bc

Maldito Hermanastro

book_age16+
21.5K
FOLLOW
129.4K
READ
sex
opposites attract
second chance
arrogant
dominant
drama
bxg
others
first love
secrets
like
intro-logo
Blurb

Dakota no se sentía exactamente feliz cuando su madre le dio la noticia de que iba a casarse de nuevo, mucho menos lo estuvo cuando tuvo que mudarse a la casa de su rico padrastro, pero ella mantuvo la boca cerrada, su madre merecía una segunda oportunidad después de la muerte de su padre. Se convenció a sí misma de que las cosas iban a ir bien, y de que tendría una fabulosa nueva vida. Eso es, hasta que por error interrumpe a su hermanastro mientras tiene sexo con una rubia de senos enormes.

Por si no fuera poco, su nuevo hermano parece odiarla, y hacerle la vida imposible encabeza la lista de cosas para hacer. Desde molestarla robando su ropa interior, hasta impedir que congenie con el chico que le gusta, Lucke no puede dejarla en paz. Dakota lucha constantemente para detenerlo, hasta que se da cuenta de que los dos tienen mucho más en común de lo que imaginaba.

Justo cuando cae rendida a los brazos de su hermanastro, la tragedia los golpea con fuerza, alejándola hasta la otra parte del país y dejando a Lucke solo de nuevo.

¿Qué sucederá cuándo se vuelvan a encontrar dos años después? ¿Y qué pasara cuándo Lucke revele el secreto oscuro que mantuvo durante años?

¿Seguirán amándose, o, por el contrario, la historia ya no tiene un final feliz?

chap-preview
Free preview
Uno
—No puedo creer que me haga hacer esto. —Me susurré a mí misma mirando con melancolía mi habitación. El tono morado de las paredes estaba desteñido y las cortinas que principalmente habían sido blancas ahora estaban amarillentas, pero me encantaba todo del lugar.    Suspiré y cerré mi maleta, tratando de no llorar. Estaba muy sensible, pero había vivido demasiado en esta casa, tenía recuerdos de mi padre ya muerto aquí, y no quería dejar de recordarlo. Todo hubiera sido más fácil si mi madre no se hubiese casado con un tipo rico; pero no podía ser tan egoísta, ella también tenía derecho a ser feliz ¿Quién era yo para arruinarlo? El hecho de que pensara que se había apresurado al casarse no quería decir que estuviera mal, mi madre había pasado suficiente tiempo sola, tal vez sólo necesitaba un poco de compañía.    Mi padre había muerto de leucemia cuando yo tenía doce años. Mi madre y él se habían amado con locura, juro por Dios que eran la pareja más hermosa y simple que había visto en mi vida, así que cuando él murió, ella quedó devastada, tanto, que se alejó de los hombres por cinco años. Hasta que hace cuatro meses conoció a Arthur johnson, él entró en su cafetería y le pidió un café con leche, coquetearon por un momento, y desde entonces quedaron flechados. Salieron por tres meses antes de que él al fin se le propusiera, diciendo que aparte de la difunta madre de su hijo, ella era la mujer más increíble que había conocido y quería pasar el resto de su vida a su lado.    Mi madre como una mujer enamorada aceptó, e incluso podía entender porqué se había enamorado de Arthur, él era físicamente muy parecido a mi padre. Su cabello corto y n***o tenía algunas canas, sus ojos eran verdes y profundos y tenía una sonrisa encantadora; era atractivo aun en sus cuarenta y tantos años, cualquier mujer se fijaría en él.    Puse mi maleta en el suelo y salí de mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí. La casa se encontraba vacía y en silencio, era casi aterrador. Había crecido aquí, mis padres se habían mudado cuando yo apenas tenía dos años así que sí, había pasado quince años de mi vida aquí, y no podía creer que nos fuéramos ahora. Escuché las cornetas del auto de Arthur y me apresuré a bajar las escaleras. Ellos estaban esperándome afuera, se habían casado ayer y estaban saliendo hacia Italia por su luna de miel. Le pedí a mi madre que me dejara en casa hasta que volviera, pero ella no se sentía cómoda con que me quedara sola y prefería dejarme con mi nuevo hermanastro en nuestra nueva casa. Una mierda, lo sé.    Cuando llegué abajo fui rápidamente hacia el auto, Arthur como un perfecto caballero se bajó y me ayudó a meter mi maleta en el maletero, con una sonrisa alegre en todo momento. Él era agradable y siempre parecía estar dispuesto ayudar a todos, pudo haber sido muy bien un político, tenía el carisma.    Entré en el auto y miré a mi madre, quien también me sonreía con felicidad. Me sentí mal por tener malos pensamientos hacia su matrimonio, tenía que ser una buena hija, si él la hacía feliz, yo también tenía que estarlo. Me crucé de brazos y le sonreí de vuelta, dejándole saber que estaba feliz por ella y su nueva vida. Mi padrastro entró segundos después, su perfume costoso inundó mis fosas nasales de inmediato. —¿Tienes todo lo necesario? —preguntó cuando el auto aceleró.— Mi hijo puede ayudarte a recoger todo lo que te falte mientras no estemos, sólo tienes que pedírselo. —No te preocupes Arthur —respondí suspirando—, todo lo importante que tenía ya se lo llevó el camión de mudanzas. Seguramente está esperando en tu casa. —Nuestra casa, recuerda que es nuestro nuevo hogar; eres la hija de mi esposa, por lo tanto, mis cosas también son tuyas.    Le di una sonrisa y me quité mis anteojos, realmente no me creía eso, pero no dije nada tampoco. La mayoría de mis pertenencias consistían en fotos de mi padre, los peluches que mis abuelos siempre me envían en mi cumpleaños, y mis libros. Todo lo demás era ropa que podía volver a comprar, así que eso no me preocupaba mucho. Al menos ahora tendría el dinero suficiente para comprar lo que me faltara, Arthur era dueño de una cadena de restaurantes, y al parecer, le iba muy bien, así que el dinero no faltaría en casa.                                                           ***      Media hora después, el auto se detuvo frente a una enorme casa de dos pisos. La fachada era hermosa, con sus paredes blancas y ventanas costosas. Mi madre también la miró como una tonta, ella ya había venido aquí, pero seguramente yo también me pondría así cada vez que la viera. Era una de esas casas que veías por la televisión de personas ricas. Apostaba a que tenía una piscina detrás.    El barrio tenía casas similares, y todo se veía perfecto, justo como imaginé donde viviría una persona como Arthur.    Mi madre y yo bajamos del auto, mi padrastro fue hasta el maletero y sacó mi maleta, había dos más allí, pero esas eran las de él y mi madre. Eso fue un recordatorio que ella se iría dentro de poco, dejándome en una casa extraña, con un extraño. Mi mejor amiga decía que era perfecto, pero yo no estaba muy segura de eso, odiaba sentirme incomoda, y sabía que iba a sentirme así en cuanto entrara a mi nuevo hogar. Me tomaría tiempo acostumbrarme. —¿A qué no es hermoso Dakota? —preguntó mi madre con una sonrisa— te encantará vivir aquí.    Mi padrastro nos llevó hasta la entrada, sin soltar mi maleta.  —Estoy seguro de ello —murmuró abriendo la puerta—. Bienvenida a tu nueva casa cariño.    Cuando me adentré a la casa, mi boca cayó abierta. Si afuera era hermoso, adentro era mágico. Las paredes tenían un blanco cremoso, y el color contrastaba perfectamente con los dos sillones color café claro. A su lado había dos sofás beige con cojines de colores, dos ventanas detrás con cortinas grises, podía ver una gran piscina detrás de ellas. Había una escalera que daba algún lugar arriba y un pasillo, no podía ver nada más. La casa era lujo por todas partes, se veía que a Arthur no le importaba gastar.    Mi madre caminó hacia adentro, como si la casa fuera suya, y realmente ahora. Arthur dejó la maleta en la sala de estar mientras yo seguía observando todo, nunca había estado en un lugar tan lujoso y costoso como éste. Mi antiguo hogar había sido humilde, sólo había tenido dos habitaciones, una pequeña cocina y un baño diminuto, ni siquiera tenía un patio. Pero, aun así, mis padres y yo habíamos sido felices, esa pequeña casa era como un santuario para mí, porque a pesar de que no tenía lujos, era hogareña y cálida. Lo que definitivamente no podía decir de ésta, era hermosa, sí, pero le faltaba algo, era como una chica hermosa, pero vacía por dentro. —¿Te gusta? —preguntó mi padrastro con una sonrisa.   Se la devolví alegre. —Es hermoso, quien la decoró tenía buen gusto. —¿Por qué no vas y eliges una habitación? —se metió mi madre antes de que Arthur contestara— Tenemos que irnos ya, y será mejor si te dejamos ya instalada.    Asentí en silencio. —Sube las escaleras y encontraras tres habitaciones disponibles, la otra es de mi hijo y otra más de tu madre y yo.    Le hice caso a mi padrastro y subí por las escaleras, ésta me llevaba directamente a un pasillo, donde varias puertas se encontraban. Supuse que eran las habitaciones así que seguí caminando. La iluminación aquí era más oscura, de igual forma, no podía ocultar lo bonita que era. Sintiéndome como cenicienta en el palacio, fui hasta la puerta más cercana, pero ésta tenía el nombre de mis padres en ella. Suspiré y fui hasta la segunda puerta, realmente no me importaba la habitación, podía tomar cualquiera, estaba segura de que inclusive la habitación de servicio era más grande que toda mi casa.    Cuando estaba punto de girar el pomo de la segunda habitación, escuché un grito femenino. Me quedé paralizada donde estaba, un escalofrío me recorrió el cuerpo entero ¿habían gritado? ¿Quién demonios pudo haber gritado aquí? Se suponía que sólo estábamos Arthur, mi madre y yo, y seguro como el infierno que mi madre no fue la del grito.     —¡Oh, mi Dios! —gritó una mujer de nuevo— ¡eres malo, muy malo!    El sonido provenía de la última habitación, al final. ¿Podía estar en problemas? Debía bajar y decirle a Arthur lo que estaba pasando, pero aquella mujer podía estar en peligro. Moví mi pierna con nerviosismo y caminé rápidamente hasta la última habitación, mis pies moviéndose todo lo que podían. Algo me decía que era una mala idea lo que estaba haciendo, pero tampoco podía ignorar que había una mujer gritando en esta casa. —¡Por favor! —gimió ahora. Su voz sonando más clara— ¡Ahhhh!    Esta vez, casi corrí hasta el final del pasillo. Cuando llegué a éste, no me detuve, abrí la puerta rápidamente.    Y deseé no haberlo hecho nunca.    Había esperado ver cualquier cosa, tal vez una mujer siendo atacado por alguien, o amarrada como aquella película sobre la dominación y m********o que había visto una vez; pero no lo que mis ojos estaban viendo. Había un hombre de espaldas a mí, completamente desnudo, como Dios lo trajo al mundo. Mi mano fue a mi boca y ahogué un gemido de sorpresa.    Los gemidos de la mujer ahora se hacían claros, pero no creía que estuviera gimiendo de dolor, puesto que el chico estaba empujando dentro de ella rápidamente, casi como un animal. Su espalda tenía gotas de sudor, que se perdían entre su gran trasero, sus músculos se contraían cuando se movía, y por un momento olvidé toda la escena, para concentrarme en su hermoso y musculoso cuerpo. Era mejor que ver a un modelo de ropa interior.    El grito de la mujer me trajo de vuelta a la realidad, pero esta vez no fue un grito de placer. Cuando la miré, sus ojos horrorizados estaban en mí, ella me había descubierto mirándolos como una pervertida. Grité yo también, sintiendo como mi cara se sonrojaba completamente. Esto no estaba bien, debí haber cerrado la puerta e irme ¿en qué demonios pensaba? Si quisiera ver a dos personas teniendo sexo, podía ir hasta mi portátil y mirar pornografía.    El chico se separó de la mujer rápidamente y se giró a mirarme. Cuando sus ojos verdes y hermosos cayeron en mí, me paralicé de nuevo. Miré hacia abajo por reflejo y vi como su pene estaba despierto y reluciente. Mi cara se sonrojó, pero él no hizo nada para cubrirse, simplemente se quedó allí, mirándome. —¿Vienes a unirte? —preguntó suavemente, sus ojos serios mirando los míos.    ¿Estaba loco? ¡Por supuesto que no iba a unirme! —¡No!    Él no mostró ninguna expresión. —Entonces te recomiendo que te des la vuelta y que no vuelvas a interrumpirnos. —Yo... lo siento mucho —murmuré nerviosamente— pensé que ella estaba sufriendo y vine a ver que sucedía. —Créeme cariño, ella no está sintiendo nada más que placer puro. —¡Jodida perra! —interrumpió la chica dirigiéndose a mí, su cabello rubio cayendo hacia un lado cuando se inclinó.    Justo en ese momento, la voz de mi padrastro se escuchó. Miré al chico, estaba asustada, pero él parecía tranquilo, como si no estuviera desnudo frente a mí, con una chica en su cama. ¡Esto era de locos! Les di una mirada de disculpa de nuevo, pero entonces, Arthur apareció, seguramente asustado por mi grito. Mi madre estaba detrás de él. Cuando me vio dio un suspiro de alivio. Cuando Arthur vio en la situación que se encontraba el chico, se tensó inmediatamente, su rostro convirtiéndose en una máscara fría. —¡Te dije que no quería a esas chicas aquí! —regañó severamente— ¡Ponte algo, cielo santo! ¿Qué crees que va a decir tu hermanastra? —No tiene porque decir nada —murmuró el chico, su novia tomó la sabana y se cubrió avergonzada. —¡Lucke vístete ahora! —El grito de Arthur me hizo sobresaltar, y a mi madre también — ¡te quiero abajo en cinco minutos! ¡Y saca a esa niña de aquí!    Sin decir nada más, cerró la puerta en mis narices. Él estaba realmente enojado, nunca lo había visto así. Mi madre tampoco parecía muy contenta, pero no dijo nada, sabiendo que no debía involucrarse. Lo único que lamentaba era haber conocido de esa forma a mi hermanastro. Yo quería tener buenas relaciones con mi nueva familia, pero seguramente después de esto, Lucke me odiaría por toda la vida. ¡Le interrumpí mientras hacia el amor con su novia! Eso había sido grosero. —Lamento que tuvieras que ver eso Dakota, estoy muy apenado —murmuró Arthur pasando una mano por su cabello, de pronto, se veía muy cansado. — No sé cómo decirle a ese muchacho que deje de traer a esas chicas.    Mi madre puso una mano en su hombro. —No te preocupes Arthur, fue mi culpa, yo entré sin tocar, pensaba que la chica estaba en problemas.    Arthur me dio una sonrisa cariñosa. —Bueno, eso no importa. ¿Quieres tomar la habitación del frente? Tiene una buena vista.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

La esposa rechazada del ceo

read
168.5K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
86.7K
bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
51.8K
bc

Bajo acuerdo

read
9.7K
bc

Navidad con mi ex

read
8.9K
bc

Tras Mi Divorcio

read
511.2K
bc

Yo, no soy él

read
88.5K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook