>5<

4685 Words
-No puedes decir todo eso.-susurro. -¿Por qué? -Porque aún no me conoces bien. -Lo poco que conozco me gusta.- dice decidido. -Tengo un carácter de mierda, sabes.- le hago saber. -No podría ser diferente.- rebate -Espera.- lo miro boquiabierta a lo que él no sabe qué hacer. -¿Qué? -Acabas de decir que te gusto..- estoy impactada, ok. -Que. -Eso, lo acabas de decir. -No. -Sí, "lo poco que conozco me gusta".- repito nuevamente, tratando de imitar su voz. -Me gustan las mujeres bonitas, que esperas, soy un hombre. Sentimos atracción. -Así que piensas que soy bonita.- mi actitud lo pone inquieto. Trato de ser un poco coqueta. El suspira. -Sabes que lo eres, desde que te vi aquella vez en la terraza.- lo miro confundida, ¿Cuándo? Hago memoria, será la primera vez, cuando le pregunte la hora, que por alguna razón mi teléfono no la tenía bien. Sonrió para mis adentros, así que ese día si me noto. -Uh… gracias.- retomamos el camino a la casa, afortunadamente no queda tan lejos. Me sigue de cerca.- No pensé que me tenías en tan buen concepto. -¿Por qué? -Desde un principio me trataste mal, incluso en la reunión de Jall, y eso que fui amable contigo desde el comienzo.- señalo. Se ríe el muy descarado. -No quería tener nada que ver contigo. -¿Qué haces aquí entonces?.- su sinceridad me gusta. -Me gusta la playa… -No en la playa, aquí conmigo. ¿Por qué, te quedas conmigo, me ayudas y todo eso, si no quieres estar conmigo? No mandes señales contradictorias. Me confundes.- entramos a casa, yo sigo de largo a la cocina, tomo un vaso de agua, me observa tomarla, lo miro inquisidora, quiero saber. -Disculpa por haber sido tan grosero contigo.- asiento a su disculpa, pero eso no es lo que quiero saber. -No me gusta estar en la ignorancia, quisiera saber por qué sigues aquí conmigo, esa es mi duda. -Al contrario que al principio, tu compañía ya no me desagrada, es fácil conversar contigo. -Ahora somos amigos.-inquiero. -Podría decirse que sí, nos llevamos mejor que al principio. -Vale. Nos vemos luego amigo, debo ponerme algo en el pie, y gracias por salvarme y por venirte conmigo.- me voy a mi habitación. Al menos piensa cosas buenas de mí, no es tan malo después de todo. -Podemos hacer algo aquí si quieres…- me detengo de mi entrada al cuarto. -Espérame un momento, ya vuelvo.- paso rápido al baño. Tomo el neceser, saco una bandita, me lavo el pie, y la coloco en la herida. Vuelve con él, porque vamos ninguna mujer desaprovecharía esta oportunidad con semejante bombón. -¿Quieres ir a comer algo?.- me pregunta nada más volver. -Preferiría comer algo acá, y… podemos ver una película, si te parece. -Bien, aunque no se cocinar.- sonríe apenado. “tierno” pienso. Sacudo esos pensamientos de mi mente. Solo somos amigos, solo somos amigos, repito en mi mente. -Yo preparo algo rápido mientras tu buscas algo bueno en netflix.- me pongo manos a la obra, gracias a Dios Jall fue al supermercado y trajo varias cosas. Busco para preparar unos sándwiches, y también para hacer un jugo natural. Trato de hacerlo rápido. Mientras preparo todo, el parece no saber buscar una película, lo observo mirar la pantalla por varios segundos, hasta que por fin pone algo de terror, mala elección, jamás vería esa película, voltea a verme cuando la pone en reproducción pausada. -¿Una de terror? -Jamás, busca otra.- niego. -¿Por qué? No me digas que te da miedo.- asiento sin miramientos, para que negar algo cierto. -Sí, prefiero las de acción, comedia, romance, hasta un poco de suspenso, terror nunca. -Eres miedosa…- sonríe divertido. -Si, desde pequeña. -Bien, busca una tú, entonces. -Vale. -¿Necesitas ayuda en algo? -Uhhh, puedes ir llevando esto a la mesa, mientras termino el jugo. -Ok, viendo la película o en el comedor? -Viendo la película. -Ok. -Ya voy.