Capítulo 4 parte 2

1048 Words
Beatriz añadió: -¿Si ve que yo sí sabía? Ahora hágame caso y aproveche la oportunidad. -No Beatriz, cómo cree. El hecho de que me llame la atención no quiere decir que debamos estar juntos… Él en lo suyo y yo en lo mío, además se va a casar. -¿En serio usted piensa que habrá boda? Esa señora ni se ha asomado por acá, además  él también es muy evidente, yo por ejemplo he visto cómo la mira cada vez que usted está cerca, con una cara de enamorado. ¡Ya quisiera yo que me miraran así, y más un tipo de esos! Esto puso un poco nerviosa a Annya, y apenada le dijo: -Usted hoy amaneció imaginando muchas películas, mejor vamos a ver si ya se despertó la señora Louise, y por favor no mencionemos nada del tema frente a ella, no quiero meterme en problemas y tampoco preocuparla ahora que está tan enfermita. -Sí, sí, sí, como sea, vamos, luego seguimos hablando de esto entonces.- Respondió mientras subía detrás de Annya hacia el cuarto de Louise. Cuando entraron, efectivamente estaba despierta así que Beatriz aprovechó y le suministró uno de los medicamentos, después se dispusieron a conversar de nuevo y Louise le agradeció a ambas por estar tan atentas a su cuidado. A lo lejos, se lograba escuchar a Josef hablando por teléfono y al parecer discutía con Chantelle: -No entiendo por qué no respondías mis llamadas, no fue una ni dos, te hice demasiadas, y necesitaba hablar contigo pero por lo visto estabas ocupada en otras cosas.- La llamada finalizó. Al atender esto, las tres mujeres no tardaron en especular acerca de la llamada. Beatriz, como era de esperar fue la primera en lanzar su juicio: -¿Les dije o no les dije? esa no es buena mujer, y si no le contestó algo estaría haciendo, no sería nada bueno. Annya refutó: -No afirme cosas que no sabe, de pronto estaba en algo importante, o no lo escuchó, pueden ser muchas cosas y no necesariamente que lo esté engañando. Para su sorpresa, Louise defendió a Beatriz afirmando: -Pues yo si apoyo lo que dice ella, les he dicho que esa mujer es muy misteriosa, a veces siento que oculta algo pero no logro saber qué es. Más tarde le preguntaré a mi hijo a qué se debió la discusión. Annya por su parte prefirió no opinar más y salió hasta la cocina por una bebida para su patrona y otra para Beatriz. Estando allí, pudo escuchar como se acercaban unos pasos, resonando como quien está furioso y el portón principal se cerró de un fuerte golpe. Josef había salido enojado y Annya no sabía su rumbo, pero al ver lo molesto que estaba regresó corriendo al cuarto y le contó a Louise lo que acababa de presenciar.  Su madre sintió preocupación e intentó comunicarse con él para saber qué ocurría pero no tuvo éxito ya que él había apagado su teléfono. Josef conducía muy rápido tratando de llegar cuanto antes a casa de Chantelle que vivía a unos treinta minutos de la mansión. Su enojo y desconfianza se hicieron evidentes luego de que le realizó varias llamadas a su prometida y ésta contestó después de un rato sin dar razón clara de porqué no contestaba. Cuando Josef llegó al edificio y se acercó a la portería para anunciarse, no tuvieron respuesta por lo tanto no podría seguir al apartamento sin autorización de Chantelle.  Sin embargo,  no estaba dispuesto a irse del lugar sin explicación alguna, así que estuvo hablando durante algunos minutos con el portero y finalmente lo convenció de dejarlo pasar. Al salir del ascensor notó que se cerraba la puerta del apartamento de su novia y de allí salía un hombre que sorprendentemente no era sólo conocido de Josef, sino un amigo muy cercano llamado Martín.  Josef no salía del asombro, intentó pedirle respuestas a su supuesto amigo pero cobardemente huyó, dejando aún más ofuscado al novio de Chantelle. En ese momento recordó tener unas llaves del apartamento en su chaqueta, y entró para pedirle a su prometida justificación de porqué Martín estaba allí. Notó que su novia no estaba en la sala, ni en la cocina, por lo que probablemente estaría en su habitación. Fue hasta el cuarto y quedó pasmado al ver que estaba muy desordenado, con las sábanas en el piso y peor aún, la ropa de Chantelle que para ese momento se encontraba sin palabras, sin saber cómo explicar la escena. Ofuscado como nunca antes había estado, empezó a vociferar: -No puedo creer lo que acabo de ver Chantelle, ¿cómo pudiste?, no tengo palabras, esto es increíble, además ¿Martín? , de tantos hombres en el mundo te da por meterte con mi amigo, olvidate del matrimonio que no pienso escucharte. La mujer continuaba anonadada, y entre llanto y lágrimas se defendió: -¿Y qué esperabas?, últimamente me traías muy abandonada y querías poner por encima de mí a tu sirvienta. Tu mamá y tú se pusieron en contra mía, me sentía muy sola y en un momento de debilidad encontré refugio en Martín. -No seas descarada y a mi mamá no la metas en esto. Annya tampoco tiene nada que ver, lo único que hice fue defenderla de tus malos tratos- su voz se cortó por unos segundos y retomó: Increíble que en el momento en el que más te necesito no me acompañes y lo mejor que encuentras por hacer es acostarte con mi amigo. Chantelle envuelta entre sábanas intentó suplicarle: -Podemos arreglarlo amor, no digas que hasta aquí llegó todo, sólo fue una vez y estaba muy confundida, por favor perdóname y escúchame. Tú y yo nos vamos a casar, eres el hombre de mi vida, hemos luchado mucho por esta relación, no puede terminar así. Sus palabras sólo aumentaban el coraje de Josef y enfadado agregó: -¿Cómo crees que vamos a arreglar algo así? Es que no fue un beso Chantelle, no fue algo sin importancia ¡te revolcaste con un amigo mío!, y quién sabe de qué otras cosas no me habré enterado. No seas conchuda, yo me largo de aquí- cerró la puerta bruscamente y Chantelle corrió tras él intentando detenerlo pero no lo consiguió.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD