Las modelos de D&B habían arribado a Paris, junto con ellas Alessia. Entraron como diosas ocho mujeres espectacularmente bellas, el hotel Ritz uno de los mejores de Paris era la sede para que se hospedaran todos los personajes importantes que serían parte de la Fashion Week de ese año. En su habitación Nora Davis caminaba exasperada, furiosa era poco, esperando a que Manolo apareciera.
Cuando Manolo tocó la puerta Nora se abalanzó a abrir con rapidez.
—¿Ya sabes donde está mi hija? —escudriñó exigente.
Manolo mantenía la mirada seria.
—No, no contesta mis llamadas.
Nora no le creía, sabía de la amistad que había entre esos dos y que él no la traicionaría tan fácil.
—Llámala ahora —ordenó.
—Pero… es que no me contesta las llamadas.
—Dije que la llames.
Manolo miró el móvil
