tan pendientes de mí, ustedes son unas excelentes personas- refirió la joven afectada.