La puerta sonó con un golpecito que apenas se escuchó, Patrick abrió y observó a la chica que miraba el piso, sin levantar la vista preguntó por su hermano, el morocho la dejó pasar. Jamás lo miró, algo estaba muy mal, tomó su celular y les escribió a los únicos tres que podían saber algo de todo esto, no sabía que su mensaje le iba a llevar algo de alivio a los receptores que por lo menos ya sabían dónde estaba. - Pulguita, ¿todo bien? - preguntó Dylan cuando su hermana entró a su habitación. Ella solo abrazó a su hermano, no lloraba, no insultaba, no hacía nada, solo lo abrazaba. - D, ¿puedo dormir hoy acá? - preguntó sin mirar a su hermano. - Ss-sí - dijo él preocupándose aún más -, sabés que siempre podés quedarte acá, pero, ¿pasó algo con los chicos? - preguntó sentándose al lado d

