Capítulo 3 parte 4

1029 Words
Luego de un rato,  se presentó la enfermera que estaban esperando. Recibió muy atenta las instrucciones de Josef y se dispuso a realizarle las curaciones necesarias, darle los medicamentos según  la indicación médica y se quedó a su lado expectante a cualquier cosa. El hijo de Louise debía ocuparse de los negocios de su madre así que salió dejando a Annya encargada en la mansión. Annya y su patrona Louise conversaban amenamente y reían con algunas historias cuando fueron interrumpidas por el timbre principal. Enseguida Annya fue a ver quién era y para su sorpresa tenía en frente suyo a su ahora “rival” Chantelle, quien sin mediar palabra entró e ignoró por completo a la empleada y subió directo al cuarto de Louise. Tan pronto entró a la habitación cerró la puerta dejando a Annya afuera. Chantelle se sentó en la cama y con un tono de voz quejumbroso mencionó: -Suegrita a mí si me da mucha pena no haber estado contigo mucho rato en la clínica pero no te imaginas la pelea tan terrible que tuve con tu hijo por andar defendiendo a esta estúpida que tienes de sirvienta. Me echó de ese hospital como un perro, en serio que no te imaginas lo humillada que me sentí, ¿puedes creerlo?  -¿Pero defenderla de qué? ¿de ti?, sus motivos tendrá. Desde que ella llegó no la has dejado en paz y no paras de insultarla y sabes muy bien que Josef no tolera esas cosas, era de esperarse.- Respondió Louise y un silencio incómodo se apoderó del lugar. Chantelle retomó: -Yo de verdad no entiendo ustedes porque prefieren estar de parte de esa niñita que de mí. Peleamos porque estando en la clínica tuvo el descaro de llamar a Josef según ella a preguntar por ti, pero eso no se lo cree ni ella  y yo sé que está buscando algo más. -Ahora entiendo porque mi hijo se molesta contigo, estás haciéndote ideas en la cabeza que ni al caso. Deberías dejarla en paz, nadie ha estado tan pendiente de mí como Annya, y te guste o no ella trabaja para mí así que la respetas. Dicho esto, Chantelle que no soportaba que la contradijeran o que estuviera errada en algo, salió del lugar arrojando fuertemente la puerta.  La enfermera que no comprendía la situación se encargó de en ese momento de suministrarle un medicamento para los nervios a Louise, puesto que la escena que acababa de ocurrir podría resultar perjudicial para ella si despertaba algún episodio de estrés. Por su parte, Annya ingresó de nuevo al cuarto y le indagó a Louise los motivos de Chantelle para salir de esta manera. De modo cortante sólo respondió que era una niña berrinchuda  y que ya se le pasaría el enojo: -No le prestes atención y no te preocupes, son sólo rabietas de ella, siempre quiere tener la razón. Con esta respuesta la jovencita se sintió incómoda de atreverse a preguntar algo más así que bajó hasta la cocina y empezó a adelantar lo que sería el almuerzo. Al tiempo que adobaba con especias una carne de cerdo, se ideaba cómo estar más cerca de Josef y si tendría más opciones ahora que estaba disgustado con su prometida. Preparó además un arroz especial y una ensalada deliciosa. Sólo faltaba que el joven Josef regresara a la mansión y así quizás tendrían algún momento para hablar. En efecto, pasados unos minutos el chico volvió a su lujosa morada y decidió sentarse en el comedor con Annya, mientras su mamá era alimentada en la habitación por la enfermera. Aprovecharon el almuerzo para hablar sobre los dos, acerca de lo que estaban sintiendo y de qué harían con ello.  -Annya no he podido sacarla de mi cabeza un solo momento. Trato de ignorar lo que siento pero cada día se me hace más difícil. Es increíble que una persona como usted que hace unos meses no sabia de nuestra existencia, esté más pendiente de lo que nos pase y me muestre más apoyo que mi propia pareja. Las cosas con ella cada día están peor y creo que terminarán pronto. Al  atender esto, la joven quedó embelesada con sus palabras y con un tono de voz tembloroso refirió: -Yo también he intentado ocultar las cosas que estoy empezando a sentir, esto nunca me había pasado y lo que más mal me hace sentir es que usted tenga novia. No se imagina la tortura que es verlos entrar juntos, abrazados y demás- tomó un suspiro y continuó: Además su novia quiere hacerme la vida imposible, me odia, y no quiero que me odie más si se llega a enterar de esto.  Cruzaron unas cuantas miradas hasta que ninguno logró contenerse y sellaron sus palabras en un beso cálido y apasionado. Annya disfrutaba cada uno de sus besos, temblaba de nervios pero no quería detenerse. De Josef ni hablar, estaba experimentando sensaciones que no había conocido con Chantelle, tomaba la cintura de Annya delicadamente mientras sus labios se rozaban con  recelo.  Lo que sentían era mayor que el remordimiento que podían sentir o el temor a ser descubiertos. Sin embargo, pasados unos minutos decidieron detenerse para no llevar más lejos la situación. Al separar sus labios, ambas miradas apenadas se cruzaron, no mencionaron nada por un minuto y seguidamente Josef subió al cuarto de su madre,entretanto Annya terminó de limpiar la cocina al tiempo que tocaba sus labios con delicadeza, incapaz de superar lo que acababa de ocurrir. Sentía que las cosas iban por buen camino a pesar del “pequeño detalle” de su compromiso, pues lo más probable era que se cancelara la boda. Se tomó un momento para llamar a su madre Dennise y conversar. Además, le contó muy ansiosa que recibiría un dinero extra por parte de sus patrones en agradecimiento a la atención que estaba teniendo con Louise, así que les enviaría un poco  más de dinero esta vez para hacer más llevadera la situación en su hogar. Dennise recibió la noticia con alegría y antes de terminar la llamada pasó al teléfono a su hermano Junior que preguntaba insistentemente cuándo iría a visitarlos.
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