- término el jugo, lleno los vasos. Me siento a su lado, tomo mi plato y él, el suyo. Busco el control del televisor con la mirada pero no lo veo, cuando voy a preguntarle ya el me lo está tendiendo con su mano libre.- ¿Acción o comedia?.- pregunto dándole a la opción películas. -Lo que prefieras está bien. -No creo que quieras ver romance. -Acción. -Chico listo. Bien, veamos a ver que consigo.- me decido por la falla de San Andreas, de la roca.- Esta es buena. -No la he visto. -Tienes pinta de no ver películas. -No soy de ir al cine. -Lo sé. Comemos en silencio, viendo la película, lo miro de vez en cuando y está concentrado en la pantalla. Observo sus facciones tan varoniles, es guapo el condenado, demasiado para resistirse. Hace rato que deje de prestarle atención a la película, solo para perder mi vista en él, gracias a Dios no lo nota. Vuelvo la vista a la pantalla, y noto que ya está por terminar. -No puede morir la chica, o si.- dice, niego. Porque solo es un susto, se ve lindo viendo películas. Suspiro, que bien parece que nos llevamos, espero que no cambie su trato. Se queda absorto otra vez en la pantalla, yo pierdo la vista en la entrada. Tal parece que se están divirtiendo en la playa los demás que aún no vuelven. -Estuvo buena.- pestañeo saliendo de mi trance. -Te dije que era buena…- digo mirándolo a los ojos. No dice nada, tampoco espero que lo haga. Nos quedamos viendo el uno al otro, sonrió porque no se me ocurre más nada en este momento donde nuestras miradas parecen tan conectadas, me pierdo en su iris tan oscuro, que parece brillar a medida que nos observamos. -Volvimos chicos.- escuchamos los ruidos en la entrada principal. Nuestro contacto visual se pierde. Zayd se levanta abruptamente, yo quedo fuera de lugar. Al parecer nuestras mentes se perdieron en esa mirada. Sacudo la cabeza alejando todo pensamiento sobre este extraño momento, vuelve mi vista a los chicos que vienen entrando. Cada uno va pasando de largo a su habitación, Victor me saluda con su mano, igual que Sebas, y Jhean, al parecer las chicas pasaron de largo a los baños, Zayd se desapareció. Intento ignorar el hecho, de que huyo como si fuésemos hecho algo malo, ignoro también la sensación extraña en mi pecho e ignoro las ganas inmensas que tengo de buscarlo nuevamente. Decido darme un baño también, me coloco una braga bastante holgada, unas pantuflas que traje para estar cómoda. Recojo mi cabello en una coleta alta, dejo mi flequillo fuera, no me pongo nada de joyas porque solo estaremos en casa o eso creo yo. Salgo de la habitación cuando creo que ya he tardado lo suficiente y todos ya deben estar en la sala. -Can te estábamos esperando, pensamos en ir a cenar fuera.- anuncia Sol. -Sí, hay un restaurant cerca... -No puedo caminar tanto, ahora en la playa me corte con algo en el agua, y aun me duele algo.- declino su invitación. -Oh, ¿estás bien can?.- Jall es la primera e acercarse a inspeccionar mi pie. Todos miran alertas, hasta que aclaro. -Si, solo fue una cortadita pequeña, pero me molesta un poco al caminar.- todos asienten aliviados. -Entonces nos quedamos en casa y pedimos domicilio. ¿Qué dicen?.- sugiere Victor. -O podemos ir nosotros por la comida y ellas esperan acá.- opina Nayn. -Sí, me parece mejor así.- acepta Margarita. -De acuerdo, quienes van… -Yo iré.- accede Sebas, Jhean levanta su mano, al igual que Zayd y Nayn. -Vamos a ir todos, no es mejor que uno se quede con ellas por si acaso. -En ese caso, me quedare. También tengo que hacer una llamada.- se adelanta Zayd, lo miro porque no esperaba que se quedara él. -Ok, vamos entonces. -Todas van a querer pizza? -Si.