El Alpha Supremo

La manada había enfrentado una extenuante batalla en contra de una erigía que se había formado al sur, nos dirigimos a casa después de una agotadora, pero triunfante batalla, nunca acostumbró a mostrar expresión alguna, pero estaba orgulloso de mi manada era la más fuerte de todas llevaba 100 años a mi control he trabajado duro para que hoy sea la mejor, la más temida, aunque eso implica a muchos enemigos y rivales. De regreso decidimos tomar un atajo, cruzamos cerca de un pequeño poblado que había sido abatido por otra manada lobos, la destrucción se veía a kilómetros, el hedor ha muerto era palpable en el aire, pero un aroma en particular me saca de mis sentidos, exquisito, indescriptible, quería más y más hasta saciar la sed que producía aquella fragancia. Mi lobo me saca de mi pensamiento al pronunciar lo siguiente. - Está cerca, la puedo sentir. - dice Bruno. Cuestiono rápidamente- ¿Quién? ¿Qué? - ¡ella! Nuestra mate, mi luna - contesto emocionado y ansioso. Había esperado tanto este momento que no sabía cómo racional, la he buscado durante 100 años sin cesar y ahora, solo así, estaba aquí. Me dirijo hasta su aroma, mi lobo estaba como loco, solo esperaba que estaba bien. Al levantar unos escombros de donde emanaba su olor, mi rostro se queda sin expresión, ante lo que ve. ¡-!! TIENE QUE SER UNA BROMA! -Grito con rabia-ESTO NO PUEDE ESTAR PASADO! ¡MALDICIÓN! alboroto mi cabello, con frustración.- MIERDA.-golpeo con fuerza todo lo que encuentro, estaba fuera de sí, Nadie decía nada sabía que el que abriera la boca probablemente acabaría descuartizado. Me dirijo a la niña que me mira, con lágrimas en sus ojos, sucias y asustada. ¡-En serio, UNA MALDITA CRÍA HUMANA- la levanto con fuerza por un brazo, le pego una bofetada, cae al suelo inconsciente-! ¡JODER, LUNA AAA, PORQUE ME HACES ESTO, PORQUE, PORQUE! Inmediatamente, me transformo, veo a la niña ya despierta, caminar de espalda en el suelo temblando de miedo, me abalanzó sobre ella y Rujo con rabia y fuerza, provocando que la niña se desmaye del susto. - traiga la y enciérrela en lo más recóndito de la celda del sótano. Después de que llego a la manada, me encierro en mi despacho, estaba tan enojado, que podría jurar que me salía humo por los poros, más que eso me sentía impaciente, decepcionado, después de todo lo que he logrado la “Diosa Luna” considera que una “cría humana” es lo que merezco, una carcajada de ironía, se escapaba de mis labios sin gracia algún, debería estar burlándose de mí. Entra Elisabeth al despacho. - Alpha supremo, la niña se encuentra donde usted ordenó.-agrego cabizbaja, esperando mi siguiente orden. Respondo - Perfecto, dele de comer y beber a esa "cría", puedes retirarte.- agregué cortante. -Señor, está seguro que quiere dejarla ahí, es una niña de solo 3 años en lo oscuro y alejado del calabozo con todas esas "escorias". - intento persuadirme esta vez. Golpeo con fuerza la mesa y mientras alzo la voz. - Estás poniendo en duda la decisión de tu ALPHA.- grité con enojo. - no, señor por supuesto que no, yo… -dijo mientras inclinaba la cabeza - Limitante hablar, te preocupa de demasiando por esa cría- musito con ironía- Si te preocupa tanto Cuídala, me tiene sin cuidado lo que pase con ella, solo déjala ahí, no quiero sentir su presencia cerca. - para continuar leyendo los papeles de u escritorio. - Como ordene, señor- retirándose. "Así empezó todo" Autora: Lissette Paola Germán Hubiere (pao)