la borrachera de Lupita y Brenda

1401 Words
— Ah de estar ocupado cariño — le dijo su amiga abrazándola. — Brenda, Manuel está enojado conmigo ¿Qué parte no entiendes? — contesta Lupita desesperada. —Ya hermosa, ten, toma esto — responde Brenda y le sirve un trago a su mejor amiga, ella lo ve y se lo toma de un solo trago. Después de unas horas más Lupita se sentía mareada y Marcelo las ve. — Miren ya llegó el guardián pon algo de música, tenemos que bailar — responde Brenda algo ebria queriendo bailar. — Lupita no es bueno que tomes tanto — le dijo Marcelo regañando a su hermana nunca la había visto ebria. — Es un trago — dijo Lupita tomando el trago, sirviéndose más de la licorera. — No Lupita no vamos deja el vaso — respondió Marcelo alzando un poco la voz quería que su hermana dejara de tomar quitando el vaso de la mano de su hermana. — Una copa más no me quites el vaso — contesta Lupita tropezando con sus palabras queriendo alcanzar el vaso que Marcelo le había quitado. — No le quites el vaso a mi amiga déjale sus cosas — salió Brenda en defensa. — ¡Ya Brenda dejen de tomar, ahora mismo! — respondió Marcelo regañando a las dos chicas que estaban tomando hasta perderse. — Yo tengo que manejar — contesta Brenda tratando de encontrar su bolsa tambaleándose a punto de caerse. — Yo tengo qué llamarle a Manuel — responde Lupita tropezando con todo no hallaba su celular haciendo que Brenda se empezara a reír. — Tu celular está en frente de ti — le señala Brenda y Lupita lo agarro torpemente, estaba a punto de llamarme cuando Marcelo le arrebata el teléfono. — ¡Ya basta las dos! No llamarás a Manuel en estas condiciones y tú Brenda te quedarás, no puedes manejar así — responde Marcelo desesperado. — Estamos muy bien — contestó Lupita con voz de borracha. — Si claro las dos están muy bien — dijo Marcelo sarcásticamente. Les ayuda a caminar y subir las escaleras, Brenda era la más prendida, ya que ella le decía cosas subidas de tono a Marcelo, él solo negaba con la cabeza mirando hacia el techo susurrando: — Dios dame paciencia — murmura Marcelo harto de las tonterías que hacían Brenda y Lupita. Las llevo al cuarto de huéspedes y las deja acostada, Brenda no sé quería dormir y le dice: — Amor dame un beso bésame — responde Brenda haciendo un puchero. — ¡Mejor besa a la almohada y duerme ya! — dijo Marcelo desesperado con la actitud de Brenda. Por otra parte, me encontraba acostado en mí, recámara viendo las llamadas que Lupita me hacía, estaba tan molesto qué por un momento pensaba que mi novia me estaba engañando. — Claro, ahora me llamas, después de que te aburriste con el otro — decía mientras veía mi celular y lo apague para que ella no me estuviese llamando. Intenté dormir y lo necesitaba hacer, ya que al día siguiente me levantaba muy temprano intente ponerme boca abajo conciliar mi sueño, pero la idea de que mi novia me estuviese engañando me mataba no podía dormir me pare dando vueltas por toda la habitación y me senté con una caja de naipes la abrí según para acomodarlas y jugar con ellas, pero tampoco fue posible porqué avente las cartas quedando regadas por el suelo durmiendo sentado, a la mañana siguiente me levanté con un fuerte dolor de cuello y de cabeza Marian entró al cuarto y me sonríe saca las maletas lo había olvidado tenía que preparar mis maletas para regresar a México le ayude cuando el teléfono sonaba era ella y le dije a mi mejor amiga quién estaba acomodando todo en las maletas. — Si es Lupita no estoy — le dije a Marian algo molesto. —¿Pero por qué? Que sucede — me preguntaba confundida. — A ver si es capaz de explicarte — le dije molesto azotando la ropa en la maleta. —¿Bueno? — contestó Marian al teléfono. — Hola Marian, ¿Está Manuel?— le pregunto Lupita, quería hablar conmigo. — Manuel no quiere hablar que sucede — insistió Marian quería saber que había pasado entre nosotros. —Es que hubo un malentendido en el antro — le dijo Lupita al teléfono, estaba desesperada, ella quería hablarme y explicarme, pero yo no la dejaba y le explicó todo a Marian. — Voy a platicar con Manuel — dijo ella viéndome fijamente. — Solo quiero que me escuche — dijo Lupita desesperada. — Lo hará Lupita no te desesperes — le dijo Marian tratando de calmar a mi novia. Lupita colgó la llamada mi amiga fue conmigo, pero me negaba a escuchar estaba enojado dudaba de ella mientras que Lupita le sale una lágrima secreta y la limpia pues ella no soportaba estar peleada conmigo. — Escúchame Manuel, yo jamás te engañaría — susurraba Lupita para ella misma. Mientras que Marian fue conmigo quería hablar de su amiga, pero yo me negaba a escuchar... — ¿Podemos hablar? — me habla Marian. — No quiero hablar y menos de Lupita — le dije a Marian con mi orgullo a límite. — Que tal si fue un malentendido y es por eso que entendiste mal — dijo Marian intentando remediar las cosas. — No Marian no hay ningún malentendido, sabes que vámonos de una vez y no me vuelvas a hablar de Lupita — le respondí de mala manera azotando mi maleta. — Como siempre nunca escuchas — me dijo Marian negando con la cabeza. Yo solo hice caso omiso mientras que Lupita trabajaba en la boutique tenía la mirada triste, más por qué yo no contestaba a nada, ella dejó de insistir y Marcelo le dice: — Espero que ya no tomes de esa forma — le dijo Marcelo severamente aún no olvidaba la fiesta que hicieron ella y Brenda. —Marcelo hoy no — se toca la cabeza, tenía cruda. — Hoy si Lupita y me explicarás él ¿Por qué tomaste de ese modo? Junto con Brenda — la regañó Marcelo por la borrachera de su hermana. — Me peleé con Manuel — dijo Lupita agachando la mirada. — Y así arreglarás tomando con Brenda — le dijo Marcelo con tono sarcástico. — No quería pensar en nada — susurra Lupita agachando la mirada. — Pues no sirvió de nada… Lupita — le recrimina a su hermana. — Este se siente horrible que él no me quiera contestar — dijo ella con una lágrima resbalando por sus mejillas. — Dime por qué no te quiere contestar — le dijo su hermano más tranquilo Lupita le contó lo que pasó en la noche y Marcelo niega con la cabeza. — De seguro que Brenda sabe algo con lo que dicen de ella, no dudo que ella tuvo algo que ver con él — respondió Marcelo con algo de furia. — Brenda no es así, él apareció de la nada y lo que dicen no es más que mentiras, yo la conozco sé que incapaz de hacer algo para destruirme — responde Lupita defendiendo a su amiga. — El río suena agua lleva...— dijo Marcelo más que un hermano parecía un padre para mí Lupita. — Brenda no es así, Marcelo — defendió de nuevo Lupita. — Espero estar equivocado...Y lo que si es que Manuel es un idiota, si no escucha nada él sabe que lo amas sería muy estúpido que él dudará de ti — contestó algo molesto Marcelo por lo que su hermana le había contado. — Ya lo está haciendo, no me contesta las llamadas, ni a Marian quiere escuchar — dijo Lupita agachando la mirada, estaba desesperada y quería que yo la escuchará. — Que idiota — responde Marcelo molesto. — No le digas así a Manuel — respondió Lupita queriendo defenderme. — Lo digo por qué no es posible que diga que él te ama cuando a la primera duda de tu amor y lo peor que no escuché nada — dijo Marcelo enojado. Dos días después las cosas entre Lupita y yo no iban nada bien, no le contestaba las llamadas ni escuchaba a nadie, ella no fue al aeropuerto en el fondo, yo quería que me recibiera, pero no fue así mi orgullo me cegaba.
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