EL PECADO DE ENAMORARSE

Capítulo 5

Transcurridos algunos minutos mientras la joven empleada terminaba la rutina de limpieza de la mansión, subió a la habitación de Louise para conversar con ella y con su compañera Beatriz.

Tan pronto entró pudo notar que hablaban acerca de la mujer que había llevado Josef a la mansión. Louise al parecer disfrutaba la compañía de ambas chicas y había entablado una relación de confianza con ellas.

-¿Cómo lo ve pues? Eso sí es caer muy bajo, un tipo tan adinerado, guapo, con mil pretendientes, traer a su casa a una bailarina, stripper o lo que sea, ¡es el colmo!-Refirió Beatriz dirigiéndose a Annya.

-Yo no tengo nada para opinar, está soltero y es libre de hacer lo que desee, o al menos eso pienso yo- Contestó apaciblemente, mientras por dentro la carcomían los celos y el deseo de dar su opinión igual o peor de venenosa a la de la enfermera.

La opinión de Louise no se hizo esperar:

-Puede ser mi hijo y todo pero yo no voy a permitir que traiga a mi casa a mujeres que ni él conoce, ¿ustedes se imaginan con cuántos hombres pasan la noche? terrible.

-A todas estas, ¿qué ha pasado con esa niña, Chantelle es que se llama?- Interrogó Beatriz

-Hasta donde yo sé, nada. Por lo menos por aquí no se ha aparecido, y Josef tampoco me ha dicho si se han comunicado de nuevo o no- Contestó Louise.

En ese momento Annya recibió una llamada de su madre quién le mencionaba que la extrañaban mucho en la casa ya que por algunos días no podría ir debido al accidente de su patrona. 

En respuesta, su hija le aclaraba que también le hacía mucha falta pero que debían esperar unos días más a que la salud de Louise mejorara.

Dennise, afligida por lo dicho por su hija no tuvo más opción que resignarse y esperar el tiempo que fuera necesario para recibir su visita nuevamente. 

Cuando colgó, Louise quien se había percatado de la conversación, le sugirió que invitara a su madre y su hermano a la mansión y así no tendrían que hacer más larga la espera, a lo que Annya aceptó sin reparos. 

Posteriormente, llamó de nuevo a Dennise para confirmarle la invitación. Su madre emocionada se comprometió a llegar al sitio antes del medio día con su pequeño hijo.

Llegó la hora de almorzar y Annya como de costumbre debía avisarle a Josef que la mesa ya estaba lista. Pero esta vez, estaba segura de no acompañarlo aunque él se lo pidiera. 

Y así fue, el joven le solicitó sentarse a almorzar con él y dialogar un rato pero su respuesta fue negativa argumentando que debía arreglar su cuarto y demás para recibir la visita de su familia. 

Josef, con resignación quedó sólo en el comedor mientras la joven regresaba a la habitación de Louise con el almuerzo para ella y Beatriz.

-Doña Louise, ¿usted está segura de que no le molesta que los traiga? Además mi hermanito puede ser algo estresante y usted bien enferma, me da algo de vergüenza- Preguntó Annya a Louise 

-No se preocupe que si yo le digo que los puede traer es porque no me molesta. Además, relacionarme  y hablar con alguien de mi edad me sentaría muy bien. Y por su hermanito puede estar tranquila también, el lugar es muy grande y tiene todo el espacio del mundo para jugar o hacer lo que quiera. Por mí no hay ningún problema.

Entusiasmada por las palabras de su empleadora, la joven Annya salió del cuarto hacia el suyo para arreglar algunas cosas en su cuarto y tener todo bien ordenado para la vista de sus familiares. Estando allí, un golpe en su puerta la hizo abrir y pudo observar que allí se encontraba Josef. 

-¿Podemos hablar un momento?- Le preguntó el joven inquietado.

-¿Hablar de qué? Ya le dije que usted no tiene que darme explicaciones de nada- replicó ella.

-Pero yo se las quiero dar. Además, desde que terminé mi relación y compromiso con Chantelle no hemos hablado de nosotros y creo que es necesario aclarar algunas cosas.

-Josef por favor, lo de “nosotros” sólo fue un malentendido. Usted es mi patrón, yo una sirvienta, usted es millonario y acaba de terminar un compromiso con una mujer de iguales condiciones  a las suyas. Fijarse en mí y yo en usted es toda una locura así que le pido que por favor no volvamos a tocar el tema.

Josef algo confundido con sus palabras refirió:

-A mí no me importa ser su patrón, ni quien tuve antes. Creo que tiene un concepto de mí equivocado porque a mí nunca me va a interesar todo lo que usted mencionó, desde que yo sienta algo bonito hacia esa persona y eso me pasa con usted. Siento muchas cosas difíciles de explicar y únicas. Ahora que estoy libre quiero encontrar la manera de acercarme a usted, pero usted al parecer sólo desea alejarse y está bien, la entiendo.

-Son tantas cosas en contra, por ejemplo ¿con qué cara le hablaría yo a su madre sobre esto? A ella quién me dio la confianza de entrar a esta mansión aún sin conocerme sólo para darme la oportunidad de trabajar, yo no sería capaz.

-Usted no tiene que preocuparse por lo que piense o diga ella. Mi madre es muy comprensiva, y estoy seguro de que ella reaccionaría bien porque usted nos ha demostrado ser una buena chica y es lo único que a ella le interesa. Además, no estoy diciendo que debamos apresurarnos a las cosas, todo a su tiempo. Yo por ahora me retiro y la dejaré que piense bien las cosas- Mencionó mientras salía de nuevo hacia su cuarto.

Sus palabras quedaron haciendo eco en su cabeza y se cuestionó si era necesario continuar con su actitud de importarle poco lo que sintiera o si de una vez por todas seguiría sus sentimientos y se daría una oportunidad con Josef.

No quiso estresarse por el momento pensando del tema, así que puso algo de música y empezó a asear su habitación.