EL PECADO DE ENAMORARSE

Capítulo 4 parte 3

De regreso a casa, era casi imposible controlar su enojo, conducía su auto a más de 90 km/h, grandes gotas de sudor corrían por su frente y todo el rostro, apretaba con mucha fuerza el timón y aceleraba cada vez más. En cuestión de minutos retornó a la mansión, y al entrar su ira fue evidente; las pisadas fuertes y algunos golpes que le dio a la pared lo delataron.

Al presenciar dicha situación Louise inmediatamente le pidió  a Annya y Beatriz que salieran de la habitación para hablar a solas con su hijo Josef, y un grito fuerte le anunció que su madre lo necesitaba.

En consiguiente, Josef entró al cuarto y empezaron a conversar:

-¿Qué te pasa hijo? Me asusta verte así, jamás te había visto actuar de esta manera.

-Pasa de todo mamá, de todo. Se terminó el compromiso, no habrá ninguna boda, lo de Chantelle y yo no va más.

Con asombro Louise contestó:

-¿Cómo que ya no hay boda? No me puedes estar hablando en serio, sólo faltan unas cuantas semanas para el matrimonio para que me digas esto. Explícame que no te entiendo.

-¿Quieres que te explique? Está bien, pasa y resulta nada más que fui al apartamento de Chantelle y estaba en la cama con mi amigo Martín, no sé cómo pudieron hacerme esto madre.

Louise no asimilaba lo que escuchaba y se alteró  a tal punto que entró en una crisis y fue necesario llamar a Beatriz para que la estabilizara, le suministró algunos calmantes y la dejaron descansar por un rato. Por su parte, Josef no se separó del lado de su madre sintiendo algo de culpa por lo que le había ocasionado. 

Rato después Louise despertó y ya un poco más relajada decidió tomar con calma el tema y hablarlo nuevamente con su hijo:

-¿Estás seguro de lo que me estás diciendo? ¿Cómo lo supiste?

-Sí madre, estoy seguro. Yo mismo lo vi saliendo del apartamento, y cuando entré ella estaba desnuda y me admitió todo. ¿Qué otras pruebas necesitas?- Narró Josef bastante alterado.

-No hijo me dejas sin saber qué pensar, es increíble. Piensa las cosas con calma, yo sé que es difícil pero tienes que pensar con cabeza fría, estamos de puertas a la boda de ustedes.

-Por lo mismo mamá, nos íbamos a casar, y comete un error de estos. Yo no soy capaz de perdonarla, definitivamente no madre. Olvídate de esa boda de una vez- Afirmó Josef muy decidido. 

-Está bien hijo, es tu decisión y estás en todo tu derecho. Es lamentable que las cosas terminen así pero son males buscados. Espero que no intente venir a darme la cara porque no quiero imaginar mi reacción. 

-Yo también espero que no se aparezca por acá, no quiero saber nada de ella ni de Martín, maldito infeliz,cómo es que no pude darme cuenta antes.

-Eso es lo que me deja más aterrada, ese muchachito  Martín era muy buen amigo tuyo, ¿quién iba a pensar que sería capaz de hacerte algo así?.

-Son un par de descarados mamá, no te imaginas la impotencia que  sentí al ver a Chantelle desnuda y a él saliendo de allá.- Mientras decía esto se mandó ambas manos a la cabeza y caminó por todo el cuarto desesperadamente. 

-Yo te entiendo y me imagino que fue horrible. Pero debes calmarte un poco, tómate una aromática ¿sí? 

-Está bien, lo hago pero por ti, porque no quiero que vuelvas a entrar en crisis por culpa mía.

Louise llamó a Annya y le pidió el favor de prepararle la bebida a su hijo y ella atendió enseguida.

Después, Annya regresó a la cocina con Beatriz y ambas empezaron a  teorizar lo que posiblemente habría causado la descompensación del apuesto joven.

-¡Eso póngale la firma que es por cachos! ¿Qué más va a indignar a un hombre así? que lo engañen,  piense mamita, piense. - Afirmó Beatriz mientras apoyaba su segundo y tercer dedo sobre la frente de Annya.

-Pero usted es como cizañosa Beatriz, a toda hora pensando lo peor. Puede ser algún problema con un negocio, usted sabe que la gente de plata anda metida en muchas cosas.

- Yo seré cizañosa pero usted es muy inocente, se acordará de mí que fue que lo engañó o algo muy grave le hizo.

Sus palabras hicieron entrar en duda a Annya, y lo único que les quedó por hacer fue esperar a que Louise les contara lo ocurrido.

Tendrían que dejar el chisme para el otro día, pues ya era hora de que Beatriz se fuera a descansar, así que se despidieron y la enfermera le encomendó a su amiga que averiguara qué le había pasado a Josef para tener de qué hablar al día siguiente.

Luego de despedir a Beatriz, Annya se dispuso a preparar la cena y cuando estuvo lista llamó a Josef a la mesa y después iría a llevarle la comida a Louise.

Cuando el joven llegó a la mesa le pidió a Annya que se sentara a cenar con él y le mencionó que había algo que lo acongojaba y necesitaba desahogarse. Ella no dudó en prestarle atención y la conversación fluyó:

-Hoy terminé mi compromiso, ahora es oficial que no habrá boda, pensé que iba a ser fácil porque ya le había mencionado que no sentía lo mismo por Chantelle, pero terminar de la manera en que terminamos la relación no era lo que esperaba, fue muy doloroso.

Mientras escuchaba el relato, Annya no podía evitar sentir algo de alegría por la noticia, pero a la vez pudo notar que Josef estaba muy afectado, así que agregó:

-Lo siento mucho, no esperaba que las cosas fueran a terminar tan repentinamente.¿Puedo preguntar qué ocurrió? Algo muy malo por lo visto.

-Claro que puede, bien, le contaré lo que pasó- se tomó un momento, respiró hondo y continuó: le hice muchas llamadas a Chantelle y no respondió, tuve un mal presentimiento y decidí ir a su apartamento. Cuando llegué me anuncié en portería y jamás recibí respuesta,así que como pude convencí al vigilante de que me dejara pasar y al subir vi saliendo a un amigo mío muy cercano, casi que un hermano para mí.