capítulo 3

1238 Words
Me despierto con el corazón golpeando fuerte contra mi pecho. Me he quedado dormido en el sillón de la oficina y juro que escuche a alguien susurrar mi nombre. ¡Mierda! No ha sido una pesadilla como tal, mas bien fue un recuerdo de cuando huía de la casa en llamas, de los tipos que mataron a mi familia y de como conocí a la dulce Amanda. No hay día que pase sin que los recuerde y cuánto los extraño, pasé toda mi infancia solo pensando en solo una cosa. Venganza Obligatoriamente he aprendido a vivir con mi pasado, con lo que soy y hago ahora. Legalmente manejo la empresa marítima de mi padre, pero también tengo un lado oscuro lleno de malos acontecimientos, he asesinado personas lo cual de alguna manera sádica he encontrado mucha satisfacción. - Meredith, ven por favor - le digo por el telefonillo. Acabo de tomar esta decisión tan drástica de ascender a mi secretaria para que ocupe mi puesto Supongo que así debe ser. - si señor - segundos después entra a la oficina con libreta en mano lista para anotar la orden - siéntate. - lo hace mientras me mira en un vano intento de leerme. - últimamente Jasper ha estado insistiendo en contratar un jefe de operaciones ya que no dispongo de mucho tiempo con los demás negocios. - entiendo señor ¿Quiere que busque a alguien para el puesto? - no Mery, no es necesario - es el diminutivo que uso con ella - te delego a ti ese cargo - levanta la vista hacia mí con los ojos abiertos desmesuradamente - eres la única que conoce cada movimiento de esta empresa, y lamento decirte esto pero ya estás metida hasta el cuello como yo - con eso me refiero a los transportes ilegales de armas y dinero que se mueve aquí - lo sé señor Walton. ¿Puedo pensarlo? - cierro los ojos y cuento hasta diez. - Meredith no me has entendido. Es una puta orden, porque no confío en nadie más para esto. Eres mi mano derecha aquí. - la veo ponerse pálida pero honestamente ella sabía a qué se enfrentaba cuando la contraté, y aceptó - en una semana ocuparas esta silla y espero, por tu bien, que no me traiciones. - luego se recompone y una emoción desconocida pasa por su cara - Obviamente tu salario sería el mío y más. - está bien, señor. Lo haré - la ambición nos aprisiona a todos. - es la empresa de mi familia, ¿ok? Tienes que responder por ella - sí señor. - entonces prepararemos un contrato que nos beneficie a ambos, pondrás tus puntos y tus exigencias y yo los míos, es lo justo - de acuerdo señor Walton - bien, creo que con un poco de suerte Meredith será una aliada más - resuelto eso, por favor dile a Zane que venga y pídeme algo ligero para almorzar - si señor - inmediatamente se pone a ello y en menos de quince minutos trae mi almuerzo y a Zane detrás de ella - gracias, eres la eficiencia en persona - siempre hace mis días mas fáciles de llevar aquí. Cuando le pido algo lo tiene listo enseguida, es muy ordenada y por eso le pago muy bien, y mucho más ahora que se encargará de la empresa familiar. Espero no equivocarme, lo cual sucede rara vez. A las seis de la tarde voy a la oficina de Oliver el abogado, le pasó la lista de los puntos que debe agregar al contrato de Meredith y le digo que debe tenerlo listo en tres días. - ¿JetBlue? - estoy imprimiendo su contrato en este momento, Nick - bien. Asegurate que el bastardo se reúna conmigo para cerrarlo. - bien. ¿a donde vas? - el personalmente se encarga de todos los contratos y guardarlos en un lugar seguro. Por supuesto él también obtiene una buena tajada de ese dinero. Luego salgo de la empresa con Zane pisándome los talones. Después de tener la osadía de sacar semejante cargamento a plena luz del día, nos merecemos unos tragos. - que bueno que se decidió por Meredith. Ella lo hará bien y yo estaré detrás - eso espero Zane, porque tienes el trabajo de niñera - me mira con una sonrisa estúpida y sus perversos pensamientos con mi secretaria - cuidado - le advierto - ella me gusta Nick, pero entiendo las políticas de tu empresa - siempre he sido consciente de la atracción que hay entre ellos, pero creo que les parece imposible acercarse. Zane y yo siempre nos encargamos de estas cargas fantasmas una vez por semana, son grandes contrabandos de los cuales ganamos millones, un alto precio por arriesgar nuestros culos. No debería estar haciendo esto puesto que tengo dinero ganado legalmente pero es solo un medio para un fin. Inicialmente fui el contacto entre dos narcotraficantes pero al ruso lo mataron por meter su polla donde no debía. Ja, maldito idiota. Llegamos a mi club donde la gente está aglomerada en la entrada tratando de entrar. - déjalos entrar Tony, hay suficiente espacio - quita el cordón de seguridad. Está Noche voy a armar una fiesta en grande - ¡Vamos! - todos gritan y entran en el orden en que están. Todo el lugar está lleno y la música suena a todo volumen. Veo cuerpos sudorosos bailando pegados y bebiendo, no puedo imaginarme cómo terminará su noche. - ¡hey, Nick! - Austin me saluda - ¿Buena noche, no? - así es. - suspiro - te admiro, hermano. - mi ceño se frunce y pongo los ojos en blanco suponiendo porque lo dice - sacar ese cargamento de armas y droga a plena luz del día es lo más estúpido que has hecho. - lo sé. No quiero hablar de eso. Necesito un trago fuerte - para olvidarme de esta situación de mierda. - por supuesto. - se va a la barra y pide mi orden. Una buena botella de whisky Me voy a mí reservado y espero. Una de las meseras me traiga mi pedido mientras pienso en que debería tener otra chica esta noche, Leah ya me aburrió, o más bien yo no debí pedirle que se quedara. Austin se sienta a mi lado. - quiero a otra mujer - le suelto. - ¿De qué hablas? - me canse de Leah. Consígueme otra - lo miro fijamente esperando una repuesta. Él sabe mis gustos y siempre tiene a alguien dispuesta para mi - ¿Que tal esa? - señalo a la morena de tetas grandes. El imbécil se ríe - que buen gusto, hermano. Enseguida te la traigo. Mis ojos se pasean por toda la discoteca y antes de detenerme a mirar a la chica menuda de larga cabellera negra como la noche, veo a un par de capullos hijos de perra consumiendo cocaína. Cojo la radio y llamo a Austin. - a tu derecha, dos tipos con coca - voy. - lo veo acercarse a ellos con dos más de seguridad y sacarlos discretamente por la puerta trasera. No necesito ir allí, mi amigo se encargará. - señor Walton, su pedido - miro de donde viene la suave voz y me doy cuenta que es la chica que vi. - ah Nick - en ese momento llega Austin - ella es Abigail, una chica nueva.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD