Ben Castairs
— ¿Cómo iremos al departamento de bomberos a esta hora? — Preguntó Alison, apoyando sus manos en mi escritorio — Es una falta de respeto
—¿Quién aparte de nosotros estaría despierto a esta hora? — Suspiré cansado antes de tallar el puente de mi nariz — Iremos a matar tiempo en las calles hasta que salga el sol
—No nos pagan lo suficiente — Alison tomo una de las fresas que se encontraban en mi tazón — ¿Sabes quién las envía?
— No tengo idea
—¿Quieres averiguarlo? — Tarareo feliz ante la posibilidad de una nueva aventura en mi vida amorsa
—¿Por qué tantas ganas de ver mi vida amorosa? — Cuestione anres de tomar el sobre
Era un sobre pequeño de color blanco, pulcramente elaborado a mano. Una marca de beso de unos labios de color rosado estaba en el medio del mismo quitando lo monocromático del obejto, el olor que desperdia era a rosas, una de mis flores favoritas. Comence a girar el pequeño sobre entre mis dedos, pensaba en como seria aquella persona que me enviaba estos regalos todas las mañanas.
—Es interesante, como una novela mexicana
—Cuanta sinceridad… — Murmure, antes de guardar el sobre en la gaveta de mi escritorio
—¿No vas a leerlo?
—¿Contigo aquí? — Negé con la cabeza mientras una sonrisa burlona aparecia en mis labios — No quiero que todo el departamento se de cuenta de esta admirado secreta, mientras pueda mentir diciendo que son regalos de mis padres estare libre de chismes.
—Además, eres chismosa ojos verdes — James se acerco a nosotros con un vaso plástico de café — El café de este lugar apesta
—Te he dicho que es mejor ir al café makono — Me levanté del asinto para tomar la chaqueta que siempre dejaba allí — ¿Por qué sigues aquí?
James volvo los ojos, se acerco a mi escritorio para tomar uno de los guantes de platicos extras junto a una fresa. Estaba tan cerca que no fui capaz de dejar pasar su olor a goma de mascar, James a veces podía estar ansioso en los casos grandes por eso estaba dispuesto a masticar esa cosa para dejar atrás el estrés aunque se ponía en riesgo al tener caries.
Sus ojos marrones se encontraron con los mios, me estaba diciendo que teníamos algo que hablar en el estacionamiento. Se estarán preguntando ¿Cómo podía saberlo? Cuando ambos teníamos diez años, teníamos que usar una manera para alejar a Alison de nuetros secrestos compartidos porque era capaz de salir corriendo a decirle a sus padres y juntos aprendimos clave morce.
Sus dedos estaban emitiendo el sonido, estaban usando la clave de manera discreta mientras la castaña estaba concentrada degustando el sabor de las fresas.
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Asenti liegeramente con la cabeza, dando entender que iria en unos pocos minutos, ambos giramos la cabeza al escuchar a la chica reir.
—¿Qué están haciendo par de tortolos? — Estaba ahogando su risa — Ambos no dejan de verse a los ojos
—Tienes una mente sucia — James se alejo mientras omaba una de las fresas, no pude evitar arrugar la nariz — ¿Qué?
—No contestate mi pregunta y esas son mis fresas. Ninguno de los dos puede estarselas comiendo
— Le dije a Byron que necitaba tomar un par de cosas antes de irme — Levantó ambos hombros restándole importancia al asunto — Ya me voy, a diferencias de ustedes debo irme, los hospitales y clínicas estan siempre abiertos
—No te tengo envidia — Alison suspiro antes de emepezar a caminar, rumbo a su pripoio escritorio
Espere unos momentos después que James saliera del cuarto, me coloque la chaqueta que dejaba en la oficina, meti ambas manos a detro de la misma y me acerque a las escaleras para bajarlas con la idea de encontranos en el estacionamiento pero una pequeña de hermosos ojos me detuvo.
—Lo lamento oficial Ben — Sus mejillas estaban sonrojadas de vergüenza —No era mi intención estorbar en su camino, venia a preguntarle algo ¿Esta ocupado?
— Claro que no, dime Alicia — Dije sin poder evitar colocar una mano sobre su cabeza
Charllote tenia unas mejillas que aun conserbanan grasa infantil, su rostro estaba lleno de pequeñas pecas y junto a su tamaño daba la imagen de una pequeña niña tierna incapaz de asesinar a una mosca.
