CAPITULO 2 (cont)

2124 Words
              Allí estaban ambos, Marlon y Adrián, hablando del suceso que por caprichos de la vida los había cruzado, conectado. Adrián hablaba de todo lo que había pasado ese día que, contrario a Marlon, eran simples percances o anécdotas cómicas en las que sólo se perdía algo de tiempo, andaba en la ciudad resolviendo algo relacionado con su trabajo y ya iba a su carro cuando por distracción en su teléfono, lo chocó; le contó que se había quedado preocupado por haberle causado más problemas de los que parecían y se interesó por saber que había pasado después que él se marchó del lugar de los hechos. Marlon le contó que no habrían pasado quince minutos luego de que él se marchara para que su jefe lo liberara del resto del día y él se encaminara a su casa, de hecho también le preguntó si no le había ocasionado un caos económico por haberse atrevido a pagar el doble de las copas, a lo que Adrián respondió con una sonrisa diciendo que no tomara en cuenta eso, como si aquello fuese mezclar sal y agua. Él seguía contándole las anécdotas de ese día y Marlon estaba tan a gusto que no quería pararse de aquel asiento jamás mientras estuviera acompañado por él, de igual modo estaba preocupado por Óscar y Fabiola que no aparecían y ya hacía cerca de media hora que habían ido a comprar las cervezas, se estaba tardando demasiado. Disfrutándose mutuamente, hablaban y reían como si se conocieran de toda la vida, había cierta empatía entre ellos, se había desarrollado instantáneamente y ahora existía y nada más para ser disfrutada por ambos, Marlon estaba claro y consciente que se estaba ilusionando con Adrián, no puede y no quiere evitarlo, cada palabra que sale de Adrián le parece perfecta y su mente en oposición constante que cree en el amor a primera vista, se niega a creer que la ilusión por el otro sea correspondida, piensa que ha llegado su príncipe pero está dudoso, no sabe si él es gay y aunque le parece el hombre perfecto, la duda de "¿será?"  Es mucho más grande y antes de cometer un error enorme e imborrable prefirió dejar el agua correr, a su ritmo. Vio que a lo lejos venía Óscar con dos muchachas, una era Fabiola pero a la otra no pudo reconocerla aun, sino hasta que estuvieron más próximos, Lourdes, la que había conocido en la fiesta. Se preparó para presentarlos, aunque ya sabía que eso no le ahorraría el montón de preguntas posteriores, no le importaba, mientras pudiera mantener el mayor tiempo posible a Adrian allí con él. Cuando llegaron los tres a donde estaba la peculiar pareja sentados, Oscar no disimuló una mirada de curiosidad a Adrián pero sin mediar palabra alguna con él, lo ignoró y le entregó una cerveza a su hermano.           — Nos tardamos por Lourdes - dijo leyéndole el pensamiento.       — Ya veo - contestó Marlon sin dejar de sonreír y tratando de evadir la mirada de su hermanito que disimuladamente preguntaba  "¿quién es ese?", al momento que saludaba a Lourdes con un distante "hola". Adrián mientras tanto se levantó del asiento, tenía en la cara una expresión semi-sonriente e inspiraba mucha cordialidad, si él mismo se hubiese visto estuviese sorprendido, en su cabeza había otro pensamiento... Marlon... "se ve bien, aunque percibo tristeza y melancolía en su mirada" pensaba mientras el otro saludaba y Óscar romanceaba con su novia a pesar que lo miraba a cada momento como si fuera un extraterrestre. Adrian los observaba a los cuatro y detallaba cada movimiento a la vez que esperaba el momento que sería presentado.       — Él es... un amigo - dijo Marlon mirando a Óscar - y ellos son mi hermano Óscar, Fabiola, su novia y Lourdes, una amiga de ella - continuó al momento en que las chicas le daban una sonrisa a Adrian que gentilmente les respondió con otra. Óscar, en cambio, se acercó a él y le tendió la mano.       — Adrian, un placer.       — Óscar, mucho gusto - contestó el saludo con la voz algo seca y estrechando su mano. Marlon los veía intrigado por lo que en ese momento estaría pensando su súper-amigo, solo pudo distraerse un momento pues Lourdes lo llamó para hablar con él, vio que Óscar y Adrian no perdían tiempo para entablar conversación y se acercó, a su pesar, a Lourdes y a Fabiola que estaban un poco alejadas.       — Y ustedes ¿por qué están tan alejadas? - las interrogó al llegar a donde estaban ellas.       — Hablando de cosas de mujeres que tu hermano no puede oír - contestó Fabiola y ambas se miraron con una sonrisa que Marlon no entendió del todo, pero tampoco tenía mente para analizar cotilleos, se dispuso a conversar con ellas, así estuvo un momento pues lo interrumpió el sonido de su celular, Óscar le había escrito un mensaje.            "Cuidado con lo que dices, Lourdes no sabe que eres gay... Luego te explico y tú me explicaras Muchas cosas..."           Marlon leyó el mensaje, disimuló grabando cada palabra que estaba escrita y guardó el celular, continuó hablando de trabajos del liceo, de su trabajo y de películas con las chicas, Fabiola se fue junto a Óscar con una excusa no muy creíble dejando a Marlon hablando con Lourdes que ahora estaba gustosa de estar en su compañía. Lourdes era un mujeron, trigueña, muy coqueta, un año antes participó en el reinado de las ferias de la ciudad resultando electa Reina, por lo que es de imaginarse que tenía una belleza que resaltaba, tenía en cabello rizado que a Marlon le recordaba el de su hermana Ámbar, los ojos negros de expresión sensual y como toda niña de ciudad maquillaje, ropa chick y combinación perfecta. Marlon seguía blah, blah, blah y ella lo miraba y reía con sus ocurrencias, no estaba muy cómodo pues prefería, obviamente, estar hablando con Adrian.          — Vente - dijo a Lourdes - vamos a donde están los demás - un par de pasos y ya estaban reunidos los cinco.       — ¿Qué tal todo aquí? - dijo llegando junto a Óscar.       — ahora mejor - contestó Adrian con una sonrisa, sin percatarse de lo que había dicho, Marlon grabó esa frase en sus recuerdos y se limitó a sonreírle... - Ok... ¿Flirteamos? - Pensó.                Sin embargo la conversación se disoció de tal modo que Fabiola terminó hablando con Lourdes y los tres chicos terminaron hablando irónicamente de deportes, que Óscar dominaba con el nivel de un experto y que Adrian conocía detalles impecables, hablaban de deportes de todo tipo y citaban nombres y momentos que les emocionaban. Marlon, al contrario, los miraba alegre, su hermano y su ahora ilusión se llevaran muy bien para ser un primer encuentro, por lo menos ese día, no podía opinar pues de deportes no sabía nada que no fuera los más conocidos, no le importaba, se sentía feliz por vivir aquel momento; los miraba mientras ellos le explicaban algunas cosas y compartieron amenamente, Adrián se confesaba un obsesionado por los deportes acuáticos, no tanto los de masa, pero igual conocía muy bien todo lo que decía.  A las dos de la madrugada ya con algunas cervezas tomadas y con algo de cansancio se despidieron pues Óscar y Marlon debían ir a clases al amanecer, Fabiola y Lourdes también aunque en otro colegio, Adrian era el único que no tenía nada que hacer. Se despidieron las chicas junto al taxi y luego los chicos, dejando para el final la despedida de Marlon y Adrian, por cuestiones del destino o porque así lo querían ambos... Marlon sintió de nuevo la emoción y su corazón acelerándose, lo miró con algo de pena a los ojos hasta que ambos cruzaron una mirada en la que Óscar notó algo extraño y dedujo que Marlon se traía algo raro con ese nuevo personaje. Adrian dio una sonrisa, se despidió torpemente y con nervios bastante visibles, caminó a su carro (justo en ese momento todos excepto Marlon, notaron que andaba en carro), volvió a mirar a Marlon antes de arrancar, dejándole una sonrisa que le arrancó un suspiro. Se fue, pero esta vez Marlon quedó mas ilusionado, ese era su príncipe, Adrian; por lo menos sabía su nombre y había hablado con él, no sabía que tan allá podía llegar, tenía miedo de soñar, por ahora solo conocía a Adrian muy poco y ni señas de que también fuese gay, algo de duda por la manera que lo miraba, luego desechaba esos pensamientos, Marlon no quería mezclar las cosas apresuradamente, lo conocía y eso le bastaba, era su príncipe... eso lo sabía, no saber si sería correspondido... bueno, nada es perfecto... no haría nada que pusiera en riesgo el avance de esa amistad.           — Explícame... - dijo Óscar cortando los pensamientos de Marlon y comenzando ambos a caminar a sus casas no muy lejos de allí.       — ¿Qué? ¿Adrian? - se hizo el inocente Marlon.       — No te hagas el loco - le contestó el otro con una sonrisa pícara.       — Bueno, él es con quien choqué el viernes ¿recuerdas? - explicó Marlon tratando inútilmente que Óscar no notara su interés por Adrian, pero su hermano no era para nada tonto y ya sabía por donde venía la historia.        — Y te gusta ¿me equivoco? - le dijo Óscar interrogándolo en seco y mirándolo para ver su reacción. Marlon soltó una ligera risa al aire y ya que su hermanito estaba tan interesado en saber o confirmar eso, para que retardar tanto el decírselo, si de todos modos como su confidente se lo diría.       — Si... Para haberlo conocido hoy... me gusta mucho, no se que hacer - dijo Marlon - es extraño, nunca me había puesto así... tan rápido.        — Estás definitivamente loco - exclamó Óscar en casi un reproche - ese tipo no tiene ni un gramo de gay... y tú crees que... osea...       — Si, si, ya se - dijo Marlon aclarándole - podrías no quitarme al menos la esperanza, tampoco es que estoy perdidamente enamorado de él, solo me gusta, lo poco que conocí hoy ... tranquilo - concluyó - no voy a equivocarme con él.       — Bueno, tampoco te molestes - dijo Óscar - si te gusta y quieres algo con él... No sabría qué decirte... Lo único que se me ocurre que no quiero es que luego sufras por estarte aferrando a imposibles.        — Tranquilo,  estoy bien claro en eso, fíjate que ni siquiera le pedí su número de teléfono, y él tampoco se molestó en dármelo...  - concluyó Marlon que con una sonrisa mantenía la mirada al frente donde ya se veían las letras del hotel donde vivía, a su vez pensaba que ya era Lunes y comenzaba de nuevo su rutina de clases, trabajo, paseo post-trabajo y que ya era víspera de su cumpleaños.       — ¿Y cómo fue que encontraron a Lourdes? - preguntó Marlon.       — Eso, ese es un detallito que tenemos que hablar - contestó Óscar.       — Habla...       — Te cuento que Fabiola le escribió a Lourdes que nosotros estábamos de paseo hoy y ella le pidió por favor la fuese a buscar para unirse al grupo, hasta ahí todo bien.       — Si - dijo Marlon - ¿cual es el detallito? No entiendo.        — Lourdes está interesada en ti - y soltó una risita entre labios.       — ¿Qué? No... ¿De verdad? No me digas eso - soltó Marlon que estaba a punto de desmayarse, ahora todo se complicaba...       — Muérete que si - contestó Óscar - Fabiola me lo dijo, ella no le ha dicho que tu eres gay porque no esta segura de que tu quieras o no decírselo, ella desde que te conoció en la fiesta, quedó "flechada", eso es lógico, ya que eres mi hermano...       — Y ahora... ¿qué hago? pobrecita, se va a traumatizar, una mujer tan linda rechazada por un hombre... Por mi...  - Marlon comenzó a reírse y Óscar no pudo contenerse ante tal comentario y rió también.       — Lo mejor es que hables con ella cuanto antes - le recomendó Óscar.       — Claro... pero será el fin de semana, espero no verla hasta entonces - dijo Marlon de manera directa a Óscar pues sospechaba que estaba preparando algo para su cumpleaños y si por si eso era cierto no se le ocurriera invitarla.              Se despidieron frente al hotel a eso de las tres de la mañana y Óscar se dirigió a su casa que quedaba a unas pocas cuadras de allí, durmieron tres horas cada uno pues ya a las 6 a.m. estaban despiertos arreglándose para ir a clases.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD