En Madrid Abraham, Alonso y Elena, estaban sentados en la mesa de un bar de la periferia esperando a un conocido de Abraham que les entregaría toda la información que necesitaban sobre Tony. –¡Félix! –Exclamó Abraham poniéndose de pie para saludar a su excompañero del ejército y el hombre lo abrazó, después le dio un abrazo a Alonso y saludó a Elena de lejos porque sabía que al igual que era muy hermosa, también era una fiera. – ¿Has encontrado algo que pueda utilizar contra ese cabrón? –¡Vamos a sentarnos y tomar unas cervezas mientras que os explico un poco la situación! –Habló Félix llamando al camarero y cuando ya tenían las cervezas comenzó a hablar. – Investigué un poco sobre el tal Tony, y por supuesto tenías razón, tiene antecedentes. –Afirmó y Abraham hizo una mueca de asco. –L