— Bueno, verá... — Estaba jugando con sus dedos, eso causo que una sonrisa apareciera en mi rostro hasta que note las ojeras debajo de sus ojos
— No pudiste dormir tampoco ¿verdad? — Ella solo asintió — Claro, te llamaron cuando llegó el cadáver para que lo examinaras
— Si, aunque no interrumpieron nada estaba teniendo pesadillas — Nerviosa coloco un mechón de cabello detrás de su oreja — Oficial
— Alice, solamente dime Ben. Somos amigos después de todo — Coloque una mano en su hombro con una sonrisa — ¿Te parece ir a desayunar?
— C-claro, me encantaría — Sus mejillas estaban rojas, o mejor dicho hasta sus orejas eran rojas
— Génial, apenas abra el local de panquecas iremos — Dije con una sonrisa antes de seguir bajando las escaleras.
Tenía mala memoria para recordar cosas buenas que me hubieran pasado en mi vida, aunque intentará aferrarme a las mismas mi memoria siempre divaba a aquellos malos recuerdos que deseaba borrar. Entre las cosas buenas que logran recordar estaba la primera vez que pude verla durante la preparatoria.
/// ~ •
— Estás nerviosa — Susurré, mirando de lejos la puerta que anunciaba nuestro futuro
— Claro que estoy nerviosa — Alison arrugó su nariz, aunque fuera la mayor del grupo se comportaba como una niña — Hemos garantizado nuestra existencia en este pequeño pueblo, en las granjas, ensuciando las manos de tierra
— Estuvimos trabajando por años, pasamos la primera prueba y las demás cuando teníamos quince años — James empezó a palmar su cabeza como si de un animal se tratará
— Sobrevivimos — Dije mirando la puerta oscura, esperando el turno de cada uno — Eso quiere decir aue podemos seguir avanzando, y cambiar las circunstancias. No tengas miedo
Alison asintió y empezó a entablar una conversación con una chica que estaba delante de nosotros. Su tamaño no pasaba al de un niño de doce o treces años de edad, su contextura era delgada, lo cual era extraño porque todos los candidatos tenían una preparación física que aumentaba la masa muscular.
Su apariencia era débil, no pensé que pudiera avanzar.
— Te presento a mis amigos — Alison la abrazo por los hombros, causando que el cuerpo contrario girará dándole la espalda a la fila — Ellos son James y Ben — Nos señaló respectivamente mientras su sonrisa crecía
— Es un placer
— Estoy encantado de conocerte — Dije tomando su mano para besar el dorso de la misma — ¿Puedo saber tu nombre, pequeña?
— Charlotte... — Ella estaba sonrojada, uso su mano libre para arremangar su brazo dejando ver el número asignado — B-54579030
— D- 1234690j — Dije con una sonrisa, antes de separarme — No usamos los números de serie, solo nuestros nombres
— ¿Saben que pueden estar en problemas por eso?
— Ojos que no ven, corazón que no siente — Canturreo James bajito, antes de acercarse para decirle — Si los guardias no nos ven hacerlo, no pasará nada
— Charlotte, espero que podamos ser amigos — Dije sin pensar, había algo en ella que en ese momento me estaba atrayendo
/// ~ •
Termine mi camino hasta llegar al estacionamiento, están vacío como de costumbre. Estire la muñeca ver la hora en el reloj digital para describir que solamente habían trascurrido dos horas adentro del edificio, siempre veía el tiempo entreno en aquellas cuatro paredes.
— Llegas tarde — Dijo James, quién apareció recostado en una de las paredes con un cigarro sin encender entre sus dedos
— Dijiste que habías dejado de fumar — Él suspiró antes de verme con un sonrisa tranquila
— Deje de hacerlo, pero nunca aclararon que no podía aún tenerlos entre mis dedos — Comenzó a jugar con aquel objeto, moviéndolo entre sus dedos de manera burlona
— ¿Qué era eso tan importante que debías decirme? — Pregunté sin ánimos cruzando mis brazos
— ¿Sabes quién el informarte de William? — Negué con la cabeza — Santino Alejertdchi
Por unos momentos me quedé pensando de dónde conocía el nombre, intente recordar dejando que mi mente realizará su trabajo, podía jurar que estaba saliendo huno por mis orejas y estaba apunto de rendirme pero de repente entendí.