- asentimos de acuerdo. -Puede ser una de tocineta?.- pregunto antes de que se vayan. -Ok..- me responde Victor. -Gracias. Los chicos se van, Sol pone algo de música, y nos sentamos en la sala de estar esperando. Zayd se fue a su habitación apenas decidió que se quedaría. Nos quedamos escuchando música tras música sin mediar palabra. Al parecer todas necesitamos un momento para pensar. Pienso en la tarde, en como resulto el día en la playa, también como se comportó Zayd, el cambio que dio, aun me sigo preguntando en qué posición estamos, definitivamente siento que me atrae, no puedo negarlo, pero a la vez me resulta un hombre tan complicado que no sé qué hacer, suspiro, miro a las chicas y están igual de distraídas que yo. -Cuando van a dejar de suspirar como pendejas, ya me canse de esperar que hablen.- al parecer Jall no estaba igual que nosotras. -Tuvimos un día bastante interesante.- dice Sol. -No es el momento, ni el lugar para hablar.- niego a esta conversación, porque sé que Zayd está por ahí y puede escucharnos hablar. -Tienes razón, mañana vamos solas por ahí, a hablar de lo que todas ya sabemos. -Vale.- asentimos en acuerdo. -¿Qué tal una película mientras esperamos la pizza?.- se anima Jall, asiento al igual que todas, no tenemos más que hacer. La opción de hablar se perdió cuando Zayd dijo que se quedaría, al parecer mi día se resumirá en películas. Jall coloca algo romántico, prestamos atención a la película, Margarita queda dormida luego de u rato, yo decido perderme en mis pensamientos, me doy cuenta que es lo único que he hecho desde que nuestras miradas se encontraron de esa manera. De todos los hombres porque me tiene que atraer el más complicado, el que tiene una vida difícil solo porque quiere. No podías enviarme otro más fácil Diosito cuestiono. Si me va a gustar alguien por lo menos que sea fácil, no alguien tan complicado y frio. Porque que me trate bonito un día no quiere decir que lo hará siempre… en eso llegan los muchachos. “es mejor hacer todo arriesgando, que vivir con él si hubiera” el que no arriesga no gana, por intentarlo no pierdo nada, ¿Qué es lo peor que podría pasar? -Aquí están las pizzas…- todas nos levantamos de sopetón a comer hambrientas. Zayd llega también luciendo recién bañado. ¿Otra ducha? En serio. “raro” pienso. -A comer.- todos se disponen a comer incluida yo. Él recién llegado toma asiento a mi lado, todos lo miran sorprendidos menos yo, trato de parecer indiferente. -Está muy buena.- digo como si nada. Todos comen en silencio, algo inusual en este grupo, no digo nada, termino unos 4 trozos más y ya estoy llena. Todos terminaron hace rato, según ellos comen rápido, yo fui la última en hacerlo, me da la impresión que lo hicieron para dejarme sola con Zayd, algo estúpido considerando que pasamos el día juntos, y ahora somos medio amigos. Recojo las cajas, las botellas de refresco y tiro todo a la basura, el me ayuda en silencio. Volvemos a quedarnos otra vez en la sala de estar sin decir nada, le sonrió. -Buenas noches. -Buenas noches, descansa. -Gracias, tu igual…- camino a mi habitación, él me detiene tomándome del brazo. -Quería decirte… que..- por alguna razón titubea, sé que me va a decir algo de las miradas y todo el momento incomodo, reacciono rápido. -No pasó nada, no le des vueltas.- y como soy impulsiva, y a veces hago las cosas sin pensar me acerco, y le doy un beso en la mejilla.- Eso es todo lo lejos que voy a llegar, hasta mañana Zayd.