Capítulo 3.
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Después de cenar algo rápido fuimos con mi hermano y su amigo al bar.
Decir que ese sueño no me afectó sería mentir, necesito bajar ésto, sacarme la incomodidad de entre medio de las piernas
Como dije, no le tengo miedo al fracaso. Voy a dar todo de mí para conseguir que se haga realidad.
Hoy no estoy para amar a nadie pero eso no quita que me pueda divertir
Llegamos, descubro que es un lugar muy lindo, muy casual y que también es una disco
Nos acercamos a la mesa que se reservó con anticipo, pedimos algunos tragos
Noto que Simón me está mirando más que otras veces, como mi primo está muy entretenida con su "amiga" voy a aprovechar para hacer mi jugada
Disimuladamente me acomodo de manera que mis piernas queden cerca de Simón. Él nota mi intención y sonríe, no sin antes acercarse un poco también
—¿Es la primera vez que vienen, Si?— pregunto para sacar tema de conversación
Entre nosotros hay mucha confianza para hablar de cualquier cosa sin filtros, vamos, que somos adultos y nos conocemos desde niños.
Tengo 27 años, él tiene 31. Desde que nuestras hormonas revolucionaron siento que entre nosotros hay demasiada tensión s****l, sobre todo cuando estamos solos
En un principio no quería hacerle caso a eso, porque soy de sobrepensar demasiado y no quería arruinar la relación ni que ésta se volviera tensa. Pero en algún momento de mi vida, no sé cuál o cómo, me volví un poco más liberal; al día de hoy sé que eso no pasaría
Simón siempre fue de tomarse las cosas objetivamente o de poner el punto sobre las íes, hoy no me molestaría que lo que me ponga sea otra cosa. Río para mis adentros
— No, yo no pero tu hermano sí— dice acercando su boca a mi oído debido a que la música está muy fuerte— ¿te gusta el lugar, Ali?— ¡Por el santo traje de Flash! Si me sigue soplando el oído es muy probable que tenga un orgasmo sin que me toque
Necesito tener sexo para no pasar vergüenza
Hora de demostrar de lo que estoy hecha
— Sí, está muy bueno— digo mirándolo intencionalmente, logrando así que se medio ahogue con su cerveza. JA, ¿no que muy atrevido?
— ¿Como te está yendo en el trabajo? Sé que estás mucho tiempo, hace rato que no te cruzo cuando voy a visitar a tu hermano—
¿Me extrañas bomboncito?
— De hecho sí, me está consumiendo en tiempo pero hoy no vine a hablar de trabajo— apoyo una mano en su pierna, hago un poco de presión mientras me acerco a su oído— Vine a buscar algo más interesante
Me regala una de sus sonrisas moja bragas para después repetir mi acción
— Me gustaría saber que es eso que viniste a buscar
— Alguien que me saque la calentura que cargo— como siempre los pelos en la lengua no son lo mío
Se ríe
¿Pero me la vas a sacar o no?
En cambio pregunta si me gustaría ir a bailar, me levanto afirmando a su pregunta y nos dirigimos a la pista.
Es hora de mover eso que tu mamá caribeña te dió, Alanís.
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