— ¿El antiguo jefe? — Asíntio levantado su cabeza para ver el cielo aún con algunas estrellas — Creo que está persona está implicada en los homicidios
— ¿Tienes pruebas? — Negó causando que golpeara mi frente con la plana de mi mano — Déjame adivinar, lo está diciendo tu estómago y por ello crees que pueda saber algo
— Correcto, nunca me he equivocado pero como es el antíguo jefe no puedo acusarlo tan fácilmente — Llevo una mano a su cabello desordenado el mismo — Necesito pruebas, allí es donde entras tú
— Vas a usarme porque soy un prodigio
— Eres un egocéntrico, pero si haré eso además me la debes — Dijo antes de apuntarme con el dedo — Niño genio, dime porque te llamé lejos de Alison
— Es su hermano mayor del que estamos hablando — Me encogí de hombros la situación ésta realmente simple — Puede contarle de nuestras sospechas o impedir que investiguemos
James no dijo nada más, únicamente se limito a pasar a mi lado para acercase a la camioneta que era su auto policiaco y empezar con su tarea de revisar cada centro de salud de la cuidad imperial. Regrese a mi puesto para sentarme en el escritorio, tenía papeleo atrasado del día anterior además que no había nada más interesante que hacer.
/// ~ •
Cuando finalmente el día salió, la cuidad cobro vida. Por las ventanas era posible escuchar el sonido de la gente llevando a cabo su día a día.
— ¿A qué hora estarán los bomberos?
— Aproximadamente en cuarenta minutos es el cambio de guardias — Alison estaba admirando la pizarra casi vacía — El incendio más reciente fue atendido por los bomberos del turno de día
— Aún tengo tiempos entonces — Me levanté rápido del asiento pero fui detenido porque la chica estaba frente a mí evitando mi paso — ¿Qué quieres?
— ¿A dónde vas?
— Malloiyes — Dije intentando ir a la derecha pero su cuerpo evitó mi paso
— ¿Con quién?
— Iré con Charlotte, ahora muévete
— Siempre supe que terminarían juntos — Gritó a los cuatro vientos dando pequeños saltos en su lugar llamando la atención de Karla
Aunque me negaba que todos supieran que iba a salir a comer con alguien, ver la cara enojada de mi antigua prometida era un deleite. Entonces me plantie una pregunta: ¿Por qué no decirlo? Ella solía demostrar frente a toda la estación cuando iba a restaurantes con grandes figuras de la cuidad, era la oportunidad perfecta para darle una cucharada de su propia medicina.
— La invite a desayunar está mañana — Dije tranquilo pasando al lado de la rubia — Charlotte es una chica increíble, fascinante e interesante. Creo que por todo el arduo trabajo que hace, merece un poco de descanso
— Es increíble, me alegra ver qué mis plegarias fueron escuchadas — Dijo dando palmas en mi espalda — ¿Qué estás esperando? ¡Ve, es de mamá educación hacer esperar a una dama!
Deje escapar una fuerte cargada, sin apartar la mirada en Karla que estaba enojada, muy enojada. Me despedí de ella con la mano, antes de bajar las escaleras de dos en dos ante la idea que esté podría ser un buen día. Saludé a la recepcionista antes de acercarme hasta las escaleras que llevaban al sótano donde los médicos forenses realizaban sus actividades.
El aire en este lugar era helado, tanto como el día más agrio del invierno, el olor a moho junto a químicos inundó mis fosas nasales pero continúe bajando hasta llegar al último escalón donde la luz era inexistente.
El largo pasillo estaba en una completa oscuridad, estire una de mis manos a aquellas viejas paredes de ladrillos para comenzar el trayendo dejando a mi mente divagar por un buen rato penando en cosas sin sentido. La puerta de madera estaba delante y entre sin tocar encontrando la manta cubriendo a la víctima de aquel cruel juego del destino, no tenía el corazón para verlo así que gire el rostro.
— Alicia — Llamé, pero no obtuve respuesta solamente silencio en aquella habitación alumbrada de color azúl — Alicia...
— Oh, perdona — Ella salió de una puerta, en la dirección donde estaba mirando con las manos dentro de su vata blanca — Estaba en la oficina revisando unos papeles ¿Qué haces aquí abajo?
— Tenemos una cita para desayunar
— Una...cita — Sus mejillas se volvieron de un rojo salvaje
— ¿eh? — De manera rápida empecé a negar con las manos entendido su incómodo — No, no, no, no me mal entiendas. No es una cita, cita. Es solo una cita... Mejor olvida lo que dije
Estaba avergonzado por mis palabras, nunca había tenido suerte para las relaciones porque me conecte siempre en mejorar mis conocimientos y es gracias ha eso que logré ser reconocido en esta cuidad para demostrarle a mi familia que podíamos ser algo más de lo el sistema había establecido previamente.