- lo suelto, y me alejo rápidamente a mi habitación. Cierro la puerta, y me quedo pegada a ella, suspirando. En que estaba pensando, no hagas estupideces Candela, con él no se juega, no es tu tipo. Me regaño mentalmente… espanto todos esos pensamientos en torno a Zayd, y decido dormir, es lo mejor. >  Miro la ventana y aun esta oscuro, me he despertado más temprano de lo normal. Observo el reloj y son las 4 am, me levanto, decido ponerme un traje de baño, un vestido largo, y salgo afuera, las ventajas de esta habitación es que tiene la vista al mar. Abro las puertas corredizas poco a poco, para no ser escuchada, y camino a la playa, al sentir la arena en mis pies, la sensación es tan agradable que me relaja, camino hasta estar cerca del agua sin mojarme, aún es muy pronto para ello, además no sería buena idea estando sola. Recuerdo cuando Zayd me saco del agua, como me cargo hasta las sillas, sus atenciones, suspiro. Suspirar se ha convertido en parte de mi desde que lo conocí, alguien toma asiento a mi lado, volteo y le sonrió a Jall. La esperaba, sé que quiere saber qué paso ayer exactamente, pero no digo nada aun, ella parece esperar pacientemente a que cuente todo, bien pienso, no es tan grave, solo es atracción. -No pasó nada… solo -Solo quiero saber, por qué estás tan pensativa, pareces perdida, sin saber qué hacer. -Tu hermano me salvo ayer en la playa, desde entonces se ha portado más lindo conmigo de lo normal. Desde la primera vez que lo vi, digamos que sentí cierta atracción, y decidí hablarle algo que él no tomo muy bien ese día, lo deje estar y lo olvide. Pero luego en tu cumpleaños supe que era tu hermano, me sorprendí un poco, sabía que tenías un hermano, no esperaba que fuese él, el mundo es muy pequeño. -Esta ciudad es muy pequeña. -Sí, el caso es que primero nos llevábamos mal, incluso después de Tatiana pensé que no me hablaría más, y créeme era mejor así, es muy frío para mi gusto. Pero entonces comienza a portarse lindo y me confunde. -Te gusta.- afirma, niego. -No, no me puede gustar tu hermano. -Lo dices como si yo fuera el impedimento entre ustedes can. -No es eso, no veo como él y yo podríamos funcionar, me conoces Jall, no soy de una noche. Quiero el paquete completo. -Y exactamente porque te conozco sé que no dejaras las cosas así, eres de las que arriesga. -Lo sé, pero con él no parece fácil esa opción. -No sé qué decirte, solo ten cuidado, eres mi amiga y él mi hermano. Te dejo pensar. -Ok.- se aleja a la casa, yo decido quedarme acá un rato más. Me recuesto en la arena, pensando que hacer. No sé en qué momento me quede dormida, despierto desorientada. El sol esta picante, me quito el vestido dispuesta a caminar con este calor en traje de baño hasta la casa. -Hola.- saludo a todos los chicos. Me devuelven el saludo, Jall me sonríe, y Zayd me mira dudoso. -Can, que dices, deberíamos pasear por todo el pueblo, o ir a la playa El agua. -Pasear está bien para mí. -Vale. Como estamos todos de acuerdo en ir a caminar menos tu Sebastián, iremos.- anuncia Margarita. -No queda de otra. -Voy a cambiarme.- me dirijo a mi habitación, tomo unos shorts altos, una blusa de tirantes corta, busco unos lentes de sol, también agarro mi bolso de playa, meto el protector solar, y varias cosas más que pueda necesitar. -Alquilamos una mini van, para que nos dé el tour, al finalizar nos dejara en la parte de las tiendas turísticas, de allí podemos volver caminando.- informa Victor. -Ok.- respondemos al unísono. Al salir de casa ya nos espera el chico de la mini van, se presenta como Victor. Es bastante joven. El primero en subir es Zayd, luego van subiendo todos, por alguna razón quedo de última, y me toca sentarme con él. Pareciera que se fueran puesto de acuerdo para dejarme al final. Me siento a su lado, sin decir nada. Él esta distraído en su teléfono celular, me dispongo a observar por la ventada todo el pueblo por donde vamos pasando. Volteo a verlo y que casualidad que nuestras miradas se encuentran, le sonrió sin mucho interés. Vuelvo a ver por la ventana. -Estas muy linda hoy.