capitulo 5 parte 3
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Annya se sintió halagada al ver cómo su familia era bien recibida y tratada en la mansión. Estuvo unos minutos jugando con su hermano y Josef y finalmente regresó al cuarto donde estaba Louise, la enfermera y su madre, Dennise.
Al entrar, fue evidente que su mamá y su patrona ya se habían familiarizado pues se encontraban a carcajadas entre ellas y Beatriz.
Sonrió y para no interrumpir la conversación llamó a la enfermera con un gesto y le contó que su hermanito estaba en el patio jugando con Josef. ¿Su opinión?, como siempre, acertada pero un poco imprudente a veces:
-Muy lindo y todo pero más que lindo me parece inteligente, no ves cómo está aprovechando que conoció a tu hermanito para irlo conquistando como futuro cuñado. Ese no pierde el tiempo.
-¿Cuál cuñado?, no andes diciendo bobadas. Te cuenta uno algo y siempre piensas que está tratando de conquistarme y pues no es así. Yo pienso que él simplemente es amable.
-Yo me callo, no opino, no digo más… Pero de que tengo la razón, la tengo- contestó Beatriz mientras se reía con su amiga Annya.
Ya habían pasado unas cuantas horas desde que la familia de la joven empleada había llegado al lugar de visita, de modo que Louise sintió que era momento de hablar a solas con Dennise, así que buscó una excusa para ocupar a Beatriz y Annya y quedar únicamente con la compañía de la otra mujer mayor:
-¿Por qué no van las dos y aprovechan el día tan lindo, la visita de su familia, el patio con la grama, y juegan con su hermano también? Yo creo que él se iría encantado de haber compartido contigo y más en este lugar tan grande. ¡vayan y descansen un rato!
Dennise rápidamente captó la idea de Louise así que también intervino para motivar a las chicas:
- Sí mami, usted no se imagina como venía Juniorsito de feliz porque iba a verla y a jugar con usted, no le haga el desprecio.
-Vamos que yo tengo muchas ganas de conocer a tu hermanito, debe ser todo un amor- refirió Beatriz y ambas salieron del cuarto hacia el patio.
La primera escena que se podía observar al cruzar la puerta que daba al enorme patio de grava era la de Josef corriendo tras el pequeño Junior, mientras este se dirigía hacia su cancha a anotarle un gol.
-Ojalá le de calor y se quite la camisa ese bomboncito.- opinó Beatriz refiriéndose al apuesto Josef
Annya se burló al escuchar el deseo de la enfermera (aunque también era el suyo) y optó por unirse a la diversión, no sin antes asegurarse de que Beatriz también lo hiciera.
La cara de felicidad del pequeño Junior no tenía comparación. Realmente era un gran día para él; conoció la lujosa mansión donde trabajaba su hermana, tenía un lugar inmenso donde podía divertirse sin límites y ahora estaba jugando y compartiendo no sólo con su hermana sino con otras personas que hasta el momento eran desconocidas para él.
Por su parte, las dos mujeres mayores ahora contaban con la tranquilidad para hablar del gran secreto que habían ocultado durante tantos años:
-Dennise, explíqueme¿ cómo es posible que después de tanto tiempo el destino traiga a su hija hasta mi casa ?, es una excelente empleada pero no sé cuánto tiempo más podré guardar este secreto que tanto me agobia.
-No lo sé, se lo juro que yo no tuve nada que ver. Ella es una muchachita muy terca y salió de la casa con la idea de encontrar un empleo acá en esta ciudad tan grande y lo encontró. También quedé sorprendida y sin palabras la primera vez que vine al lugar y pude confirmar que usted le había dado el empleo. No me perdonaría si ella se llega a enterar de toda la verdad.
Louise, con algo de duda le respondió:
-En cambio yo pienso que es momento de que sepa todo. Sí el destino la trajo hasta este lugar fue por algo, y creo que debemos aprovechar la cercanía que ahora tenemos para mencionarle lo ocurrido hace más de veinte años.
-No por favor. Si no es necesario no lo hagamos, para mí sería muy difícil tener que contarle algo así después de haberla tenido engañada durante tantos años. Yo encontraré la manera en algún momento de hacerlo, pero no por ahora.- contestó Dennise a modo de súplica.
-Para mí también sería difícil y aún más, humillante. ¿Usted cómo cree que me voy a sentir contándole a mi hijo que su padre tuvo de amante a la empleada de la casa y que de allí nació otra hermana que jamás conoció? Josef siempre tuvo una imagen intachable de su padre, y desde el día de su muerte esa imagen ha permanecido intacta. Para él sería muy duro asimilar que su padre no fue tan ejemplar como el cree y que gracias a eso hoy tiene a su lado una hermana que debió conocer hace muchos años.
-Yo la entiendo y sé que para usted sería algo muy humillante y mancharía la reputación de su difunto esposo. Por eso mismo le pido que dejemos el asunto así; Annya nunca necesitó saber más de su padre, ella piensa que él nos abandonó mientras yo estaba en embarazo y con eso está bien. Créame que si ahora se llega a enterar de la verdad de su padre jamás me va a perdonar, me va a odiar por siempre.
-Dennise, ahora no importa si nos odian o no, lo único que debe importar es la verdad y su hija ya está demasiado grande y merece saberla. Yo lo siento mucho y todo pero en cualquier momento le cuento todo a Annya.- Contestó Louise con determinación.
La conversación se vio interrumpida porque en el momento entraron a la habitación Josef, la enfermera y Annya con su familia.
-Mamá, tienes que conocer a éste niño tan encantador, ahí donde lo ves y me hizo como cuatro goles- Le dijo Josef a su madre, refiriéndose al hermano de Annya.
El niño, que no había conocido a Louise por estar jugando todo el tiempo, le tendió su mano presentándose y demostrando lo amable que era.
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