— ¿Entonces? ¿Iremos? - preguntó Óscar y sin darle tiempo a modular una palabra le dijo - por la ropa ni te preocupes... yo ya tengo todo planeado y bajo control... ¿vamos?
— ¿Tengo opción a decir que no? - Le contestó Marlon.
— No... - dijo sonriente Óscar dada la inminente afirmación de su hermanito.
— Pues... entonces... que puedo decir... ¡Vamos! - y rieron como de costumbre lo sabían hacer...
Al día siguiente a la hora de salir del trabajo Marlon encontró a Óscar (como siempre), pero este tenía un montón de bolsas en las manos, recordó entonces que el día de mañana era el cumpleaños de Fabiola.
— Taraaaa!!! - sonrió Óscar al momento que su amigo llegaba junto a él.
— ¿Y esas cosas...? ¿De shopping? - preguntó el otro devolviéndole la sonrisa a manera de saludo.
— Te explico... - dijo Óscar - como recordaras, mañana es el cumple de "mi novia" - acentúo estas dos ultimas palabras para resaltar su significado.
— Si, ya lo se, pero sigo sin entender como conseguiste toda esa ropa... - le dijo Marlon con una sonrisa.
— Como ahora tengo novia, y que cumple años mañana, mi papá, todo orgulloso me dio dinero para ir a comprar ropa y el regalo, obviamente... yo de astuto le dije que por favor me diera mas dinero del que pensaba porque quería comprar muchas cosas... tu sabes... por eso de la imagen, y mi papá todo orgulloso me hizo caso y el resultado aquí lo tienes... ropa para los dos...
— Estas definitivamente loco... te las sabes todas... pero bueno... siempre sabes lo que haces... ¿y tu novia donde anda?
— Debe estar en su casa... - contestó Óscar - quedé en pasar por alla a las 8:30, así que mejor nos apuramos para que veas tu ropa. Te va a encantar... te conozco.
Llegaron a la habitación y Óscar sin mediar muchas palabras comenzó a desempacar apartando dos pantalones y 3 sweaters y se los alcanzó a Marlon junto con una chaqueta. Al verla no podía creer que Óscar lo conociera tan bien como para elegir ropa tal como si la hubiera elegido él mismo.
— Estas Loco... Excelente... mañana vamos a parecer artistas infiltrados en la fiesta.
— Ja! Por supuesto... tenemos que sorprenderlos a todos. - concluyó Óscar con orgullo.
— Claaaro hermanito...
Ellos siempre a pesar de sus diferencias no cambiaban esa forma alegre de compartir. Nunca en los 6 años que llevaban de amigos se habían peleado, ni siquiera discutido, siempre estaban jugando y compartiendo, criticando y hablando de cualquier cosa; eso era lo que los hacía especiales, esa empatía que desarrollaron, esa amistad bonita que se esforzaban por mantener. Óscar se despidió ya que se le hacía tarde y debía llegar a su casa, bañarse, arreglarse e irse a casa de su novia a hacer la respectiva visita.
— Nos vemos mañana en clases - le dijo Marlon.
— Seguro... - contestó Óscar - pruébate la ropa para que mañana me digas cual te vas poner, así yo elijo la mía y nos vamos sincronizados.
— Hecho!!! Mañana hablamos entonces.
— Dale... que descanses - concluyó Óscar.
— Igual... Bye! - se despidió Marlon con una sonrisa que demostraba lo especial de esa amistad y su amigo salió con destino a su casa...