- me sonrojo, siento mi piel erizarse en el área del cuello. Y no es para menos, que me susurren al oído ese tipo de cosas… que pretende. -Gracias.- suelto escueta, trato de sonar serene pero mi voz falla. -Normalmente cuando le dicen ese tipo de cosas a una mujer ellas no se molestan. -No estoy molesta. -Parece que sí. ¿Dije algo malo? -No, no es eso. -¿Me estas evitando? -Esta mañana descubrí algo que me dejo algo molesta conmigo misma. -¿Qué es? -¿Desde cuando eres tan curioso? -Te puedo ayudar con eso. -No.- contesto rotunda. -¿Segura? -Tú eres el problema. -Pensé que ya nos llevábamos bien… -Sí, y justo por eso estoy así, porque tienes que ser lindo. Era mejor cuando eras frio y amargado, así no te veía como algo más. -Llegamos, que disfruten su paseo.- se despide Simón. Me levanto rápidamente para salir, empujo a Sebastián devuelta a su sitio, me mira mal, pero no me importa. Espero que bajen las chicas, pero cuando lo hacen todos cada una se va por su lado, Jall se lleva a Nayn, Sol se va junto con Jhean, y Margarita con Sebas, todas hicieron planes en pareja menos yo. Miro a Victor que me sonríe luego a Zayd que está confundido, justo cuando voy hablar ambos me toman de los brazos. -Vamos a caminar por este lado.- dice Victor. -Tenemos que hablar.- dice Zayd, su mirada es bastante intensa. En comparación con la de Victor que es amistosa. -Tal vez luego Victor, tengo que hablar con él. -Vale. Al parecer soy el único que está sin una pareja. No me había fijado antes. Nos vemos al rato.- se va por donde fueron todos anteriormente. -¿Por qué dices que yo soy el problema?.- pregunta de una vez al estar solos. -Porque eres lindo conmigo.- suelto sincera. -No debería ser amable contigo, no es en eso que quedamos. -Sí, pero eso solo hace… -¿Qué?.- pregunta impaciente. -Que me gustes.- ya está lo dije. Su expresión cambia completamente, esta perplejo no sabe que decirme.- No hace falta que digas nada, y mucho menos que me rechaces, yo sé que no estamos hecho el uno para el otro.- aseguro. Me dispongo a caminar, pero su mano me detiene. -¿Por qué?.- lo miro confundida. -Que… -Por qué te gusto, no tiene sentido…- su incredulidad es real. Vamos amigo, no lo deduces. -En serio me estas preguntando porque, acaso no recuerdas que fui yo quien se acercó con esa tonta excusa de la hora, aunque era real que mi teléfono tenía la hora mala, se la pude haber preguntado a mis amigos, y no lo hice, se la pregunte a un extraño que me trato horrible incluso me gruño. -No te puedo gustar, no sabes lo que dices. -Una persona no controla sus sentimientos, ok. Primero se siente la atracción física ya después lo demás. -No, no soy para ti. -Lo sé, tienes estándares muy altos. Descuida tampoco es que estoy enamorada, ya se me pasara.- trato de parecer casual. -No tengo estándares altos, crees que por ser de una familia como la mía soy igual a ellos. Que no me puede gustar… -No, ya me has demostrado que tienes empatía. Además las probabilidades de que yo te guste son muy bajas, no soy como tu… -Exactamente por eso me podrías gustar.- me calla. -¿Qué?.- ahora la sorprendida soy yo. -Crees que no saldría contigo, porque piensas que me conoces, que soy igual a mi familia, que discrimino a las personas, cuando no es así, tú ya sabes lo que pienso de ti, eres una mujer atractiva, tienes todo lo que un hombre busca en una mujer, pero yo no estoy listo para salir con alguien. -Me estás diciendo que yo te podría gustar, pero que eso no cambia nada porque tu no quieres salir con nadie. -Exactamente.- sonrió. -Y si te hago cambiar de parecer. -Lo dudo. -Apuestas. -No me gustan las apuestas. -Sabes nunca me he propuesto conquistar a un hombre, usualmente son ellos lo que se lanzan a las mujeres, hare una excepción contigo. -Vas a conquistarme. -No viviré con el si hubiera… además no perderé nada.- su asombro es mucho.- Me atraes Zayd, y tú ya me has dicho lo suficiente para intentarlo. -Qué pasa si no quiero. -Querrás. Vamos, caminemos un rato.- tomo su mano, camino con el hasta las tiendas. -Compremos un helado, hace mucho calor.- propone luego de un rato caminando de tienda en tienda. Aun no les compro nada a mi familia. -Vale.- caminamos juntos hasta el puesto de helado, pedimos uno de limón para él y otro de Bariloche para mí. -Quieres.- me ofrece su cono, niego, no me gusta el helado de limón. -No me gusta.- sonríe sin importancia.- Avísame. -¿Qué? -Avísame cuando te guste. -Ok.- asiente. No tengo que especificarle que me refiero a mí, porque él me entiende. -Sigamos a las tiendas, quiero encontrar algo para mi familia.- digo emocionada. Entramos a varias tiendas, e incluso reviso puestos de los hippies, para mi es normal todo este tipo de comercio, para Zayd no parece serlo, luce hasta un poco incómodo, no le digo nada. Me detengo en na mesa llena de pulseras, escojo varias para mi hermana y hermano, una para mamá, otra para papá. Cuando creo que termine veo una, en una bolsita transparente, de hombre. La tomo, y la observo bien. -Esa es nueva, una chica la encargo pero al parecer ya no la quiso y me la dejaron acá. La puedes sacar de la bolsa para verla mejor.- me indica la comerciante. Hago lo que me dice, y la pulsera es una belleza. -La quiero.- asiente entusiasmada por mi compra. Guardo la pulsera en mi bolsillo derecho, y las demás en la bolso.- Gracias.- le tiendo el dinero, y me vuelvo a buscar a Zayd. -Compraste muchas pulseras?.- pregunta nada más llego hasta él, asiento. -Sí.- me limito a responder.- ¿Tu compraste algo? -No es lo mío. -Ya veo.- caminamos en silencio, hasta llegar a la feria de comida. -Ya deberían estar acá los demás. -Es lo más probable.- envío un mensaje por el grupo diciendo que estamos en la feria de comida, me contestan que ellos también.- Busquémoslos, deben estar por aquí cerca. -Le enviaste alguno. -Sí, vamos.- camino entre el montón de mesas y personas, Zayd me sigue de cerca. Diviso a Victor sentado con una chica, a Sol, Margarita, Jhean y Sebas. Solo faltan… -¿Y Jalilah?.- pregunta Zayd nada más sentarse. -Ah, dijo algo sobre entrar a una cueva de aguas cristalinas, no se. Que nos vemos en la noche en casa.- informa Victor. -Uh.- tomo asiento a su lado. -Ordenamos una parrilla familiar mixta.- dice Sebas. -Vale. -¿Cómo es que llegas con Zayd?.- me susurra Sol. -Luego les cuento.- susurro devuelta. -Vale.- ambas asienten sonriéndome descaradamente. -Su orden.- varios meseros traen una bandeja gigante de parrilla, refresco, y una cubeta de hielo. -Buen apetito.- nos desea, cuando terminan de colocar todo. -No pidieron algún jugo.- pregunto esperanzada. -Ordenare una para ti.- se levanta Zayd. -Gracias.- le sonrío coqueta. Estúpido e irresistible turco idiota. Ash. Deja de ser tan lindo. Toma asiento a mi lado luego de un rato. -Ya lo traen, naranja.- asiento agradecida. -El jugo natural.- anuncia el mesero, levanto la mano para que lo coloque delante de mí. -Gracias. Comenzamos a comer en medio de risas, burlas de Sebastián hacia todo, Victor presenta a la chica como Cristina, es de acá de Margarita, es muy linda y tratable. -Dime Cristina, te gustaría ir mañana a la playa con nosotros.- la invito. Ella asiente sonriente. -Me encantaría. -Vale, nos vemos mañana entonces.