Charlotte estalló en risas sujetando su estómago mientras de sus ojos estaban bajando lágrimas, tomo mi mano antes de sonríe de manera genuina.
— Está bien, vamos a nuestra cita, no cita — Ella tomo mi mano, entrelazó sus dedos con los míos para comenzar a caminar
El local de panquecas estaba vacío porque aún era temprano, el lugar estaba decorado con una pintura blanca combinando las columnas de un color blanco. Las mesas estaban decoradas con algunas imágenes de pequeñas panquecas con caras felices, todos los centros de mesa eran pequeños floreros con flores silvestres causando que el aroma en el aire fuera una combinación entre el dulce olor de la masa junto a las flores que me recordaban a casa. Ambos nos sentamos en una de las mesas cercanas del gran ventanal que dejaba ver los rasca cielos, los carros que iban a su destino, las grandes murallas que dividían la cuidades de las amenazas de este mundo caótico repleto de desapareción y las personas que caminaba ajenas a los problemas rumbo a sus trabajos ansiosos por esforzarse un día más para contribuir al país.
— Charlotte, a veces quiero preguntarte una cosa — Dije antes de apartar la silla para que pudiera sentarse
— ¿Qué cosa? — Se sentó tranquila
— Nunca te has preguntado — Dije sentándome frente suyo, puse ambas manos sobre la mesa — ¿Qué pasó con aquellos candidatos que no pudieron superar las segunda fase?
— Creo que es una pregunta que se puede responder sola — Dijo ella con la mirada oscurecida.
Aquellos que no podían pasar esa prueba tan despiadada eran arrebatados de sus familia, desaparecían a manos de mis guardias del Emperador. La posibilidad de tener una muerte cruel que era incapaz de imaginarse debido a las múltiples posibilidades habidas y por haber.
— ¿Qué van a ordenar? — Pregunto la caméra que acaba de llegar
— Dos órdenes de panquecas con huevo revuelto y tocino — Mire a la chica que estaba sorprendida porque conocía su desayuno favorito — ¿Qué sugieres para tomar?
— Un café n***o sin azúcar y un té — Dijo ella, antes de ver cómo la chica de alejaba — ¿cómo sabías que era mi favorita?
— No sería un buen detective si no pudiera analizar a las personas — Dije tranquilo antes de recargar todo mi peso en — ¿Qué querías decime en la oficina?
— ... Ben, estoy consciente que no soy una detective pero tengo una teoría sobre los casos — Moví mo mano pafa darle animos que continuará — En los últimos teminamos en callejones si salidas, creo que el asesino debe ser alguien inteligente que sepa cómo funciona nuestro departamento
— ¿Sospechas de alguien del equipo? — Abrí los ojos de par en par
Estaba sorprendido que llegara a esa conclusión, porque en algún momento en todo este tiempo tuve la misma inquietud que nunca llegó a ser afirmada o menor dicho, nunca me la tomé en serio debido a que me negaba aceptar que alguno de mis compañeros tuviera una mente tan perversa para cometer tales maldades trayendo el caos en la zona segura.
Nuestro trabajo desde nacimiento era mantener el órden, no causar temor y caos.
— Me he dado cuenta que la mayoría de los casos son atendidos durante el turno de la noche — Ella coloco una de sus manos sobre su brazo, abrazándose a si misma — A esa hora los que están en la oficina son...
— Karla y William
— Exacto — Ella suspiró, mordiendo sus labios
— ¿Piensas qué Karla trabaja para la causante?
— Su pedido está listo — La chica dejo ambas bandejas de desayuno sobre la mesa, antes de sacar de su bolsillo unas pequeñas flores de plástico y dejarlas
Se retiró tan rápido como llego, pero en vez de empezar a comer como estaba haciendo mi pequeña Alica, termine mirando al ventanal penando en la posibilidad. Karla era incapaz de hacer algo así, aunque fuera una dejadora en las relaciones tenía un alto nivel de ética y moral, no la vía capaz de hacer algo como eso.
Aunque dicen que jamás terminarás de conocer a una persona.
❤️❤️❤️
Escrito: 15/Agosto/2021
Editado:
Publicado:
Hora: 9:10 pm, hora de Venezuela.
Notas de la Autora
¹. Es clave morse, siempre quise aprender pero nunca he tenido la oportunidad. Siempre está en viejo y confiable internet con traductores online, la frase dice: Necesitamos hablar, te espero en el estacionamiento