—Bueno, solo tengo cosas buenas que decir de ti, y él también. ¡¿Pero estás segura de que quería violarte?! —preguntó Tom sorprendido.
"Estoy casi seguro de ello."
"¿Quieres que hable con él por ti?" preguntó Tom.
"No, sólo quería que lo supieras... por si acaso..."
"¿Por si lo vuelve a intentar?" Bill asintió.
"Tranquilo, Bill, no dejaré que nadie te haga daño", dijo Tom sonriendo. Bill también sonrió. Durante un largo instante, se miraron fijamente, estudiándose a los ojos.
La camarera regresó pronto con la cuenta y Tom sacó su billetera.
"Lo siento, al menos no puedo pagar la propina", dijo Bill.
—No, no es nada, de verdad. Ya te lo dije antes, ¡era mi invitación!
—Lo sé, pero aun así desearía poder aportar algo —dijo Bill recogiendo sus cosas.
—Bueno, cuéntame un poco más de
