Cuando Nora regresó del hospital se topó con que Alessia iba saliendo de la habitación de Izan, antes de entrar a la habitación donde estaba su hija se le ocurrió hacerle una visita rápida. Giró despacio la perilla, era de noche y las habitaciones estaban a oscuras, sólo la luz que se colaba a través de la cortina de la ventana de la habitación. Cerró la puerta dándose cuenta de que él estaba dormido. Izan tenía el pecho descubierto, solo el inmovilizador y las vendas alrededor de su tórax, pero se veía increíblemente guapo. Lo que activo los pensamientos morbosos de ella. Mordió su labio inferior para después posar su mano sobre la parte interior de sus piernas unos centímetros más arriba de sus rodillas. Izan movió su cabeza sólo un poco, pero estaba profundamente dormido por lo que Nora