- le sonrío a Victor como si nada. -Aún es temprano para regresar, pero como el trayecto a pie será un poco largo podemos ir caminando, ¿Qué dicen?.- sugiere Jhean. -Está bien.- acordamos todos. Cada uno toma sus cosas, y nos disponemos a caminar. Sol y Margarita van a mi lado en silencio, entrelazo nuestros brazos para ir a la par, trato de que nos quedamos detrás de los chicos, para poder hablar con ellas. Cuando estamos a una distancia bastante considerada me decido a contarles a las chicas. -Me gusta.- ellas asienten como si ya lo supieran.- Bueno ese no es el problema… -¿Cuál sería el problema?.- pregunta ansiosa Sol. -Él no quiere salir con nadie, o bueno no sé. Me propuse a conquistarlo. -Estás loca. ¿Por qué siempre eres así de lanzada Can? Deberías pensar más en ti. -El problema es que él dice que no es digno de mí. Pueden creerlo, es tan ridículo. -Le preguntaste porque piensa eso.- me detengo en seco, deteniéndolas a ellas conmigo. Las miro de hito en hito, porque ahora que recuerdo no le pregunte por qué. -No, no lo hice. -Deberías hacerlo, antes de lanzarte de lleno a conquistar a alguien que no quiere o no sabes si avanzara contigo, ya sabes cómo eres. -Eres romántica a pesar de tu carácter fuerte.- asiento de acuerdo con ellas. -Tienen razón, debería hablar con él. -Ve amiga.- me alejo de ellas, dispuesta a conseguir la respuesta. Me sonríe alentándome. Suspiro, vamos tu puedes, me animo. Camino hasta llegar a su lado, y le sonrío. -¿Podemos hablar?.- preguntó en voz baja. -Claro.- lo tomo por el brazo, Victor nos mira con una sonrisa pícara en sus labios. Tonto pienso. -Vamos.- me alejo de todos, y caminamos por otro sendero lejos de todos los chicos. -¿De qué quieres hablar?.- pregunta curioso. -Quiero preguntarte algo, se me paso por alto ahora. -Ok. Dime…- me alienta. -Por qué dices que no eres para mí? Quiero una respuesta clara.- su semblante cambia, ya no es amistoso. Esta serio, espero pacientemente a que me diga, no me iré sin saberlo. -No confió en las mujeres.- suelta brusco, sin miramientos. Ok, esto no me lo esperaba. -No tiene sentido… -No busco una relación, en la que no voy a confiar.- suspira cansado o eso creo yo.- Por eso te dije que no soy para ti, tu buscas amor, y todo lo que conlleva una relación, yo no. No paso de una noche con una mujer, no espero que me entiendas, eres hermosa Candela, cualquier hombre saldría contigo, yo no soy tu mejor opción, no te puedo ofrecer eso que buscas. Pensé en decírtelo ahora, no encontré la forma de ser sincero sin herir tus sentimientos. Pensé en decírtelo al volver, pero en vista de que buscas sinceridad de mí, te la estoy dando. No puedo salir contigo. Esa es mi verdad, discúlpame.- quedo allí estancada en mí sitio, pasmada, tanta sinceridad es… bueno no me duele como el cree, solo no creo que eso sea del todo cierto. Se aleja de mí. -Espera.- voltea a verme, tomo su mano. Busco la pulsera que compre pensando en él. Se la coloco en su mano derecha.- Listo, nos vemos luego. Ahora soy yo la que me alejo, sin decir más. Sin pensar siquiera. Regreso con las chicas, les sonrío divertida, sin hacerles ver que me han dejado en la friendzone. Lo veo volver al lado de Victor distraído, no me mira, no voltea, no nada. “No creas que me he rendido” pienso. Rio de mis locas ideas… < Hola querido lector, si has llegado al final de este capítulo, es porque estás interesado en la historia. ¡Gracias! Quiera pedirte que me sigas en mis r************* , en las cuales estaré compartiendo información sobre mis proyectos (libros) estoy en ** como @unachicaversatil y mi cuenta personal @genelepri… Los espero por allá con su apoyo, Besos!!
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD