Capítulo 4 parte 4

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Intenté hablar con él pero salió corriendo, obviamente eso me generó más duda ¡pues imagínate!, entonces entré con una llave que tenía y encontré a Chantelle desnuda en la cama. Annya interrumpió: -¿Es en serio lo que me está contando? Parece una novela. Josef retomó: -Es verdad todo. Cuando la vi sin ropa y con el cuarto desordenado no la dejé decir ninguna palabra, todo estaba muy claro para mí, así que terminé mi compromiso con ella. -Yo no sé ni qué opinar, pero creo que hizo lo correcto, ¿no?, además usted ya había dicho que no sentía lo mismo por ella, las cosas ya no eran igual… Todo se prestó a su favor, ¿no le parece?- indagó Annya con merodeo. -Pues sí Annya, en eso tiene razón, pero yo no esperaba que algo así fuera a ocurrir. Puede que yo no conserve los mismos sentimientos hacia ella que al principio, pero eso no impide que me afecte lo que pasa y más una traición de ese tamaño. Me sentí humillado y como un payaso. -Claro, yo me imagino… Pero al menos tomó una buena decisión o eso creo, así no se engaña más ni usted, ni ella. -Esperemos que sí sea lo correcto, por ahora me ocuparé solamente de mi madre. No tengo cabeza para nada más.  Annya se llevó las manos a la cabeza y mencionó: -¡La comida de su mamá! Qué vergüenza con ella, por estar acá chismoseando no se la llevé. Se la voy a subir en un momentico, disculpeme.  Fue y tomó el plato con la cena de Louise y subió a su habitación a dársela por bocados pues aún tenía lesiones en su cuerpo. -¿Te contó mi hijo lo que pasó?- Preguntó -Sí señora, terrible eso, yo quedé impresionada, pobrecito él. ¿Y qué feo que haya sido con un amigo cierto?, uno no sabe qué es lo peor de esa historia.  -Tenaz, ¡imagínate vos!, con lo que ocurrió se me termina de salir por completo esa niñita, ojalá no sea tan cínica de venir acá a pedir perdón. -Eso sí sería el colmo le cuento, ya sabe que se puede esperar cualquier cosa de ella. Pero yo no creo pues que su hijo la perdone, ¿ o será que sí? -No querida, de eso sí estoy segura que no. Mi hijo puede ser cualquier cosa menos bobo, y con una traición así no tiene cuando perdonarla.  Annya sintió agrado al escuchar las afirmaciones de su patrona, lo hizo notar con una pequeña sonrisa y agregó: -Esperemos que sea así, pues, lo digo porque nadie merece que le hagan una barbaridad de esas, y menos su hijo Josef que es tan buena persona. -Es verdad, nadie lo merece y menos él. De alguna manera lo superará. Mientras dialogaban entre ellas, Annya pudo escuchar a Josef acercándose así que rápidamente cambiaron de tema pues no querían que él se enterara que estaban hablando de su desgracia. -¿Cómo sigues mamá, te sientes bien? -De maravilla hijo, y con la compañía que tengo no puedo estar mejor, Annya me distrae mucho- Contestó Louise y terminó con una sonrisa dirigida a su empleada. -No me cabe duda de que es así, es muy buena conversando y seguro encuentran muchas cosas de qué hablar- le lanzó una mirada coqueta, y retomó: Mamá voy a salir por unos tragos y creo que llego tarde. Annya por favor, muy pendiente de ella y de todo lo que necesite. -Sí señor, no se preocupe que queda en buenas manos- respondió la joven Louise contestó: -Está bien pero mucho cuidado por favor, nada de excesos y si llegas a necesitar algo me llamas, ¿bueno?  -Sí mamá, quédate tranquila que yo me cuido bien. Más bien descansa tú que lo necesitas-Le refirió el joven a su madre y fue a darle un beso en la mejilla. A continuación se despidió de ella y Annya y salió en su auto.  Las mujeres aprovecharon que quedaron solas para hablar libremente de lo que quisieran. Louise aprovechó la confianza que ahora existía entre ambas y decidió preguntarle particularmente por su madre Dennise: -Vé Annya, a todas estas, ¿tu mamá a qué se dedica? -Doña Louise mi mamá vende almuercitos en el pueblo, con eso se hace lo que se puede. Por eso me vine para la ciudad a buscar trabajo, porque el dinero a veces no alcanza para cubrir todos los gastos. -Entiendo, entiendo, eso está muy bien; que ayudes a tu mamá así como ella te sacó adelante. Me pareces una berraca. Un día de estos que esté mejor y pueda atenderla, la traes para que charlemos un rato, ¿te parece la idea? Anny respondió sin dudar: -Claro que sí, yo hablo con ella cuando usted me diga y le digo que venga.  Por su parte, Josef se encontraba en un reconocido bar de la ciudad con un par de amigos bebiendo, intentando así olvidar la situación que lo acongojaba. Entre trago y trago decidió contarle a sus amigos sobre la traición de Chantelle y como todos, no salían del asombro con la noticia y lamentaron el hecho de que se hubiera cancelado la boda. Como era de esperarse, no dudaron  en proponerle ir a buscar mujeres para “pasar la pena” y olvidarse de todo un rato. Josef lo dudó por un momento pero finalmente accedió y terminaron saliendo del bar hacia un club de strippers. Al llegar al sitio, no podían ignorar la cantidad de mujeres sexys y atractivas que allí se encontraban. Estaban seguros que este lugar haría que Josef se olvidara del engaño que había sufrido, además él ya tenía bastantes tragos encima y esto era un punto a favor. Se acomodaron en una mesa y se dispusieron a disfrutar del show que las mujeres ofrecían, claramente a cambio de dinero. El plan parecía funciona como lo esperaban; Josef se veía alegre y satisfecho,  no paraba de beber y sus amigos también se encontraban en la misma situación, y era obvio con mujeres tan voluptuosas bailando cerca a ellos con ropa diminuta  en un tubo.
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