Mientras Reinaldo bajaba las escaleras, su mente aún estaba reviviendo el intenso momento con Charlotte, y escuchó las voces familiares que provenían de la antesala. Al llegar al pie de la escalera, la escena que se desplegaba ante él captó su atención. José Manuel, su amigo de negocios, estaba envuelto en un cálido abrazo con Anna, la madre de Reinaldo. La voz de Anna, llena de afecto, resonó en el espacio: ―De verdad me encanta esta sorpresa, tenía días sin verte majo. José Manuel, con su característico encanto, respondió mientras mantenía el abrazo: ―Vamos, Anna, tú cada vez estás más joven. Reinaldo observaba la interacción entre su madre y José Manuel con una mezcla de cariño y ligera impaciencia. Sabía que su madre apreciaba profundamente no solo a José Manuel, sino a todos los

