Capítulo 2 "Lorenzo"

526 Words
Narra Lorenzo.   Voy completando algunos papeles, ordenando cada uno en su lugar, por abecedario y fechas, escucho que alguien golpea la puerta. –Pase. –Digo. Se abre la puerta y mi asistente entra. –Llame a la señorita Esposito y acaba de llamar el señor Visconti para arreglar el día de la junta. –Llámalo y decile que la junta es el jueves. La joven asiente y cuando se está por retirar, la detengo. –Espere. Me pongo de pie y agarró los papeles. –Puede guardarlos en el archivo, ya terminé de ordenarlos. Asiente y los agarra. –Está bien, ¿necesita tomar un café, té, algo? –No, dentro de un rato voy a salir a almorzar, no necesito nada, muchas gracias. Ya no la detuve más, salió de la oficina y encendí la computadora. Tratando de ordenar las fechas que se aproximan, productores, armar la nueva junta con la nueva. Apenas pensé en eso, no pude evitar pensar en la nueva, Leonor. Todavía puedo recordar sus facciones, su lunar en su mejilla derecha, su pelo rubio. Sus ojos azules, era muy correcta al hablar, me gusto para el puesto, aunque mi papá prefería a otro para el trabajo. Yo sé que no me voy a arrepentir de contratarla y mi padre también va a ver, se va a dar cuenta de que tengo razón.   Narra Leonor.   Se hicieron las doce y empecé a prepararme el almuerzo, enciendo la cocina y saco la comida de la heladera. Mientras se hacía la comida, escuche el sonido de mi celular, veo quien llama y atiendo. –¿Cómo te fue? Me acordé que hoy tenías la entrevista. –Bien, me dieron el trabajo. –¿Cuándo empezas? –Mañana. –¿Tan pronto? Buenísimo, me alegro. –Gracias Julia. –Sonrió. –A la tarde paso por ahí, con el trabajo mucho no nos vamos a ver. –Si, te espero. Cortó la llamada y pongo a cargar mi celular. Julia es mi hermana, menor que yo. Somos las únicas que quedamos de la familia. Almuerzo y escucho el timbre. Suspiro y me levanto de la mesa. Camino hasta la puerta y la abro. –Hola amor. Me dio un beso y lo hice pasar. –¿Cómo te fue? –Bien, ya tengo el trabajo. Se alegra y me da un abrazo. –Te felicito mi amor, tenemos que festejar. – Matías ahora no puedo, estoy comiendo. –Pero podemos comer algo afuera. –Prefiero comer en mi casa, si no te molesta. –Claro que no, podemos ir mañana. –Mañana empiezo. –Oh. –Me mira. – Puedo esperarte hasta que te den un descanso. –Puede ser. Me acompaña hasta la cocina y termino de comer. –Bueno, me tengo que ir. –Me mira. –Cualquier cosa llámame. –Está bien. – Sonrío. Nos damos un beso de despedida y se va.   Narra Lorenzo.   Voy saliendo de la oficina y veo a mi madre cerca de mi asistente. –Hola mamá. Nos saludamos. –Hola hijo, ¿a dónde vas? –Animada. –Voy a comer. –Con Aníbal, tu padre nos vamos a comer, nos puedes acompañar. ¿Mi madre comiendo con mi papá? Esto parece tan raro. Asentí y salimos de la empresa, mi papá nos está esperando a la salida. Veo como está el auto y creo que mi papá está exagerando prefiero no decirle nada al respecto. –¿Vas con nosotros hijo? –Si papá, voy con ustedes. –Vamos con mi auto, podes mandar que dejen el tuyo en tu casa.
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