´´Te conocí, y me entregaste tu amor vida mía, el fuego apagado de mi vida lo encendiste tú, con tu calor, tu belleza, y esa hermosa sonrisa, apareciste en mi vida para sanar mis heridas y curar mi soledad´´
***
Bastián Francesco, es un apuesto y antipático chico, que forma parte de una dinastía familiar, su vida siempre ha estado rodeada de lujos y excentricidades, un narcisista patológico que siempre obtiene lo que quiere gracias a su apellido e influencias, es un tipo frio y calculador, que siempre deja claro que no cree en el amor, y lo demuestra por su larga lista de conquistas, algunas solo de una noche y sus ´´historias de amor´´ más largas son de una semana.
Su corazón oscuro y soberbio se ve puesto a prueba cuando aparece en su vida un ángel, una chica completamente diferente a el prototipo de mujer que el acostumbra a tratar, y que con su perspectiva de ver el mundo diferente le pinta su oscuridad de color, electrificando momentos de su vida, y haciéndolo descubrir una parte de él que jamás pensó conocer.
***
El ángel es humano, y lleva por nombre Milania, una chica que a pesar de nacer con una condición (Asperger), y que parte de la sociedad la mirara diferente desde su diagnóstico a sus cortos tres años de edad, fue ella quien demostró al mundo que ser ´´´distinta´´ no tenía nada de malo al contrario, siempre se esforzaba por encajar en un mundo lleno de personas que no entendían que ella miraba lo mismo que todos, solo que en diferentes colores.
Sus problemas de adaptación en la sociedad, y las dificultades con las que tenía que luchar internamente por sus patrones de comportamientos repetitivos, no fueron impedimento para que se graduara como la mejor en su clase, como Fisiatría, y fisioterapeuta, era pianista, y le encantaba dibujar, su particular inocencia y su inevitable belleza la hacían una persona especial, que siempre que toca la vida de cualquier ser viviente lo llena de luz, no conoce el amor, ¿podrá su corazón y su inigualable ternura llenar de luz la oscuridad?
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´´todos quieren ser el sol para iluminar la vida de alguien, ¿Por qué no ser la luna?, para iluminarlo en las horas más oscuras´´
¿Puede el sol y la luna encontrarse para hacer del día y la noche un cometa sin fin?
NOTA DEL AUTOR:
La diversidad es parte importante de la nueva sociedad que se está forjando en el siglo XXI. Y como parte de ella debemos impulsar nuevos valores, con el objetivo de reforzar el compromiso de la inclusión, y transmitir la importancia de la tolerancia hacia otras formas de pensar, sentir y expresarse. Debemos avanzar en busca de un entorno igualitario, diverso e inclusivo.
´´cada persona es única y aporta una perspectiva diferente al mundo´´
HISTORIA ORIGINAL DE MI AUTORÍA
PROHIBIDO COPIAS O ADAPTACIONES
CAPÍTULO 1
BASTIAN
Desperté con un terrible dolor de cabeza, producto de la borrachera de anoche. Me costaba abrir los ojos, aun así me senté en la cama un poco mareado. Recordé que no estaba en mi habitación, logré ponerme de pie y caminar hasta el baño, una ducha de agua fría era exactamente lo que necesitaba, fue una ducha rápida pero acertada, tome una toalla y la enrolle en mi cintura, al salir del baño mi acompañante ya estaba despierta mirándome con ojos de pasión y lujuria. Por esa razón odiaba despertar al lado de mis compañeras de faena s****l, el irme en mitad de la madrugada me ahorraba esas caras y sus diálogos románticos, con la mirada enfoque en la habitación el paradero de mi ropa regada por el piso, mientras me vestía, ella se arrodillo en la cama.
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—Deberíamos desayunar juntos—Lucrecia lo comenta mientras enrolla un mechón de cabello con sus dedos, prepararé un café ¿quieres?
—Lucrecia ahórrate las formalidades —. Mientras me siento en una silla de peluche que estaba en la peinadora para trenzar mis zapatos—Ya me conoces es hora de irme.
—Ya sé lo que vas a decir—Saliendo de la cama—pasamos una buena noche Lucrecia pero solo somos ´´amigos´´ ¿te tomas algo en serio alguna vez en tu vida?
—Es por eso que llevabas años sin pasar por mi cama, no me gustan las mujeres intensas, no te negaré que pasamos una buena noche, pero aclare que era solo eso sexo, no quiero ser cruel porque te conozco desde que somos niños pero sabes perfectamente que no estoy buscando nada serio. Las únicas que piensan que terminaremos teniendo un noviazgo son mi madre y tú. Pero eso no va a pasar.
—Eres un idiota—Poniéndose su bata de seda rosa—sabes muy bien que te quiero y no solo como un buen amigo, siempre olvido que eres un patán.
—soy sincero Lu, no lo tomes personal. Es hora de retirarme y te pido un último favor no me llenes el w******p de mensajes, nos vemos cuando coincidamos en alguna fiesta o discoteca, ahórrame el hecho de volver a bloquearte—. Tome mi chaqueta y me retire de su apartamento.
Lucrecia es hija de la mejor amiga de mi madre, la conocía desde que éramos niños, tuve la oportunidad de ser el primer hombre en su vida, pero no ha sido la única tengo una larga lista de vírgenes en mi agenda. Lucrecia siempre deja en evidencia sus sentimientos hacia mí, siempre tenía que aclararle que no pasaríamos de los acostones esporádicos que habíamos tenido, aunque sinceramente no creo que vuelva a tener sexo con ella, las mujeres me encantan pero odiaba la intensidad de algunas y entre ellas estaba Lucrecia.
Maneje hasta mi casa, volver a casa de mis padres no había sido fácil, viví los últimos siete años en Europa estudiando y luego haciéndome cargo de negocios familiares en España y Italia, pero hace, un año mi hermano mayor tuvo un accidente automovilístico que lo dejó paralítico, así que tuve que volver a NEW YORK. Básicamente no quería dejarlo solo, había cambiado su carácter y su actitud hacia la vida, y lo entendía solo aceptaba mi ayuda para moverlo porque sabía que jamás lo vería con lástima, debía protegerlo como el me protegió en mi niñez.
Entre a la casa aun con la cruda de anoche, y venía con café en mano mi nona
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—Vez porque te amo, eres la abuela más increíble del mundo, no entiendo porque mi abuelo se buscó una amante, bueno su nueva esposa tiene 25 años, y está buenísima pero no se compara contigo—ella se acercó a mí y me dio un beso, seguido de un pellizco
—Hueles a perfume barato, seguro es de Lucrecia con tanto dinero, tan presumida y no sabe ni escoger sus perfumes—. Mientras imitaba como caminaba Lucrecia, — mis carcajadas se podían escuchar en toda la mansión—Recuerda que fui yo quien solicitó el divorcio, prefiero estar sola que con un hombre que lanzó a la basura cincuenta años de matrimonio por una mujer que podría ser su nieta.
—Vez antes de romperle el corazón a una mujer tan valiosa como tú prefiero estar soltero—sentándome a su lado y acostándome en su regazo— ¿Por qué te ríes?
—No, esa no es la razón por la que estás soltero. La única razón es porque no has conocido a la indicada—cambio el tema rápidamente antes que pudiera argumentar mis razones. Preferí dejar el tema así con la única persona con la que me negaba a discutir era con mi abuela—debes hablar con tu hermano, hoy viene la nueva fisiatra y espero que puedas convencerlo que debe hacer sus terapias.
— ¿Porque insisten? Ha echado a la calle a cuantas? ¿Seis? —Me levante y la mire—tratare de hablar con él, aunque sabes que si se niega no le insistiré, subiré a darme un baño dormiré un poco y iré a jugar una partida de póker con el—ella me lanzó un beso y me deseó dulces sueños.
Hace, un año que Rodrigo tuvo un terrible accidente, era fanático de los autos y las carreras, mi hermano era todo aquello que jamás llegaría a ser yo. Era un buen hermano, un buen hijo, y un buen novio, tuvo una relación por tres años con la que creía iba a ser su esposa, pero que terminó abandonándolo cuando supo que probablemente el jamás volvería a caminar, la actitud de mi hermano había cambiado, se había vuelto tan frío como yo, distante y poco empático, mi madre decía que por eso solo aceptaba mi ayuda porque yo lo apoyaba en todo, él sabía que jamás lo trataría diferente a la relación tan cercana que teníamos desde niños. Tenía la opinión de los mejores médicos del mundo y sus posibilidades de levantarse de esa silla eran de un 10%, quien querría tener terapeutas dándole masajes y haciéndolo sufrir con dolor sin fundamento alguno, además que desde hace un año prefería la soledad y oscuridad de su habitación.
Subí a mi habitación, no sin antes darle un ojo a la suya aun dormía, debido a sus dolores y fatales calambres, cada noche se le inyectaba una dosis de morfina que lo hacía dormir hasta el mediodía. Así que entre a mi habitación a darme un baño y descansar un poco.
Dormí un par de horas, aun con los ojos cerrados, trastee en la mesa de noche el móvil, hace dos horas mi hermano me había dejado un mensaje, refiriéndose a nuestra partida de póker. Di un salto y me levante, podía dejar plantado a todos era habitual en mí, era parte de mi personalidad y me gustaba, pero con mi hermano las cosas eran diferentes, no me preocupe en ponerme alguna camisa él estaba a un pasillo de mi habitación, lave mi cara y mis dientes, tome mi celular, tenía algunos veinte mensajes de futuras candidatas para calentar mi cama esta noche. Incluso un mensaje de Lucrecia el cual ignore, ¿acaso no fui claro cuando advertí que no me escribiera?, mi mejor amigo también me había dejado un mensaje, para saber en qué discoteca estaría esta noche. Estaba sumergido en la pantalla de mi móvil, cuando sentí un fuerte golpe y mi celular cayó al piso, alce la mirada enfurecido. ¿quién podía ser tan torpe?
—Acaso eres ciega? — mientras miraba que mi celular cayo en sus pies—observando que no solo era ciega también tenía un muy mal gusto. Completamente improvisado su atuendo y seguramente avergonzada porque era incapaz de mirarme a la cara para disculparse, o al menos recoger el celular del piso al final de cuenta estaba allí gracias a su torpeza
—Es culpa suya, debería mirar por dónde camina—Respondió desafiante—. No podía creerlo me acaba de faltar el respeto esta nueva sirvienta? Seguía sin mirarme y sin recoger mi celular —Debería tener más cuidado, es absurdo que sigan sucediendo accidentes por la inconsciencia e irresponsabilidad de las personas que usan el celular como usted. Según la oficina nacional de seguridad en las autopistas de EE.UU. (NHTS, que son sus siglas en inglés) en los primeros seis meses del año se presentó un aumento del 17,7 % en accidentes de tránsito en las autopistas, ósea un promedio de 100 muertes diarias, por culpa de personas irresponsables como usted que usaban el celular.
No podía creerlo, ¿de donde diablos salió esta mujer? , hablaba muy rápido y jamás alzaba la cara tan siquiera para mirarme mientras me insultaba en mi propia casa
—No estoy manejando mi auto, así que no viene al caso su porcentaje de accidentes automovilísticos, ese celular que me acabas de lanzar al piso cuesta mucho más de lo que ganarás en mi casa limpiando el piso, y no te has dignado a recogerlo— acto seguido por ella golpeando mi celular con el pie, se dio media vuelta y me dejo en mitad del pasillo enfurecido por ese grosero comportamiento que le costaría no volver a pisar mi casa.
Entre a la habitación de Rodrigo no sin antes respirar profundo, no iba dañar la partida de póker con mi hermano por culpa de la rara del pasillo, me sorprendió ver las cortinas completamente abiertas y la habitación completamente iluminada, él estaba sentado en su silla de ruedas mirando por el gran ventanal que habían en cada una de las habitaciones de nuestra mansión, el tenia vista al jardín, y en este último año nunca lo había visto tan siquiera mirando por la ventana.
—Bro, se me pegaron las sabanas, y además acabo de pasar un mal momento con una de las empleadas en el pasillo que me quito cinco minutos de mi valioso tiempo—. El volteo su silla y sonrió— hacia un año que tampoco lo veía sonreír.
—Te escuche discutir con mi peculiar fisiatra y fisioterapeuta—apretó el botón de su silla y se acercó a la mesa donde jugábamos al póker—es distinta. ¿No te parece?
—supongo que la echaste a patadas de acá y por eso estaba tan ofuscada—sentándome y quitándole el mazo de cartas, barajando una y otra vez mientras miraba que él estaba distinto
—No podría echar a nadie a patadas—me quito las cartas y las puso en la mesa para que yo cortara el mazo a la mitad—y si lo que quieres saber es si sigo sin fisiatra, o terapeuta, la respuesta es no, ella fue aceptada, por la misma razón por la que estás tu acá diariamente, es diferente y me convenció con su despreocupada forma de ser y su carismática forma de hablar, también trate de negarme pero después que hizo caso omiso a las cuatro veces que le dije que se fuera, pensé que quizás podría tener algo diferente para ofrecerme—levante una de mis cejas y lo mire fijamente a los ojos
—pensé que era una de las nuevas sirvientas que suele contratar mama para que no las miremos, sin chiste y nada de atractivo físico, incluso su vestuario era patético, y es bastante rara—el me miro con esa cara de desaprobación, hacia mis comentarios
—No me gusta que te expreses así de las personas, y menos ahora que tienes un hermano que la gente llamara raro por su evidente discapacidad—. Alzó la mano para que no lo interrumpiera—la vestimenta de una persona no la define, y no considero que sea ´´rara ´´ me pareció una mujer diferente y las cosas distintas son las realmente especiales, tampoco considero que sea fea o poco atractiva, no debe una mujer vestir ropa de marca o mostrando gran parte de su cuerpo para ser atractiva, es sencilla y muy bonita
No lo podía creer, Rodrigo me estaba hablando de la misma mujer, ¿que tropezó conmigo en el pasillo?, lo mire incrédulo pero algo en él había cambiado sinceramente si a él le parecía bonita o especial no me molestaba, siempre hemos tenido gustos diferentes aunque Adriana su ex era muy hermosa y atractiva, pero de nada sirvió si le dio la espalda cuando más la necesitaba. Fue el quien ahora alzo su ceja y negó con la cabeza.
—No, Bastián. No creo sinceramente que me vuelva a enamorar en esta condición, no solo porque no creo tener ánimos de volver a sentir amor por una mujer cuando ni siquiera yo mismo me acepto —resople y negué con cabeza su tonto comentario. —Pero el hecho que este en esta silla de ruedas y sea un obstinado desde hace un año atrás, no me hace un idiota como mi hermano
Solté una carcajada
—si yo fuera mujer desearía que me tocara en la vida un hombre como tú, y que importa si estas en silla de ruedas o en patines lo realmente valioso de ti siempre va ser ese pedazo de corazón que tienes, creo que nuestros padres te regalaron a ti hasta el corazón con el que debía nacer yo—el bajo cabeza, y tomo aire—tu detestas mi personalidad y mi forma de ser yo detesto que te menosprecies tanto por el hecho de estar sentado en esa silla, sabes que no creo en eso que llaman el amor pero a diferencia de mi tu eres un romántico y algún día podrás aunque sea calentar esa silla con una y con otra
—Contigo no se puede hablar seriamente—lanzándome una servilleta arrugada
Jugamos una partida de póker, como de costumbre terminaba ganando los 200$ que solíamos apostar, mayormente cenábamos en la habitación después del accidente mi hermano se negaba a vivir en el mundo exterior, en algunas oportunidades nos acompañaba la abuela, quien en nuestras vidas siempre había tenido un papel fundamental, fue ella quien nos cuidó la mayor parte de nuestra niñez, mi madre solía estar de viaje de negocios casi todo el año, creo que mi frialdad y la parte oscura y vacía en mi corazón lo herede de la mujer que me trajo al mundo.
Nuestra madre entro a la habitación, se tomaba algunos minutos de su apretada agenda, para pasar a saluda a su hijo, y si lo comento d forma irónica porque se supone que a una madre debería cambiarle el mundo después de que su hijo perdió la movilidad de sus piernas en un terrible accidente, que no solo lo dejo paralitico sino que además, le robo. Los sueños, los amigos, la vida y parte de su esencia, y ella simplemente parecía solo importarle cubrir la parte material, como toda nuestra vida
—Hoy recibí la excelente noticia u has aceptado recibir tus terapias—dándole un beso en las mejillas y sentándose en uno de los sillones que adornaban la habitación.— ¿cómo te has sentido? —Mientras dirigía su fría y calculadora mirada hacia mí.
—Estoy bien madre de maravilla, sentado en mi costosa silla de ruedas—rodando su silla hasta el ventanal— ¿realmente te importa cómo se encuentre tu hijo invalido? he leído tu brillante entrevista, donde decías textualmente ´´sentirte feliz, porque al menos estaba vivo´´
—y es la verdad Rodrigo, al menos estas vivo, no hubo una tragedia que embargara nuestra familia—cruzando sus piernas y arreglando su costoso collar de perlas—tendrá que llegar el momento en el que aceptes que no todo en la vida se puede cambiar, muchas veces te dije que los autos eran peligrosos, que solo te dedicaras a las empresas sin poner en riesgo tu vida o tu integridad física, pero como siempre no me hiciste caso. Y acá estamos —no lo soporte más tenía que intervenir
—Eres tan buena como madre que realmente me sorprende tu capacidad de darle ánimos a tus hijos, es inconcebible que le culpes de su accidente, tantos estudios que tienes en economía y administración empresarial y no sabes lo que significa un accidente? —le puse una mirada fulminante, era necesario que supiera que sus palabras herían
—¿Lo dices tú? Bastián, me contó Lucrecia, la bajeza con la cual fue tratada de parte tuya—negando con su cabeza—No pensaras pasarte toda la vida actuando como un inmaduro, esa es la mujer que mereces, porque debes dar a esta familia descendientes
Solté una d mi macabra pero irónica carcajada
—Madre, si quieres descendientes alquilo un vientre pero no tendré hijos con una mujer tan básica y desesperada de cariño como Lucrecia, y quiero aclararte que lo de anoche fue sexo concebido, error de mi parte conociendo la patología de tu querida lucrecia, si tanto te gusta cásate tú con ella—podía notar como su respiración aumentaba y sus ojos me fulminaba
—no permitiré que me faltes el respeto, y mucho menos que se lo faltes a Lucrecia.
—Mama, me disculpo si te sentiste ofendida—alzando una de mis cejas y dibujando una sonrisa en mi rostro—con respecto a Lucrecia, ella sola se falta el respeto, yéndose a la cama conmigo siempre que tiene una oportunidad, es ella quien tiene que darse su puesto, mi sinceridad prevalece antes y después de cada encuentro s****l. NO SOMOS NI SEREMOS NADA—Rodrigo rompió el silencio
— ¿Podrías dejar que Bastián y yo terminemos nuestra partida de póker?
Ella se levantó del sillón y recorrió lentamente el camino hacia la puerta, si había alguien en esta casa experta en dañar momentos era nuestra madre, el silencio invadió la habitación, respetaba los espacios de Rodrigo sobre todo después de las visitas de la mujer a quien le llamábamos mamá
—Bastián, —Mmmm, murmure —sabes que no me gusta cuando te expresas despectivamente de las personas, incluso si es Lucrecia, la conocemos desde niña y aunque no es un alma agradable, y es bastante antipática merece respeto, por ser mujer y por el vínculo que hay entre nuestras familias—volteó su silla y tomó el mazo de cartas nuevamente— sé que no crees en el amor, y que eres un desgraciado con las mujeres, para ti no son más que un objeto sexual
Solté un par de carcajadas mientras alborotaba sus cabellos
—La razón por la que creo que el amor es una tontería, ya la conoces hermanito, ¿cuántas mujeres han calentado este cuerpecito? —Tratando de deducir algún número—son demasiadas lo sé, pero ese es el punto ninguna ha logrado más que despertar un deseo s****l en mi—el negaba con cabeza, mientras me miro pensativo
—Todo llega en el momento indicado, porque cuando las cosas están destinadas para un ser humano, no hay miedo que las aleje o tormenta que las detenga—movió su silla nuevamente hasta el ventanal, cuando llegue la mujer indicada serás el primero en saberlo, porque sentirás ese corrientazo que recorre tu cuerpo, esa sensación de saltos en tu estómago, cuando no estés junto a ella sentirás un vacío que te quema el alma, y sabrás que estás enamorado