Arrojando el teléfono al sofá Janet recorría la sala de estar completamente iracunda vociferando en contra de Amaya. *Pagarás por el desprecio de tu padre niña. Amaya leía uno de los libros sin darse cuenta de lo que sucedía en la parte superior de la casa, eran su única distracción aparte de hablar con Kilian. El sonido de la puerta abriéndose la hizo dejar el libro y levantarse timidatamente y con precaución del sofá. Los pasos lentos se escuchaban al bajar la escalera y comenzaba a verse una figura femenina de manera paulatina. —¿Hola? Habló Amaya al ver el cuerpo de la mujer descender. El rostro de Janet era sombrío sin ninguna pizca de amabilidad, se acercó aprisa con Amaya y levantando la mano intento golpearla, Amaya reaccionó y le sujetó la mano con mucha fuerza. —¿Que

